41. Evento de los Johnson

7K 483 200
                                    

Vivian

Hoy cambié mi turno del trabajo para poder atender a Nessa en la mañana, creí que podría dormir más tiempo hasta que me acordé de mis otros dos hijos.

Vidal se fue temprano, pero volvió con la excusa de un cambio de horario sin aviso.

—Mamá — Nessa apareció toda soñolienta — ¿Siguen siendo buenos días? — asentí mostrando una sonrisa — Buenos días, mamá.

—Buenos días ¿Cómo te sientes, cariño?

—Me siento mejor — eleva las comisuras de sus labios, apareciendo un lindo hoyuelo en su mejilla derecha — Pensé que estarías en tu trabajo.

—Estaré yendo a las cuatro, aún tengo tiempo — respondí sirviendo jugo en su tasa de Gryffindor, su favorita.

—Gracias. ¿Qué haremos para navidad? ¿Se irán de vacaciones?

Es lo que menos quiero...

—Aún lo estoy decidiendo con tu papá, pero no vamos a viajar — esa respuesta le gustó mucho, meneó su cabeza como un disimulado "baile de celebración". Lo hace desde pequeña — ¿Vendrá Lucia a almorzar?

—No lo sé, no me ha respondido, debe estar en clases — si supieras... — Te cuento, mamá. Hace diez minutos me llegó un mensaje de mi entrenador, postergó los entrenamientos hasta el quince de enero.

—Es una buena noticia, Ness — tomé un sorbo de mi café — Tienes vacaciones, podrías salir...

—Prefiero mis tardes de lecturas, ya que mencionas... — alcé ambas cejas.

—La última vez te compré: El cuaderno de Noah.

—Me lo terminé rápido — forma un puchero — La historia fue corta, no me culpes. Mamá, por favor, han recomendado una buena.

—Tienes una habitación llena de libros, puedes entrar y releer uno — bromeé.

—Es un pequeño espacio — entrecierra sus ojos — Lo compraría, pero mi dinero ahorrado es para un regalo de Lu, y no me alcanza para mis libros.

—No te prometo nada — negué.

Y antes que ella empiece a decirme las razones por las cuales debo comprarle un libro, sonó la canción Those eyes, era una llamada entrante de su celular.

—Es Lu — se puso de pie, teniendo una sonrisa radiante — Voy a mi habitación, gracias mamá.

Antes escuchaba sus largas explicaciones, no paraba hasta convencerme, ahora una persona ha logrado que deje el tema con una sola llamada.

¿Por qué?

Varias cosas están cambiando.

La veo muy ilusionada, en serio deseo que nunca terminen, ambas se complementan y presiento que separadas estarían vacías sin ningún motivo para seguir o estar bien.

Como en un momento yo me sentí.

—¿Qué vamos a almorzar? — pregunta Vidal entrando a la cocina.

—Aún no cocino — tomé otro sorbo de café.

—¿Estás enojada?

—¿Por qué lo estaría, Vidal?

—No comencemos a pelear ¿De acuerdo? No quiero estar mal con mi esposa en estas fechas importantes.

—Entonces dame una buena noticia.

—Me llamó Paul Baxter — su mejor amigo de la preparatoria — Me avisó que también le llegó una invitación para el evento de Johnson. Podemos ir.

DestinadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora