Destinadas

57. Mi Nessa

Vanessa

Sentí la urgencia de seguirla, de explicarle, de abrazarla y decirle que todo estaría bien. Pero una fuerza realista me detuvo. Me quedé inmóvil por varios minutos, hasta que finalmente mis piernas

obedecieron, y como si estuvieran en modo automático, se dirigieron a casa. Mis ojos se humedecieron, pero apreté mi mandíbula aguantando las lágrimas para que estas no caigan.

Mi cabeza empezaba a darme vueltas cuando las voces de Lu resonaban en cada parte, cada vez se hacían más fuertes y repetidas. Una parte de mí se está arrepintiendo y quiere ir a buscarla, mi lado consciente se niega a dar vuelta atrás. «Lo hacemos por ella». Intenta convencerme. Yo quería permanecer a su lado. «Se intentó y discutieron». «Debes entender que ella solo mejorará estando sin ti». Me cuesta demasiado convencerme, esta no era mi promesa.

Giré la llave y empujo la puerta con la ayuda de mi pie, estando ida entré a casa, percibiendo la presencia de mis padres, a pesar no verlos. Mi camino fue bloqueado por alguien, y cuando alcé la cabeza me encontré con el gesto preocupado de mamá, ella me pregunta algo, pero no logro oír nada. No soportaba mi equilibrio y me dejé caer sobre ella, soltando mis lágrimas reprimidas.

Su voz a lo lejos me pedía que me calmara, mientras me tomaba con fuerza, besando y acariciando mi rostro. Poco a poco lograba escuchar a mi madre, y caigo en cuenta que mis hermanos estaban presentes. Me incorporo, pasando mis dedos sobre mis ojos, forzando una sonrisa.

—¿Qué sucedió? —pregunta mamá en voz baja.

—No quiero hablarlo en estos momentos. Papá —volteé a mirarlo —Ya sé que quiero para mi cumpleaños. Un viaje afuera de Ohio.

Sorprendido intercambió miradas con mi mamá, no se esperaban ese cambio drástico.

—¿Segura? A ti no te gustan los viajes.

—En algún momento tenía que hacerlo, papá.

—Muy bien —pasa su mano por su cabello, le hace un gesto a mi mamá y se apresura en cargar a Owen —Usted tiene un taller importante —y sonó el timbre —Llegaron por ti.

—No quiero ir —se remueve entre sus brazos en un intento de bajarse.

—Cariño, debes de asistir, hoy escogerán a los participantes que representarán tu club —mamá lo calma poniéndole su mochila en su espalda —Has estado emocionado toda la semana.

Su rostro de Owen era de frustración, él sabía que no puede contradecir, luego de la promesa que le hizo a mis padres, ya que él decidió ir a sus talleres con la condición de no faltar a ninguna clase, a menos que esté enfermo. Luego de varios intentos se rinde desparramando su cuerpo, reí. Besé su cabeza, prometiendo ver cars cuando regrese, y se animó asintiendo. En espera a que mi papá hable con Khalessi afuera, me senté en el sillón al costado de mamá, ella me acaricia mi mano, dedicándome una pequeña sonrisa.

—¿De qué hablarán? —quise saber.

—Lo nuestro.

—¿No nos vamos a mudar, no?

—No, Ali.

La puerta se cierra y una corriente de nervios corre en mi pecho, me hundí en el sofá preparándome para esta incómoda conversación. Suspiré, frotando mis manos.

—Como saben chicas, me tendré que ir por un tiempo —acaricia su barba antes de sentarse en la mesita, al frente de nosotras —No les conté donde estaría, pero es mejor que lo sepan, se merecen la verdad —hace una pausa tomándose unos segundos —Hace años, a la edad de ustedes cometí un gran error, y luego de mucho tiempo ha salido a la luz. Se está haciendo justicia.