Capítulo 9

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Madelyn

Estaba intentando voltear el panqueque desde la sartén, pero en el primer intento se ha estropeado, por lo que tuve que apresurarme a descartar toda la masa, para agregar de nuevo otra tanda.

Era un domingo para tratar sobre lo sucedido el día anterior, sin embargo, tenía ciertas dudas de cómo íbamos a proceder a salir siendo que vivíamos en una rutina totalmente diferente. Jamás se me pasó por la cabeza que Darren hubiera planteado aquella solución, de las miles que podíamos buscar, encontró la que nos involucraba de una forma que era de suma importancia poner ambas partes. Y eso no es todo, aun me cuestionaba el porqué de haber accedido. ¿Acaso no quería a nadie que estuviera interfiriendo en mi camino?

El chofer del taxi estuvo esperando por mí durante la noche anterior, y cuando apenas había subido a su auto, recordé que no tenía el número de Darren, por lo que tuve que apresurarme a ir a pedírselo. Aun me acordaba la expresión del conductor, como si ya estaba perdiendo la paciencia. Gracias a ello, pudimos llegar a un acuerdo de encontrarnos hoy, y poder hablar con más calma.

Emma estaba tratando de disminuir los malos comentarios que iban dirigidos hacia mí, usando día y noche su blog. Constantemente le decía que los dejara pasar y que no les diera mucha importancia, pero sabía cómo era ella, no se detendría hasta poder poner en lugar a aquellas personas maliciosas.

Bien, al parecer el segundo panqueque tampoco resultó con éxito, por lo que nuevamente tuve que descartarlo. Creo que me quedaría sin desayunar, con tan solo una taza de café y con un vaso de jugo.

Al intentar preparar el otro panqueque ㅡEsperando a que ya fuera el que podría comerㅡ, el sonido del timbre hizo que detuviera mi movimiento. Apagué la hornalla, limpiándome las manos con un trapo de cocina antes de ir a ver de quien se trataba.

Cuando apenas abrí la puerta, vi a Darren con ropa deportiva, haciendo que maldijera internamente por seguir llevando el pijama puesta. Levantó algunas bolsas que traía en manos, y no tuve otra opción que dejarlo pasar.

ㅡ¿Acaso habías pedido la dirección de mi casa para hablar aquí? ㅡquise saber, yendo hacia la cocina. Vi cómo dejó las cosas sobre la mesada, quedándose de pie.

ㅡSólo tengo tiempo ahora. Después tengo que ir a trabajar. ㅡEmpezó a rebuscar en las bolsas para sacar algunas cajas de estaㅡ. Traje algo para que pudieras desayunar.

Asentí, dándole la espalda para observar a la pobre masa de los panqueques que estaban en espera.

ㅡPor lo menos no sólo voy a desayunar café ㅡVolteé, caminando hasta la mesada y ver que habían dentro de las cajasㅡ. Uy, no soy amante de las donas.

Una de las comisuras de sus labios se extendió, ㅡNo sabía qué te gustaba.

ㅡSi de comidas dulces se tratan, en primer lugar están los piononos. ㅡAbrí la otra caja, viendo que en esta habían medialunasㅡ. Gracias por esto.

ㅡLo tendré en cuenta ㅡMe echó un último vistazo antes de caminar al costado de la mesada y pasar al otro lado en donde me encontrabaㅡ. ¿Qué intentabas preparar?

Dejé algunas medialunas sobre un plato, soltando un suspiro.

ㅡPanqueques.

ㅡDudo mucho de que esto sea un panqueque ㅡbromeó, tras mirar la masa descartada. Retiró un pequeño pedazo de éste, llevando hasta su boca para probarloㅡ. Bastante crudo, pero el sabor está bien.

Me acerqué hasta su costado, para también darle un bocado. Fruncí el ceño mientras masticaba. Deseaba tener la máquina para hacer panqueques, pero aun no tuve la oportunidad de ir a comprarlo, me ahorraría toda esta situación.

El Sazón de la Moda©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora