Darren
Me encontraba en medio de una reunión, tratando de elaborar nuevos proyectos para lo que respecta a mi restaurante. Ya pasaron como dos horas que había dejado a Madelyn en la casa de sus padres, recordando cómo bajó del auto, no pudiendo evitar reír ante aquello.
Sin embargo, algo no me cuadraba tras haber escuchado aquella conversación de ella con aquel sujeto. ¿Cómo podía saber yo si de verdad estaba expresando sus disculpas de forma sincera, y que no estaba tratando de persuadirla con esa historia para que vuelva con él? Motivos tras motivos iban carcomiendo mi cabeza durante un largo periodo de tiempo, incluso estar pensando en eso durante la reunión.
ㅡTal vez añadir ese plato sea una opción correcta ㅡdijo el chef de partie.
Observaba cada nuevo menú que me presentaban, y las nuevas opciones de restauraciones que planteaban. He estado trabajando día y noche para hacer crecer lo que forma parte de mi vida, enfocándome netamente en esto y para esto. Pero el hecho de que en estos momentos mi celular no paraba de vibrar, anunciando la llamada de un número desconocido estaba empezando a sacarme de mis casillas.
Corté la llamada, y apagué mi celular, prestando atención de nuevo a cada palabra que mencionaban todos los que formaban parte de la reunión. Rechazando algunas ideas, y aceptando algunas que quizás sí podrían mejorar más de la cuenta lo que ya construimos hasta ahora.
Toda mi atención seguía puesta en el diseño del plato de comida que no me dejaba dormir hasta el punto de querer lograr con aquel objetivo. Era un plato especial en el que tal vez me ayudaría a obtener la tercera estrella Michelin, y cuando eso suceda, sabré que cada esfuerzo pudo valer cada segundo en lo que estuve trabajando con éste.
La reunión llegó a su fin, en lo que cada uno de los que estuvieron presentes, volvieron a sus puestos, de manera a terminar lo que restaba de la noche antes del horario de salida. Fui a mi oficina a dejar algunos documentos, para luego ir a la cocina, y durante el transcurso de ese movimiento, prendí nuevamente mi celular para saber de qué se trataba aquel alboroto de llamadas. Al parecer cesaron, estando tranquilo por esa parte.
Cuando llegó el horario de salida, siendo las once de la noche, una vez que terminé de cambiar mi uniforme, fui hasta el estacionamiento, subí a mi auto, y en ese ínterin mi celular volvió a sonar anunciando la llamada de aquel número desconocido. Suspiré, cabreado, decidiendo acabar con ello.
ㅡ¿Sí?
ㅡ¡Darren! Hasta que por fin contestas.
ㅡ¿Puedo saber quién habla?
Escuché un chasquido de lengua, ㅡNo me tienes registrada, ¿verdad? Lo supuse. Soy Emma, la amiga de Madelyn.
ㅡAh, Emma. ¿Puedo ayudarte con algo? ㅡEncendí el coche, poniendo la llamada desde ahí y en altavoz. Dejé mi celular a un lado, empezando a conducir.
ㅡMira, lamento haber sido insistente, pero estoy fuera del país unos días, y Matthew fue a llevar a su sobrino a la casa de sus abuelos. ㅡEscuché algunas bocinas de fondo, mientras ella hablabaㅡ. Lo que sucede es que Maddy está sola en casa y no sé si sigue viva. La llamé ochocientas veces y no contesta.
ㅡ¿Y por qué no llamas a alguien más?
ㅡPorque Joe está en la casa de uno de sus amigos y me dijo que la última vez que la vio fue tapada en su cama, y Allyson está fuera de la ciudad con su prometido. Vamos, Darren, por más que seas su novio falso puedes ir a ver si ella se encuentra bien.
No pude evitar volver a soltar un suspiro, doblando a la derecha cuando debía de seguir el camino recto de la carretera. Tan solo mencioné a la amiga de Madelyn que le iba a avisar cualquier cosa, para luego cortar con la llamada sin esperar otra palabra por su parte.
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El Sazón de la Moda©
RomanceMadelyn Baker está tan enfocada en sus propios diseños, hasta el punto de hablar solo de moda. Por otra parte, el aficionado Darren Henderson, está centrado solamente en llevar a lo más alto su carrera culinaria ignorando a todo lo que se le oponga...