Dos ciudades donde rondan los tres peores asesinos. Dos personas tienen una hija pequeña y la otra que es una adolescente, jamás se habrían arrepentida tanto en la vida...
Hay un orfanato... Donde se incendio, nadie sabe quién lo provocó o eso parec...
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Narrador omnisciente
Como sabemos, el mundo no es lo que siempre se aparenta. Las familias fingen ser perfectas, cuando solo ocultan lo malo que hacen, drogarse, cortarse, golpearse entre ellos y más cosas. Lo hacen por los perjuicios, esconde sus verdaderos seres y ese es el tema al que quiero llegar.
Esta familia vive en prejuicios, todos fingen una personalidad para pensar que su familia es estable y feliz. Hablemos del mediano de los hermanos.
Asesino de mujeres infieles, he perdido exactamente la cuenta de sus víctimas, tiene una niña llamada Ofelia, su mujer murió por su culpa... ¿No sabían? Él le entregaba un medicamento que solo aceleró el proceso de su enfermedad respiratoria. Lo hizo por "órdenes", como todo lo que ha hecho en su vida, solo obedece órdenes y más órdenes, pareciera que no tuviera criterio propio...
Eso nos ha hecho creer... Él no recibe órdenes, él mismo se da órdenes.
Es un hombre bastante atractivo, llama la atención en cualquier lugar, las mujeres, no importa si son casadas, viudas o solteras, e incluso, solo en noviazgo, hacen que voltee y admiren su belleza, una belleza mentirosa, oscura y perversa.
La belleza de una persona no siempre trae buenas cosas.
Con dicha belleza, capturaba sus víctimas y la madre de su hija era una de ellas. Letty, mujer de 29 años, años de su muerte, iba a cumplir 31, murió antes del cumpleaños número 5 de su hija, actualmente ya tendría 6 o 7 años, no conozco en qué año nació la niña.
Ellos dos se conocieron en una universidad, donde se supone, el mediano iba a hacer una licenciatura... Solo era para buscar más presas.
—Es la única forma de buscar más presas, hermanito —comenta el mayor en el asiento del conductor.
—¿Por qué no va este idiota? —pregunta a la defensiva, mirando al menor en el asiento de atrás.
Él le saca la lengua, sigue siendo cinco menor que él.
—De mí no sospechan por estar rondando en el mismo parque y universidad de siempre, estúpido —lo fulmina con la mirada, él solo sonríe con arrogancia—. Tu cometiste ese error, ahora tú mismo lo pagas.
—Solo apurate y conoce alguna chica, inventa cualquier cosa —interviene algo molesto el mayor.
Los demás hermanos miran al mayor confundidos, observan que está pegado al celular frustrado y no deja de teclear.
—Dejame adivinar, ¿Hades?
—Ojalá fuera solo él, el mismo trío metiéndose en problemas por culpa de los chicos de los otros Orfanatos.
—No se supone que, ¿está prohibido que los niños de otros Orfanatos estén en el Central? —pregunta el menor acercándose al mayor como puede.
