CAPITULO 44

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Leto

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Leto


—Leto...

—Ares, guarda silencio —le susurro tapando su boca con mis manos—, si nos encontran, no nos dará tiempo de ir por los suministro al otro lado del Orfanato.

Todos estamos escondidos detrás de los estantes de la biblioteca que usábamos para la educación que recibimos de niños. Queda más cerca del otro lado del Orfanato, pero Alvize, al igual que Dimyran y Cutek encontraron rápido el orfanato y en especial al gato negro... Mi animalito... Está bajo sus manos, Dimyran lo tiene amarrado con unas cuerdas oxidadas, él chilla para que lo suelten.

Lo dejaron encima de la mesa asegurándose de que no se aleje de ellos, en especial Dimyran que le está poniendo atención en todo momento.

Por favor... Que no te hagan daño, se los suplico...

Me da por mirar la ventana, seguimos de noche, creo que apenas es medianoche, aunque frunzo el ceño algo confundida... ¿Por qué hay tantas estrellas en el cielo a estas horas? A la medianoche no se pueden apreciar las estrellas en el cielo nocturno. Esto es extraño, bastante extraño. Al igual que el bosque... ¿Desde cuando Firial tiene un bosque tan cerca a la ciudad y que es muy parecido... Al de mi niñez...?

Ahora que lo pienso, nosotros estamos en el Orfanato Central, pero eso es imposible si estamos en... ¡Mierda!

¡Pero soy una estupida!

Ya no estamos en Firial... ¿Cómo olvide ese dato tan importante?

Era bastante obvio. Desde que llegué, los atardeceres que observaba por las ventanas de las cabañas eran completamente diferentes a los que veía en mi casa de Firial, al igual que las noches, en Snicke se ven más las estrellas que en Firial...

¿Cómo Erik terminó aquí?

Su hija...

Oh... Volviste, ya se me hacía raro que no hablaras, pero volviendo al gran... Vino a visitar la tumba de su supuesta hija muerta, claro, a él lo secuestraron a la misma vez que a nosotros y deduzco que lo dejaron tirado por acá, antes de irse habrá querido visitar la tumba vacía de sí hija.

Miro a mis espaldas observando a los tres hombres mirando por todo lados. Excepto Erik que está pendiente de los pasos de Alvize al igual que yo, sus ojos están perdidos en las estanterías que se mueven con cada paso pesado de mi padre... Sus ojos, el brillo que desprende sus ojos me deja intranquila.

No es el mismo Erik, como si algo de él se estuviera corrompiendo o ya estuviera dañado, esto me trae recuerdos de mis dibujos...

El primero que hice fue de un hombre, que pensándolo con claridad, tiene gran parentesco con Erik, pero ese hombre era malo... Debo estar alucinando, el golpe en mi cabeza me debe estar afectando.

Maldición RotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora