Pasaron años desde nuestra última conversación y el encuentro inesperado en el parque. Durante ese tiempo, me dediqué a construir una vida plena y satisfactoria para mí misma en Barcelona. Donde encontré el amor en los brazos de Pedri, un futbolista talentoso del FC Barcelona, y juntos creamos una relación llena de amor, confianza y complicidad.
Fue en una glamorosa gala de premios para futbolistas donde nuestros caminos se cruzaron una vez más. Mientras caminaba por la alfombra roja, rodeada de luces deslumbrantes y flashes de cámaras, me encontré con Jude, quien me miraba con una expresión de sorpresa y admiración.
— ______, wow, te ves increíble —dijo Jude, su voz llena de asombro mientras me miraba de arriba abajo con admiración.
Sonreí con cortesía, sintiéndome segura y empoderada en mi elegante vestido de noche.
—Gracias, Jude. ¿Qué te trae por aquí? —pregunté, tratando de mantener la conversación en un tono neutral.
Jude se aclaró la garganta, su mirada buscando la mía con determinación.
—Quería verte, hablar contigo. He pensado mucho en ti en estos últimos años, y me di cuenta de que cometí un gran error al dejarte ir. ¿Podríamos hablar en privado? —dijo, su voz llena de súplica mientras buscaba mi complicidad.
Sentí un nudo en el estómago al escuchar sus palabras, recordando el dolor que me causó en el pasado. Pero también recordé el amor que una vez sentí por él y la conexión que compartimos.
—Lo siento, Jude, pero ya no hay nada que hablar entre nosotros. He seguido adelante con mi vida, y ahora estoy feliz con Pedri. Te deseo lo mejor, pero no hay lugar para ti en mi futuro —respondí con firmeza, mi voz reflejando mi determinación.
Jude parecía aturdido por mi rechazo, pero asintió con tristeza, reconociendo mi decisión.
—Lo entiendo, _______. No quería molestarte, pero necesitaba intentarlo. Te deseo toda la felicidad del mundo con Pedri —dijo, su voz llena de resignación mientras se alejaba lentamente.
Observé su partida con una mezcla de emociones, sintiendo una sensación de alivio al saber que había tomado la decisión correcta al seguir adelante con mi vida. Miré a mi alrededor, rodeada de lujo y esplendor, y supe que estaba exactamente donde pertenecía, en el presente, construyendo un futuro brillante junto a Pedri.
Y mientras caminaba por la alfombra roja, con la cabeza en alto y el corazón lleno de gratitud y amor, supe que había encontrado mi verdadera felicidad, y nada ni nadie podría arrebatármela jamás. Porque cuando se trata del amor, a veces tienes que dejar ir al pasado para encontrar la verdadera felicidad en el presente. Y eso es exactamente lo que hice.
