CAPITULO 23

29 1 0
                                    

Elizabeth

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Elizabeth

—¿Qué le mandaste a comprar a Ares? —pregunta Hades entrando a la cocina, olvide que estaba en la sala.

A propósito sin camisa, todo feliz caminando por la casa sin camisa.

—Unas cosas para una bebida medicinal tradicional —respondo hirviendo un poco de agua para hacer agua de panela.

—¿No hay de eso aquí? —abre un cajón de arriba, buscando lo que parece que voy a nombrar— Seguro encontrarás lo que necesitas, mis padres adoptivos compran cualquier cosa innecesaria.

—¿Jengibre y limón?

—No.

Cierra el cajón y se abraza a sí mismo, me quedo viendo con los brazos cruzados.

—¿Qué?

—Enfermo, con semejante tos y sin un abrigo o por lo menos una camisa —señaló y él baja la mirada a su abdomen, luego, me mira con una sonrisa inocente—. Ponte alguna camisa ya sea de tirantes o algo parecido.

—No quiero, tengo calor por la fiebre.

—Mentiroso, la fiebre te da escalofríos no calor.

—Tal vez —se baja y se coloca detrás mío.

—¿Ahora que ha-

No logro terminar porque sus brazos me rodean por la cintura y me aprietan. Su calor corporal me inunda y no se porque, pero es cómodo, siento su respiración en mi nuca, esto es... No se como describirlo.

Por la ventana de la cocina, esta lloviendo un poco y observo como una neblina invade las ventanas y las de otras personas desde la cocina... Es tranquilizador esta escena.

Pongo mis manos sobre las suyas acariciando sus venas notorias, él me deja, a pesar de que detesta el contacto físico no se queja, ahora que lo noto, se hizo un nuevo tatuaje en la mano y también es un dragón, está ubicado en su antebrazo izquierdo.

—¿Sabías que el dragón en tu antebrazo derecho complemente la mía?

—¿En serio?

—Si...

—¿Es nuevo? No te lo había visto.

—Me lo hice hace dos semanas —susurra cerca de mi odio, me pone un poco nerviosa tenerlo tan cerca—. No sabía que te gustaban los tatuajes.

—Solo me lo hice porque me llamaba la atención y mi padre me dio permiso, así que aproveche.

—Lo hiciste después de que te salieras de la casa por culpa de tu madrastra.

—Ni me la nombres —reniego molesta recordando todo—. Me los hice con tu amigo Bernal y su pareja, más no sabía que este complementa el tuyo.

Con mi dedo recorro su tatuaje de serpiente Hasta ahora lo noto, es más gruesa en su brazo, a comparación de la mía, se ve dominante. Su otro brazo aprieta más mi cintura mientras gruñe.

Maldición RotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora