- Nicolas - digo viendo a Nico apoyado en la barandilla del mirador.
- Has venido ? - dice dándose la vuelta para mirarme y ver que seguía igual de guapo.
- Como no iba venir - digo acercándome hacia donde el estaba.
- Pensaba que después de todo no querías verme la cara.
- Y no te equivocas pero a pesar de todo eres la persona que me más he amado en mi vida- digo poniéndome a su lado y apoyándome también en la barandilla.
- Tu también eres la persona que más amado pero hicimos las cosas tan mal.
- Lo sé pero antes de todo quiero saber por que me has hecho venir aquí - digo mirando esos ojos que tanto me encantaba mirar.
- Me voy a casar - dice muy rápido haciendo que yo me quedara en total shock por lo que acaba de decir.
- Ehh, supongo que me alegro - digo sin saber que decir.
- Gracias supongo - dice confundido.
- Te casas con Celeste, verdad ? - digo sintiendo mi corazón un poco oprimido.
- Si
- Bien, supongo que no tengo nada más que hablar contigo- digo dándome la vuelta para irme.
- Quiero que vengas a mi boda - dice haciendo que me de la vuelta extrañada por su invitación.
- Nico, no puedo ir - digo negando con la cabeza.
- Por que ? es un día importante para mi y quiero que estes ahí.
- Por que eso me destrozaría por dentro Nico, no podría resistir que el amor de mi vida se casara con otra, no puedo Nico, lo siento - digo para correr a mi coche y salir de ahí lo antes posible.
De ese día hace ya 7 años y se que Nico se ha casado y que ha tenido una linda familia junto a Celeste. Y bueno yo he ido de chico en chico sin encontrar alguien que realmente encajara conmigo como lo hacia Ota.
También le he escrito una carta cada año que ha pasado y aunque nunca se las he llegado a enviar, siempre me ha gustado escribirlas y dejar una parte mía ahí. Mi hermana siempre me ha dicho que pare de escribir esas cartas por que me hacen no soltarlo y puede que tenga razón pero para mi son una vida de escape, son como un diario, unas cartas que contienen gran parte de mi.
- Angelaaa, has visto la caja donde guardo las cartas - chillo a mi hermana desesperada por que no encuentro la caja con todas las cartas.
- Joder Angela contéstame - digo volviendo a chillar mientras revuelo todo mi armario.
- Se las he envidado - dice mi hermana entrado a mi armario.
- Que se las has envidado a quien ? - digo en un tono desesperado.
- Pues a quien va ser tonta, a Nicolás - dice con un tono de obviedad.
- Pero que cojones Angela. No tenias ningún derecho a enviárselas- digo enfadada y sintiendo como mi corazón estaba apunto de salirse de mi pecho.
- Por dios ____ , llevas 7 años siendo una cagada al no decirle que aun sigues enamorada de él y que aún sigue siendo el amor de tu vida.
- Y QUE , que aún siga enamorada de él, yo no quiera destrozar una familia, joder - digo totalmente histérica y dando vueltas alrededor de mi habitación para poder calmarme.
- Lo siento, yo solo quiera ayudarte - dice mi hermana con los ojos llorosos.
- Lo siento yo por haberte hablado así, se que siempre me intentas ayudar y te lo agradezco pero aún así deberías a ver sabido que esas cartas pueden traerme muchos problemas - digo mientras abrazo a mi hermana.
- Lo siento de verdad _____ - dice llorando en mi hombro.
- De verdad que no pasa nada, ya intentaremos arreglarlo juntas como siempre, ahora vete que tus amigas te están esperando abajo - digo separándome de ella y secándole las lagrimas.
- Te quiero, eres la mejor hermana del mundo.
-Yo también te quiero - digo dejándole un pequeño beso en la frente.
- Por cierto, me quedo a dormir en casa de Alice - dice saliendo de mi armario.
- Bien, ves con cuidado y si necesitas algo llámame - digo chillando para que me escuche.
Escucho como mi hermana cierra la puerta y es ahí cuando me derrumbo y pienso en mil cosas que podrán pasar cuando Ota lea las cartas, si no lo ha hecho ya. Al rato ya me encontraba mejor y estaba viendo una serie mientras comia helado hasta que escucho que alguien llama la puerta varias veces. Así que me levanto a abrir la puerta y lo veo.
- Nico, que haces aquí ? - digo totalmente confundida.
- He leído todas tus cartas.
- Lo suponía y lo siento pero se suponía que esas cartas nunca las leerías.
- No tienes por que disculparte, yo también estuve escribiendo para ti- dice sacando unas cartas de la caja y entregándomelas.
Las coja y dejo que Ota pasa dentro de mi apartamento para estar más cómodos y me siento en el sofá junto a él.
- Te he causado problemas en tu matrimonio por las cartas ? - digo un poco asustada por su respuesta.
- Para nada, además Celeste y yo ya llevamos un mes divorciados.
- Enserio, no lo sabia - digo totalmente sorprendida.
- Bueno normal que no lo supieras, aún no lo hemos anunciado pero no creo que tardemos mucho.
- Lo siento por lo de tu matrimonio.
- No pasa nada, son cosas que pasan y además ella no es el amor de mi vida, eres tu. Por eso estoy aquí.
- Yo...
- Se que sigo siendo el amor de tu vida y que aún sigues enamorada de mi por todo lo que pone en las cartas y quiero que sepas que es totalmente correspondido, que yo aún sigo enamorado de ti- dice cogiéndome las manos y acariciándolas.
- Te amo Nico - digo viendo como sus ojos brillan al verme ,como lo hacen los mismo al verlo.
- Yo también te amo y por eso quiero pasar el resto de mi vida a tu lado- dice juntando nuestros labios en un beso desesperado.