Madelyn
Borraba una y otra vez el boceto que estaba tratando de plasmar sobre el cuaderno. No tenía la concentración adecuada para estar trabajando, sobre todo cuando de un domingo se trataba.
Debía de estar en casa preparando todo para la bienvenida de mis padres, en cambio, por el mal humor con el que amanecí no tenía cabeza para poder enfocarme en otra cosa que no fuera salir de ahí. Y al parecer estar en mi boutique tratando de encontrar un diseño adecuado para el vestido de mi hermana tampoco era una buena idea.
Trataba de no recordar lo sucedido anoche, pero me era casi imposible. Aquel Darren Henderson empezaba a colarse en mi cabeza hasta el punto de querer averiguar quién era realmente, y más el porqué de toda la emoción de las otras personas al verlo. Ni que fuera alguien de clase alta ㅡaunque lo parecía, especialmente si era el hijo de Thomasㅡ, aunque aquello no era razón para que todos lo trataran como el único ser de la tierra.
Lo más probable es que muchos estaban detrás de su dinero, y sea el motivo por el cual todos querían caerle bien. Pero lo odiaba, de verdad lo hacía, hasta el punto de no estar con una pizca de arrepentimiento por haberle lanzado toda esa agua. ¿Lo volvería hacer? Sin dudarlo.
Detuve los trazos que estaba realizando, viendo los garabatos que estaban sobre este. ¿Tanta rabia me daba el recordarlo? ¿O también era una mezcla de lo que pasó con Malcolm la noche en la que volvimos a encontrarnos?
Aún recordaba cada palabra que mencionó mi exnovio, haciendo que nuestra conversación tan pacífica llegase a un punto de no querer volver a verlo.
ㅡ¿Quieres que te acerque a algún lado?
ㅡNo te preocupes ㅡAcomodé la cartera sobre mi hombroㅡ. Quizás llame a algún taxi para que me lleve.
Malcolm llevó la vista hacia el bar mientras las personas salían y volvían a entrar como todos los sábados. Volvió hacia mí, soltando un suspiro.
ㅡ¿Puedo decirte algo?
Asentí.
ㅡ¿Por qué no volvemos? ㅡMe quedé lo bastante quieta para procesar lo que acabó de mencionarㅡ. Sé que habíamos terminado hace tiempo, pero ninguno ha estado con nadie. ¿No crees que estemos destinados a estar juntos?
De ninguna manera. Absolutamente no.
ㅡMira, ahora somos lo bastante maduros para llevar algo más serio de lo que llevábamos durante la universidad ㅡcontinuó, tratando de juntar nuestras manosㅡ. Además, tengo dinero como para poder mantenerte y que vivas de manera tranquila.
Me solté de forma brusca, retrocediendo unos pasos, ㅡ¿Te estás escuchando?
ㅡMaddy...
ㅡ¿Por qué tienes que arruinar nuestro encuentro preguntando algo sin sentido?
Intenta acercarse, pero lo detengo, dejándolo con el ceño fruncido. De igual manera, proseguí:
ㅡNunca has aprendido de que no necesito que me traten como alguien vulnerable y sumisa, porque no lo soy. Y eso fue uno de los factores por el cual tuvimos que terminar.
»Tú escogiste tu camino, y yo el mío. No vengas a tratar de querer alejarme de lo que realmente me apasiona hacer por el simple hecho de querer mantenerme, porque lo que menos necesito de ti, es tu dinero.
Él empieza a negar, empezando a reír de forma grotesca.
ㅡGuau, realmente has cambiado, ¿eh? No me sorprende que estés así de sola. ¿Quién te querría? ㅡMira hacia la calle, antes de mirarme de nuevoㅡ. Creo que perdí el tiempo preguntándote aquello. Pues bien, tú te lo pierdes Madelyn.
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El Sazón de la Moda©
RomanceMadelyn Baker está tan enfocada en sus propios diseños, hasta el punto de hablar solo de moda. Por otra parte, el aficionado Darren Henderson, está centrado solamente en llevar a lo más alto su carrera culinaria ignorando a todo lo que se le oponga...