Capítulo 14

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Madelyn

Estaba esperando frente a la preparatoria de Joe para poder hablar con él ㅡDebido a que no podía esperar a encontrarme con mi hermanoㅡ. La noche anterior me había dejado bastante preocupada por no saber donde se podía encontrar, y aun seguía estando sorprendida por el hecho de estar en la casa de Darren, ¿desde cuándo se conocían para llegar hasta ello?

A lo lejos vi a un grupo de chicos; quienes reían y conversaban, pero alguien se posicionó delante de mí, cubriendo aquella vista. ¿Por qué de todas las personas debía de ser Jonah?

ㅡMaddy, ¡hola!

Le sonreí, algo incómoda, ㅡNo pensé encontrarte aquí.

ㅡNi yo ㅡAcomodó la mochila que llevaba puesta sobre la espaldaㅡ. Conseguí un trabajo aquí en el comedor. Luego de mucho tiempo, logré ingresar aquí.

ㅡEso es muy bueno. Estoy feliz por ti.

ㅡ¿Esperabas a alguien? Si no, podemos ir a comer algo, ¿qué dices?

Empecé a negar con la cabeza, dando un vistazo rápido hacia el grupo que ahora ya no estaba alrededor, sin haber ningún rastro de mi hermano.

ㅡPodemos ir otro día, Jonah ㅡplanteé, volviendo a posar la vista sobre élㅡ. Estoy buscando a alguien, sólo por eso.

Él terminó accediendo, y cuando se despidió de mí, no dudé en comenzar a caminar hacia la parada de autobuses con la esperanza de encontrarlo ahí, en cambio, eran otro grupo de estudiantes y nada más. Maldecí por haberlo perdido de vista, y no quería llegar al punto de llamar a la persona menos indicada en este asunto, aunque por ahora creía que él era quien desataba cierta confianza con Joe.

Pese a no querer hacerlo, no tuve otra opción, por lo que saqué el celular de mi cartera y marqué el número de la persona que más quería evitar. No contestó en el primer llamado, esperé unos minutos para volver a intentarlo, y en el tercer intento fue cuando cogió la llamada.

¿Qué?

Volteé los ojos por la forma en la que contestó, ㅡ¿Sabes dónde está Joe?

¿Acaso soy su niñero?

ㅡOh, vamos. Sólo, estoy preguntando ㅡdije, yendo a sentarme sobre el asiento de la paradaㅡ. Lo estaba esperando frente a su preparatoria y lo perdí de vista.

¿Sigues ahí?

ㅡSí.

Tras escuchar una afirmación por su parte, cortó la llamada. ¿Qué tenían con cortarme cada vez que hablábamos a través del teléfono? No tuve idea del porqué seguía esperando como si él vendría aquí, pero apenas vi un auto que me resultaba conocido estacionarse al costado de la acera, supe de quien se trataba.

Cuando bajó la ventanilla del copiloto, vi al hombre de mis pesadillas. Sólo al verlo mi cuerpo reaccionaba de una forma poco habitual, y era eso el mayor temor que padecía al estar a su alrededor, el hecho de haber sobrepasado los límites de nuestro plan, me hacía sentir que fallé ante esto.

ㅡ¿Has venido sólo para decirme que no sabes donde se encuentra mi hermano?

Lo escuché soltar un resoplido, ㅡ¿Planeas quedarte ahí?

¿Por qué sentía como si este momento se repetía al igual que aquel día en el que vino la tormenta? Bueno, una vez más dejé de perder el tiempo y accedí a subir a su auto, encontrándome con la cosa más bella estando en la parte trasera de su coche. Su pelaje brillaba por todas partes, moviendo la cola, feliz. No tardé en llevar mi mano sobre él, murmurando una que otra palabra difícil de descifrar.

El Sazón de la Moda©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora