Capítulo 2

630 31 19
                                    

Darren

ㅡ¡Mujer acaba de avergonzar al sucesor del honorable chef Henderson! ㅡMi amigo empieza a soltar una carcajada luego de haber leído en voz alta la noticia que, prácticamente ya estaba por todo el internetㅡ. De verdad no me imagino que te haya lanzado toda esa agua.

Andrew volvió de la cocina con una botella de whisky en sus manos, con la expresión de duda tras ver que el otro no paraba de reír.

ㅡ¿De qué te ríes?

Liam le pasa el celular para que supiera lo que estaba ocurriendo. Abrió la boca, como si estuviera sorprendido.

ㅡ¿Es verdad?

Detuve el movimiento del palo de billar para observar a mis dos supuestos amigos, que en estos momentos sólo resultaban estar molestando más que apoyar.

ㅡ¿Podrían dejar de hablar sobre ese tema? ㅡDe nuevo me puse en posición para golpear la bola, pudiendo embocar todas en un solo golpeㅡ. Aún tengo tiempo para echarlos de mi casa.

ㅡTranquilo, fiera. ㅡAndrew levanta ambos brazos.

ㅡSí, además siempre recibes regalos por parte de tus admiradoras ㅡLiam me pasa un vaso con la bebidaㅡ, y no todos los días recibes un chapuzón por toda tu cara.

Agarré el vaso, y bebí todo el whisky en un sorbo. Estaba cabreado, y no sólo por la situación, sino con aquella mujer que se las arregló para hacer un escándalo. ¿Acaso planeó para que aquellos dos sujetos ingresaran a mi restaurante para armar todo eso?

Mientras no volviese a aparecer en mi camino, estaba todo bien, sobre todo cuando estoy en proceso de conseguir la última estrella que faltaba a mi restaurante. Y era esa la razón por la que más enojo me daba. ¿Era necesario todo ese alboroto?

Mis dos amigos siguieron jugando al billar, y en ese instante me dirigí a servirme de nuevo la bebida. Necesitaba un respiro, pero no era el momento, aun no, y más cuando debía de arreglar todo aquel desastre.

ㅡ¿Pensando en aquella mujer? ㅡAndrew se situó a mi lado frente al ventanalㅡ. Si quieres puedo averiguar su nombre.

Lo miré, hastiado.

ㅡYa tengo demasiadas cosas como para estar lidiando con ella.

Liam se acercó hasta mí, dándome palmadas sobre el hombro, antes de encender el cigarrillo que llevaba en la boca.

ㅡTal vez tuvo sus razones, ¿no lo crees? ㅡExhaló todo el humo que llevaba dentroㅡ. No creo que lo haya hecho a propósito.

Dejé el vaso sobre la mesa, soltando un suspiro. Los dejé en medio de la sala para ir a hacer una llamada. De verdad necesitaba tomar un respiro, antes de que mi cabreo supere los límites.

A la mañana siguiente, me desperté por el insistente sonido de mi alarma, y también por los mensajes y llamadas que estaba recibiendo.

Saqué el brazo izquierdo situado debajo de la almohada para estirarme a apagar la alarma, y ver de qué se trataba todo esto. Cuando apenas abrí los ojos, me encontré con más de veinte llamadas perdidas, y una cantidad máxima de mensajes que no solía recibir si no era de suma urgencia.

Me levanté abruptamente al ver la noticia de la cual me estaban informando. Era grave, bastante grave como para poder perder estrellas en vez de ganarlas.

El escándalo de aquella noche estaba corriendo por todas partes, incluso había llegado a manos de críticos gastronómicos. Y sabía todo lo que acarreaba aquella situación. Debía de pensar con suma cautela lo que debía de hacer, antes de que llegara muy lejos.

El Sazón de la Moda©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora