Capítulo 54

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Madelyn

Mamá nos acomodaba nuestras vestimentas a mis hermanos y a mí, como si fuéramos niños a punto de ir al primer día del kínder. Desde que hablamos con ella respecto a la inesperada visita de papá, decidió que debíamos de hacer un encuentro en familia. Todos. Sin ninguna excusa o queja, y en eso incluía a nuestro queridísimo invitado que, Joe ya estaba asesinando con la mirada apenas lo vio ingresar a través de la puerta del restaurante. Tan solo esperaba que la velada de esta noche terminara de una manera pacífica.

Sé que ya pasaron dos semanas desde que papá apareció en mi casa. Dos semanas en las que Darren se había ido y lo extrañaba, tal que para mí era como si hubiese pasado más de un año. Me había ayudado a lidiar con conservar la calma y mentalizarme de que todo iba a estar bien, incluso lo seguía haciendo cuando el tiempo disponía para nosotros de hacer una videollamada. Sin embargo, la necesidad de sentir su abrazo o escuchar su voz de cerca me hacía tanta falta.

Alejé aquel pensamiento cuando el notorio e incómodo silencio se hizo presente a nuestro alrededor, siendo el camarero quien interrumpió para hacerse presente y asegurar de que él estaría a cargo de nuestra mesa. Mamá y papá se lo agradecieron al igual, mirándose cuando sus voces se mezclaron. Vale. Si no decíamos una palabra en los siguientes tres segundos, esto no iba a terminar para nada bien, sobre todo cuando Allyson sostuvo de la camisa de Joe para que no abandonara la supuesta cena familiar.

—Me alegra saber que hayas aceptado este encuentro, Isabel. —Papá intentó abrazar a mamá, pero ella sólo lo recibió con un asentimiento e indicación para que tomara asiento. Él se acomodó la camisa que llevaba puesta, nervioso. Al momento en el que se sentó, comenzó a dar un vistazo entre nosotros, tardando unos minutos más en Joe, para luego carraspear y dar una sonrisa—. Sé que mi visita fue algo inesperada, y saber que han querido llevar a cabo esto me puso muy contento.

—¿No piensas que algunos acudieron solo por obligación...? ¡Ah, mierda! —Joe estaba a mi lado, por ello, no dudé en pellizcar el muslo de mi hermano para que mantuviera la boca cerrada. Por su mirada hacia mí, entendí que luego debería de darle una clara excusa de por qué no lo ayudaba. Bueno, también quería largarme de aquí, a fin de cuentas me parecía una carga de conciencia; pero el hecho de enfrentarnos a esto, quizá era algo para resolver cierto conflicto, ¿o no?—. Qué agradable visita, papá. No sabes cuanto me encanta de que estés con nosotros después de haber obligado a Madelyn y a Allyson a casarse sólo por tu maldito bienestar. Eres el mejor.

—Joe —advirtió mamá, y este se encogió de hombros desviando la vista hacia la ventana.

—Se nota que algo no ha cambiado.

—Papá, ¿qué cuentas? ¿Qué estás haciendo ahora? —Allyson fue la que tomó la iniciativa de que no se comenzara a armar una disputa entre nuestro hermano y progenitor. Sí, parece que algo no ha cambiado, y ese algo era papá. De verdad había creído que su regreso por lo menos iba a ser más llevadero; todo lo contrario, era igual, o peor. Al parecer todo lo que vivió todavía no lo hizo caer en la realidad—. Maddy me ha dicho que conseguiste un trabajo en el campo. ¿Qué cultivas?

—Bueno, es lo que hay —respondió, mientras se servía un vaso con agua—. Fue un cambio inesperado. Es agotador, sí, pero por lo menos he conseguido sembrar bastante maíz.

—Eso... Eso es bueno. —Mi pierna recibió un leve empujón por parte de mi hermana, pidiendo que siguiera con la conversación. Dios, ¿por qué yo? Todos mis recursos fueron agotados aquella mañana cuando él decidió suspender mi día libre con Darren, y vaya susto me había pegado esa vez—. Ah, por cierto. —Gracias al cielo recordó algún dato para continuar. Sacó el celular de su bolsillo, y lo pasó sobre la mesa hasta papá—. Mira, ella es Ellie, mi hija.

El Sazón de la Moda©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora