CAPITULO 42

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Narrador Omnisciente

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Narrador Omnisciente

Los tres jóvenes caminaron lentamente y atrás de ellos estaban los dos adultos acompañándolos.

—Creí que este lugar ya no existía.... —murmuró el castaño con mucha melancolía.

—No está del todo en cenizas, creo que es lo importante... Vaya, que recuerdos tan dolorosos y hermosos —comenta el alto estando al frente del castillo gótico.

Entras y observan el enorme pasillo, por el cual cada niño nuevo pasaba mientras todos los demás miembros le daban la bienvenida en dos filas. En ocasiones era en el mismo día o si no, era dentro de dos mientras el niño se adapta al lugar y no se asustara.

—Con solo ver este lugar, me dan ganas de volver a vivir esto... Que ganas de volver al pasado... —habla Ares caminando de una pared a otra mirándolas con detenimiento— ¡Quiero tener mi ceremonia de bienvenida de nuevo!

El chillo del menor se escuchó por todo el lugar que aturdió los odias de la bicolor.

—Si, era algo bonito estar aquí.... —confirma la chica mirando todas las paredes, algunas quedaron algo deterioradas por el incendio.

—¿Podemos volver al pasado? —pregunta Ares melancólico. Leto niega con la cabeza.

—Sería algo bueno, hasta y de pronto podría evitar mi nacimiento... —murmura Leto pasando una mano por su cabello, algo enredado porque dentro de poco cumplen un mes en estos lugares.

—Leto —su tío le advierte sacando la jeringa con la misma pipeta de hace un rato en su conversación—, me estoy arrepintiendo de no inyectarte esto en el bosque cuando tuve la oportunidad.

—Es algo que haría si viajar al futuro fuese posible y como no lo es, no hay de qué preocuparse... Que delicado —le da la espalda poniendo sus manos en las caderas.

—¿Siempre eres así? —le pregunta Erik algo preocupado por su comentario.

—No siempre, solo es para alivianar el ambiente... —responde con tranquilidad.

Ella iba a seguir respondiendo hasta que vio una pequeña sombra negra al fondo del pasillo. Ella camina lentamente, de pronto será algún reflejo de la luz de la luna, pero sería algo falso... ¿Tal vez un animal?

Vuelve a ver la sombra correr y eso le hace recordar a su compañero de hace años cuando se quedaba sola en la biblioteca.

Ella entra a la biblioteca, verificando que nadie la observe o le pregunte el porqué entró fuera de la hora de la siesta. Dicha siesta se toma de una a dos horas máximo para que el medicamento le haga efecto a todos los niños... Sin importar la edad, todos los niños del Orfanato deben tomarla.

Cuando son niños, deben empezar con porciones pequeñas debido a que si les dan la cantidad asignada de una vez sin ser preparados, podría traer grandes consecuencias en el tema de la alimentación y el crecimiento, hasta a veces, podría pasar lo mismo que con Dimyran, problemas de salud mental bastante avanzados.

Maldición RotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora