Jude Bellingham

3.8K 93 2
                                    

Había algo mágico en la forma en que Jude y yo nos mirábamos. Desde el primer momento en que cruzamos nuestras miradas, supe que mi vida estaba a punto de cambiar. Él era un torbellino de emociones en constante movimiento, y yo era la tranquila corriente que encontró su cauce en su presencia.

Una tarde, nos encontramos en el parque, bajo la sombra de un antiguo roble. La brisa suave acariciaba nuestros rostros mientras nuestras risas llenaban el aire. Jude tenía ese don de hacerme sentir viva con tan solo una mirada, como si cada momento a su lado fuera una aventura en sí misma.

— ¿Sabes? — me dijo, tomando mi mano suavemente —. No puedo dejar de pensar en ti. Eres como esa canción que se queda en la cabeza todo el día.

Sonreí, sintiéndome abrumada por la dicha.

— Tú también rondas en mi mente constantemente. Eres mi melodía favorita.

Jude me miró con esos ojos llenos de ternura y pasión, como si estuviera tratando de descifrar los secretos de mi alma.

— ¿Te imaginas si nuestras vidas fueran un libro? — preguntó, su voz llena de emoción —. Creo que cada capítulo sería una historia de nosotros dos.

Asentí, emocionada por la idea de un futuro juntos.

— Sí, y en cada página encontraríamos momentos que nos hicieron más fuertes, más unidos.

Nos quedamos en silencio por un momento, disfrutando de la conexión silenciosa que solo los enamorados entienden.

— Eres mi mejor amigo, mi confidente, y el amor de mi vida, todo en uno — le confesé, sintiendo que cada palabra sellaba nuestro destino.

Jude me tomó en sus brazos, sus labios encontraron los míos en un beso lleno de promesas.

— No puedo esperar para vivir todas esas historias a tu lado. Eres mi aventura favorita.

Los meses pasaron como un suave susurro, y Jude y yo continuamos construyendo nuestra historia de amor. Cada día era una nueva aventura, y cada noche era un capítulo más que añadíamos a nuestro libro compartido. Nos apoyamos mutuamente en los desafíos, celebramos los triunfos y encontramos consuelo en los abrazos compartidos durante las noches más oscuras.

Una tarde, mientras caminábamos por la playa, nuestras manos entrelazadas, Jude rompió el silencio con una pregunta que cambiaría el rumbo de nuestras vidas.

— ¿Te imaginas si pudiéramos recorrer el mundo juntos? — preguntó, sus ojos brillando con anticipación.

Miré hacia el horizonte, donde el sol se sumergía en el mar, pintando el cielo con tonos cálidos.

— Sería maravilloso. Descubrir nuevos lugares, conocer diferentes culturas... ¿te imaginas cuántas historias podríamos agregar a nuestro libro?

Jude sonrió, su entusiasmo reflejándose en cada línea de su rostro.

— Podríamos tener un capítulo dedicado a cada rincón del mundo que exploremos juntos, cada experiencia sería única.

Con el tiempo, nuestras vidas se convirtieron en una colección de capítulos memorables. Desde las calles adoquinadas de ciudades europeas hasta las selvas tropicales del sudeste asiático, exploramos el mundo como dos almas aventureras que se complementaban a la perfección.

En una tranquila noche en París, bajo la luz de la Torre Eiffel, Jude me tomó de las manos y me miró con una intensidad renovada.

— ¿Recuerdas cuando hablamos de nuestras vidas como un libro? — preguntó.

Asentí, sintiendo la magia del momento.

— Pues bien, creo que es hora de escribir un nuevo capítulo, uno que hable de un compromiso para toda la vida.

Sacó un pequeño estuche de su bolsillo, revelando un anillo que brillaba con la promesa de un futuro juntos.

— ¿Te gustaría ser mi compañera de aventuras para siempre?

Mis ojos se llenaron de lágrimas de felicidad mientras asentía con emoción.

— Sí, Jude, sí. Eres mi amor, mi mejor amigo y mi historia favorita. Estoy lista para este nuevo capítulo contigo.

Y así, bajo el resplandor de la ciudad del amor, comenzamos un nuevo capítulo, más profundo y emocionante que cualquier otro. Jude y yo nos embarcamos en la mayor aventura de todas: construir una vida juntos, llena de amor, risas y las páginas infinitas de nuestra historia de amor interminable.

One shots futbolistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora