Vanessa
Estuve toda la tarde hablando con Lu por mensaje, ella tenía toda la tarde libre, y yo también. Si mis papás me hubieran avisado antes, no estaría aquí perdiendo el tiempo.
Tomé una larga ducha aprovechando que estoy sola, y al salir me quedé al frente del espejo, era inevitable observar mis imperfecciones. Por más que he intentado verme bien, no lo consigo, y en muchas ocasiones, llega a ser frustrante.
Deslicé mis manos por mi cuello hasta llegar a mis hombros. No me siento cómoda, y mi "solución" son las chompas grandes, es la única prenda que me hace sentir segura.
Resoplé sacándome esas ideas de la cabeza y decidí en cambiarme de una vez. Entré a mi habitación estando en brasier. Me había olvidado de separar una sudadera abrigadora.
¿Estaría bueno si llego con la chaqueta de Lu? ¿Qué tal si su mamá lo reconoce y piensa mal?
¿Si mejor voy con mi polera de Gryffindor para molestarla? No, ella lo tiene en su casa.
—Eh Disculpa, Vanessa— me paralicé al escuchar una voz entrando a mi habitación.
Es Khalessi, la niñera de mi hermanito Owen.
¿En qué momento llegaron?
La chica pelirroja se me quedó viendo atónita. Volví a reaccionar, tapando mi pecho descubierto luego de recordar mi estado. Intentó hablar, ella negó cerrando la puerta de golpe.
—Oh mierda— susurré— Qué vergüenza.
Me puse la primera polera que encontré. Ni pude escoger cuál ponerme, maldición.
—Perdóname, no fue mi intención— escuché su voz apenada detrás de la puerta.
Me rasqué la cabeza después de ponerme las zapatillas, agarré mi celular y abrí la puerta. Ella seguía aquí.
—No pasa nada— musité — ¿Qué querías decirme?
—Tus papás me mandaron a avisarte que no les alcanzará tiempo para recoger a Alisson, si podías ir a recogerla — explicaba mientras desviaba su mirada a... No tengo idea de qué parte de mi cuerpo trata de ver.
—Les dices que estoy saliendo hacia la casa de los Miller, nos quedaremos a cenar — informé un poco seria, bajando las escaleras.
Incómodo.
Con Khalessi no suelo hablar, muy pocas veces. Ni siquiera nos vemos tan seguido porque no suele cuidar a Owen todos los días. Y ya me vio semidesnuda.
Lo único que sé de ella es su edad, tiene veinte años recién cumplido. También su carrera universitaria, medicina general.
Ahora la recordaré como la persona que me dejó una gran lección, poner seguro a mi puerta antes de cambiarme o ducharme.
¿Ahora qué le voy a decir a Lu?
Espérate, ¿En serio estoy pensando esto? Nunca me había sentido tan patética como hoy.
Subí a mi auto y lo puse en marcha sin esperar tanto tiempo, antes de pensar en más cosas raras.
. . .
Estacioné el carro afuera de la reja sin ningún problema, por aquí no suelen pasar más autos, es un vecindario muy silencioso.
La rubia salió rápido a abrirme la puerta, me sonrió con dulzura, poniéndome nerviosa.
—Hola — depositó un beso en mi mejilla.
—La niñera de mi hermano abrió la puerta de mi habitación cuando yo aún me estaba cambiando — farfullé cerrando los ojos de golpe.
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Destinadas
Teen FictionOtra vez recorriendo la ciudad de Ohio, donde vas a conocer personas muy agradables o tal vez, personas que hubieras deseado no conocer. En esta ciudad hay una cierta rubia, Lucía Miller, la más temida de su preparatoria por su fuerte carácter y mol...