CAPITULO 5

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Elizabeth

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Elizabeth


Ya pasaron dos semanas desde el problema con Zaira y Adrián, en ocasiones me los cruzo para entrar a clases sin tomarles importancia. Los demás estudiantes y docentes ya están al tanto de lo sucedido tratando de evitarlo. No me duele que hagan eso, ésa más, ya me acostumbre a esos tratos. Los únicos que me hablan son los amigos de Katashi, Isabella y él, sin olvidar mis primos claro.

No puedo olvidar el encuentro con Hades, frente a los demás me trata como una chica normal, pero cuando estamos solos, me demuestra un poco de cariño a ratos, según los rumores, es un chico antisocial que no le importa nada ni nadie, excepto, su hermana.

Esas dos semanas pasaron... Algo, no tiene casi nombre con lo que ha pasado. Mi padre ha comentado más de una vez cuando comemos, qué se siente vigilado por una mirada bastante pesada, casi siempre, cuando duerme o cuando está en la oficina. Además de que... ¡Cometí el peor error desde que llegué a la ciudad!

¡Mi mamá encontró mi collar con varias fotos!

No me fue tan mal como pensé. Solo que, al ver la foto de la chica que se parece a mi padre, su rostro mostró seriedad, puedo deducir que también se reflejó algo de coraje y remordimiento. Después, sólo mostró algo de melancolía fingida y me las entregó. Comento sobre que me parecía a una mujer con cabello plateado quien fue la mujer de la primera foto que vio sin mi consentimiento, al final, dijo que era una estupidez y se fue sin preguntar nada más. Sucedió exactamente ayer en la mañana, un domingo en la mañana. Que bonito inicie el domingo, ¿no?

Volviendo a la realidad.

Tengo dos horas libres debido a que el profesor de historia tuvo un pequeño asunto familiar. Está por nacer su segundo hijo y tiene que acompañar a su amante en el parto. Su mujer sabe y bueno, no se interpone, lo deja con esa mujer, ella solo le habla para la manutención de esposa e hijo.

Camino por los pasillos llenos de estudiantes de cualquier edad. Se percatan de mi presencia y me ignoran para evitar problemas conmigo. Sonrió internamente con algo de felicidad por lo que logré. Soy algo introvertida y extrovertida al mismo tiempo, así que, la gente que me saluda le devuelvo el saludo por educación y modales, en cambio, si me ignoran hago lo mismo.

Llegó al patio donde están la mayoría de estudiantes. Un niño entra conmigo y por correr con muchas ganas, se enredó con sus pies y se cayó boca abajo, su grito resonó por todo el patio alarmando a los demás y en efecto, el momento que levantó la cabeza, su nariz sangraba sin parar, si la levanta más le saldrá la sangre por los orificios de los ojos, me ocurrió una vez.

Bajo con lentitud por las escaleras encontrándome en el camino con la sonrisa cálida de mi hermosa madre, le regaló una pequeña sonrisa, no sería capaz de fingir con ella. Está preparando la mesa. Esperamos a mi padre para comer, dijo que hoy vendría temprano para almorzar, son casi las 3 de la tarde y dijo que estaba a media hora de nosotros.

Maldición RotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora