CAPITULO 15

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Elizabeth

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Elizabeth

Mis ojos se nublan un poco al ver a una mujer sentada en una salsa junto a mi. No puedo reconocerla, pero lo que resalta de su ser es su cabello plateado, parecido al mío, la diferencia es que es más oscuro, casi gris metalizado.

Observo mi manos y están húmedas, toco mi rostro y también está mojado... ¿Estoy llorando?

No es de tristeza, es demasiada rabia. ¿Por qué me siento así?

De repente, mis ojos visualizan a otra mujer, al principio está con un arma en el bosque apuntando mi cabeza, pero en la otra, está sentada al frente mío en un tribunal, tiene cadenas en sus muñecas y su rostro presenta enojo.

Se de quien hablamos... ¿Tan rápido se está haciendo justicia?

¿Por qué se relaciona esa mujer con mi madre?

Mis ojos me pesan y no logro ver con claridad. Hasta que los abro por completo.

Miro un reloj y llevo casi 40 minutos acostada y debo admitir que no duele mucho, al momento en el que difumina o limpia, me arde y molesta, aunque no tanto como pensé, así que, estoy tranquila, bastante para ser sincera.

Quiero olvidar ese extraño sueño que se relaciona con mi difunta madre y esa mujer...

—¿Qué tal? —me pregunta Axel que está encima de mi otro brazo— ¿Te duele?

—Casi no —declaró—. ¿A ti te dolió cuando te hiciste el de la mano?

—Me dolio la parte del pulgar, esa vez llore —confesó algo chistoso — Y eso que Bernal me lo hizo, él tiene una mano suave para tatuar, pero duras para otras cosas

Veo como lo mira con una ceja levantada, Bernal niega con la cabeza con una pequeña sonrisa.

—¿Cómo qué cosas? —pregunto curiosa, no sé exactamente de qué hablan.

Ellos dos se miraron algo nerviosos, solo los observo curiosa esperando a que responda mi inocente pregunta. Los analizó por varios minutos sin entender.

Pues ellos son amigos.

Axel se conoce hace tiempo con Bernal.

Veo que se tratan bastante bien y...

Oh... Ellos tienen... Ok ya entendí...

—Eres un imprudente. ¿Cómo te atreves a decir eso con la niña presente? —escuchó decir a Bernal ya que Axel estaba sonrojado.

Río, parezco menor de edad, más no lo soy, hace dos años, no lo soy, nadie lo sabe a excepción de Ares y Hades.

—Tranquilos, ya entendí la referencia — interviene tratando de calmar a Axel que pareciera que va a explotar por lo rojo que está—. Mejor ve y das una vuelta para que te calmes

Maldición RotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora