Destinadas

32. Primera cena

Lucía

Mientras que mis amigos jugaban en mi computadora como niños pequeños, yo me quedé acostada con Nessa, tomándonos fotos.

Nunca había tenido varias fotos sonriendo, mi galería solía estar muy gris.

-¡Qué no! - gritó Fabio - ¡Ya nos mataron!

-¡Si tú no te mueves!

-Dejen de gritar - les llamé la atención, alzando la voz.

-Perdón - pidieron al mismo tiempo, para luego seguir discutiendo en voz baja.

-¿Has hecho tus tareas? - me preguntó Ness.

-Sí, todas están bien- respondí moviendo mi cabeza.

-¿Aritmética? - me detuve. Me olvidé de esa horrible materia. - no lo hiciste ¿Verdad? - negué manteniendo mi puchero - Pídeme ayuda si quieres que te explique.

-Me daba sueño.

-Conmigo terminaste los ejercicios en una hora.

-Contigo - resalté - Tú eres tú, haces magia - sonrió negando con su cabeza.

-Tú causas magia en mí.

¿En dónde me escondo?

-¡Lucía Miller! - me exalté mirando hacia donde venía esa voz. Era Chris, apoyado en el marco de la puerta, teniendo una sonrisa burlona - Isabella tiene la cena lista, bajen, mamá los está esperando.

Termina de informar y se retira, dando media vuelta.

Me levanté y rápidamente ayudé a mi castaña a levantarse. Me sonrió dejando una caricia en mi mano y siguió a Teb, estaba por seguirlos hasta que me percaté que Fabio seguía sentado, teniendo su mirada atenta hacia mí.

-¿No piensas bajar? - pregunté cruzando mis brazos.

-Estoy esperando a que me ayudes a levantarme - estiró su mano con delicadeza.

-¿Estás celoso? - me burlé, alzando mis cejas.

- Uhh, el celoso... - Esteban comenzó a hacer gestos graciosos, riéndose junto con Nessa.

-Tonterías - se levantó, arreglando su cabello blanco - Es imposible, permiso - le dio un empujón suave a Teb, sacándolo de su camino.

Reí caminando atrás de los tres.

Los dos no dejaban de discutir y jalonearse.

-Se van a caer y me voy a burlar en sus caras, compórtense.

-Él comienza a molestar.

Al llegar a la mesa, los mellizos estaban en su lugar, en la fila de la mano derecha de mamá. Le di un beso en su mejilla y me senté en la fila de la parte izquierda.

-Señora buenas noches - saludó Nessa, lo más linda posible para luego sentarse a mi lado.

Mis amigos también se acercaron a saludarla con un beso en la mejilla y se acomodaron en la misma fila, completando los cuatro asientos "faltantes".

Isabella se lució haciendo las costillas con salsa barbacoa, se ven deliciosos y aún ni los pruebo.

-¿Dónde está papá? - preguntó Chris inquieto.

Mi mamá meneó un poco su cabeza y soltó un suave suspiro.

-No podrá venir, tuvo que salir por trabajo - respondió.

Esta cena fue por él y no llegó. Típico de mi padre.

-¿Y Max? - quise saber, él nunca me falla.

-En la cocina con Isabella.