Llevo un par de años saliendo con Rodri, nos conocimos en una cafetería de Madrid, yo salía de la cafetería y el entraba y chocamos. A partir de ahí empezó todo, el se estaba divorciando de su mujer y yo acaba de salir de una relación y entre los dos nos ayudamos. Me enamoré de él y sentí que había conocido al amor de mi vida pero todo se fue a la mierda cuando lo convocaron para la copa América. Empezamos a vernos menos, no nos escribimos mucho ni prácticamente nos llamábamos. Al principio no le di mucha importancia, yo pensabas que era por que el estaba concentrado con los entrenamientos y enfocado en la selección. Pero luego de unos meses todo me empezó a oler mal y muchas cosas no me cuadraban. Cosas como que me decía que estaba con los chicos y luego hablaba con algunos de la scaloneta y me decían que no estaba con ellos.
Creo que muy dentro de mi sabe que me esta engañando y se que algunos de los chicos lo sabe, pero claramente no me lo van a decir ya que Rodri es su amigo. Así que me he decido a verlo con mis propios ojos, es decir volar a Argentina y descubrirlo con la manos en la masa.
Al llegar a Buenos Aires, en el Aeropuerto me espera Antonella, la mujer de Messi. Desde que la había conocido me había llevado muy bien con ella, era un amiga y la única que sabia que estaba ahí. Ella me había apoyado y ella también pensaba que me engañaba pero que no lo sabia 100 %. Me había vendió a recoger junto a sus preciosos hijos. y juntos nos dirigimos a donde la scaloneta entrenaba. Al llegar nos dijimos a una sala donde hay varios de la selección tomando mate y charlando. Al verme se sorprenden y veo com Dybala se levanta y se dirige a hasta donde estoy yo. Dybala y yo nos llevábamos bastante bien, se podría decir que éramos amigos.
- _____, que haces aquí ?- dice Dybala sorprendido.
- Hola Paulo, como estas? yo estoy muy bien, gracias por preguntar- digo sonriendo y cruzándome brazos.
- Hmm si, como estás?
- Bien, donde esta mi novio ?
- Bueno...mmm... no lo sé- dice nervioso.
- Pues si no lo sabes llévame a su habitación y lo esperare ahí.
- NO- dice con un tono bastante alto.
- Por que no - digo cruzándome de brazos.
- Hmmm, por que... ehh... por que están limpiando las habitaciones- dice mientras como los otros afirman lo que Paulo acaba de decir.
- Tu te crees que yo soy gilipollas?
- Que- dice confundido.
- Vamos, tu te crees que me voy a creer eso- digo seria.
- Ehhh si .
- Simplemente llévame a la habitación.
- Pero-
- Paulo, se que me esta engañando, no hace falta que lo cubrías más- digo cansada de la situación.
- Yo...
- No hace falta que digas nada, solo llévame a su habitación.
- Sígueme- dice Paulo mirándome.
Comenzamos a andar en silencio, mientras pienso como voy a enfrontar la situación. Tenia ganas de llorar y de romper todo. Tenia el corazón totalmente roto.
- Hemos llegado - dice Paulo parándose delante de la puerta.
- Gracias - digo sonriéndole.
- ______ ,lo siento muchísimo, el es nuestro amigo y -
- Lo entiendo Paulo, no pasa nada- digo siendo sincera.
- Bien, luego hablamos, si necesitas algo estamos abajo - dice sonriéndome y dándose la vuelta para irse.