Destinadas

49. Complicaciones ciegas.

Vanessa

Se me complicó prestar atención en mis clases, apagué mi celular para no distraerme y seguir con mi obligación. Apenas lo estoy prendiendo ahora porque voy entrando a la preparatoria.

Me balanceé al sentir que perdía el equilibrio, y como una buena persona que sabe disimular, solté un suspiro de alivio y seguí caminando sin dejar de mirar el celular. Fue un gran error, en menos de un minuto choqué con alguien. Me asusté por lo fuerte que se escuchó el celular cuando cayó al suelo, aún peor cuando rebotó justo en la pantalla.

—Perdón —pidió un chico pelinegro agachándose a recoger mi celular — Hola — sus ojos azules se notaban nerviosos — Soy Noah, quizá no me recuerdes...

Noah Smith, novio de Darren y pareja de baile de Aria.

—Claro, te conozco del Club —recuerdo recibiendo mi celular, evitando ver la pantalla —Perdón por la incomodidad, estuve distraída.

—También fue culpa mía— pasó su mano por su cabello lacio — Es la primera vez que cruzamos palabras, es extraño porque el año pasado estuvimos cerca y ni un "hola" — reí confusa, dándole la razón.

—Bueno, tú siempre estabas concentrado en hacer la coreografía y yo tratando de mejorar mis dos pies izquierdos — arrugó su nariz negando.

—Tú tienes algo que yo quisiera — resalta alzando su dedo índice. Me percaté de su pulsera que tenía los colores de mi bandera — Te he escuchado cantar en las partes del rap, y déjame decirte que yo quisiera tu habilidad, mi lengua se hace un nudo.

—Y yo quisiera bailar, pero me tropiezo con mi propio pie — levanté mis hombros.

—Hey, aquí estabas — apareció Darren, un pelinegro, delgado de ojos verdes. Es más bajo que su novio — Hola Nessa, tu novia está con sus amigos, creo que se metieron en problemas, otra vez...

—No digas mentiras, flacucho —gruñó la rubia detrás de ellos—No es del todo cierto.

—Te dejo, hablamos después — se despide Noah llevándose a su novio de la mano.

—¿Te hablabas con el bailarín? — pregunta Fabio saludando con un golpe brusco en mi hombro.

—Es la primera vez. ¿Tú estás bien? Has desaparecido por días — él se limitó en asentir.

Lucía carraspea su garganta, y fue suficiente para que sus amigos se despidieran de nosotras.

La rubia con sus brazos cruzados avanzó varios pasos, quedando muy cerca a mí, manteniendo su semblante serio.

—Pensé que no vendrías.

—Aquí estoy.

—¿Me puedes abrazar?

Asentí envolviendo su cintura con mis brazos, su cuerpo se fue relajando de a poco, acoplándose a mí. Su respiración empezaba a regularse, mientras le acariciaba con suavidad su piel tensa.

—Lu... — intenté hablar.

—No, no quiero hablar del tema ahora ¿Sí? — apoyó su cabeza en mi hombro — Por favor.

Acepté resignada, ¿Qué hago para que entienda mi punto de vista? No quiero verla mal.

Vi a los mellizos junto a mi hermana, acercándose a nosotras, se notaban animados. Y por su cambio de ropa, puedo asegurar que tienen planes saliendo de aquí.

—Lucía — la llamó Chris dándome una mirada rápida — Iremos al centro comercial a comprar ¿Quieres ir?

La rubia me soltó para voltear a mirar a sus hermanos.