Capítulo 29

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Madelyn

Darren estuvo de viaje durante casi un mes y medio, y entre ellos incluía la reunión de todos los chefs de distintos países, aunque éste sólo duraba una semana, sin embargo, hubo una razón más para que él permaneciera allí. No supe el porqué, y tampoco me lo dijo. Tendía a preocuparme de vez en cuando, y si no estaba tan ocupada con el trabajo, aquello iba a terminar por consumirme.

Hasta donde sabía, Darren no volvió a tener uno de sus ataques como la última vez, estando agradecida por ello. El terror en sus ojos, ese reflejo de ausencia y de ahogo aun transmitían cierto estremecimiento por todo mi cuerpo al recordarlo. En su oficina ya lo vi así, pero no como esa mañana que fue como si cabía cierta posibilidad de perderlo allí mismo. ¿Qué fue lo que pasó para que permanezca en ese estado cuando se mencionaba sobre su pasado? ¿Qué tenía que ver Jacob en todo esto? Me cuestionaba día y noche, como si tratara de comprender cierta parte de lo que sucedía.

A veces me sentía como si sólo fuese alguien que no podía hacer nada para ayudarlo. Toda situación estaba fuera del alcance de mis manos; aun así, permanecía al margen de todo esto. Le daba el tiempo necesario para que él ordenara todos sus miedos y que algún día pudiese contármelo. Él seguía sin hacerlo. Todas las llamadas que tuvimos durante este lapso de tiempo él trataba de evadir temas que no quería hablar, como si no estaba en confianza o si no se sentía cómodo al dialogar conmigo. Traté de dejar de tener todo tipo de pensamiento que me llevaran a decirme que esto era sólo una pérdida de tiempo y nada más. No obstante, para mí no lo era, definitivamente no lo estaba siendo, pese a empezar a creer que así iba encaminándose.

Durante estos meses que pasaron, no hubo ninguna señal malintencionada en mi contra. Mi tienda volvió a abrirse, y los clientes no tardaron en aparecer. Mis compañeras de trabajo comenzaron a seguir confeccionando las prendas, sobre todo ahora cuando ya faltaba menos de un mes para que llegase diciembre y exhibamos la nueva colección. Fue por ello que agradecí cada minuto por mantener a mi mente en un lugar que me apasionaba estar, de manera a seguir con cada pensamiento innecesario.

Respecto a mi familia, todo permanecía igual: Joe seguía sin hablar con papá, y nuestra madre sólo ignoraba la actitud indiferente de él, aun cuando en el fondo era ella quien gritaba para sacar toda la rabia contenida. Allyson en cambio, sólo se mantenía fuera de la línea, no expresaba algún parecer, queriendo que esto no se agrave y no arruine la relación que llevábamos. Pero ¿cómo haríamos que esto funcionara si no teníamos la mínima idea de lo que ocurría? Por supuesto ahora ella deleitaba su nueva vida con William, y no envidiaba aquello, sino el hecho de que mi hermana sólo buscaba la forma de meterse con nuestra familia para solucionar algo que al parecer ya se destruyó hace tiempo.

Si queríamos que esto avance, era necesario estar dispuestos a soltar muchas cosas para poder avanzar. Dejar lo que nos costaba ser libres de las ataduras que al final sólo nos hacía mal. Para luchar contra ello debíamos de unirnos para lograr que nada malo pase; pero, todos tenían una idea en claro, y nadie era capaz de ceder ante ello para no dejar que esto siga destruyéndose.

Me sentía sola en ese aspecto. Nadie era capaz de escuchar lo que me tragaba cada nuevo día, y si llenaba a Darren de esto, sólo terminaría por abrumarlo más de la cuenta, siendo incapaz de poder soportar si él se volvía a encerrar en todo lo que le costaba lidiar. Por lo tanto, me guardaba todo, avanzando con la mirada al frente. No había porqué preocuparse, todo se solucionaría y me reiría de esto. Quizá era lo que yo deseaba.

ㅡMadelyn ㅡinterrumpió Sarah, con una carpeta en manos y la respiración agitadaㅡ. Disculpa que te interrumpa, pero el señor Duncan Miller está aquí.

Dejé el lápiz a un costado con el que estaba dibujando en el cuaderno de bocetos. La miré con el entrecejo fruncido. ¿Habrá venido debido a que no participé del evento de su hijo? No, no podría ser eso. Ya pasó casi un mes de que ya se llevó a cabo dicha invitación, la cual su esposa sólo hizo que huyera de allí.

El Sazón de la Moda©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora