Escucho como alguien grita mi nombre a lo lejos, se perfectamente a quien pertenece esa voz y no quiero hablar con él ahora, se lo que me va a decir, que no me tendría que haber enamorado de alguien que era mucho más mayor que yo y tenia ya la vida resuelta, a diferencia que yo que solo tenia 20 años y me quedaba muchas cosas por vivir.
- Va dale, boluda salí de donde estes - dice la voz mientras me busca por la casa.
- Déjame en paz, no quiero hablar contigo - digo chillando para que me escuche.
Escucho como entra en la habitación y abre el closet y me ve.
- Va morocha, no estés así, el no merece tus lágrimas - dice mientras se sienta a mi lado.
- Es que tenias razón Enzo y yo no te hice ni puto caso- digo secándome las lágrimas y poniendo mi cabeza en su pecho.
- No pasa nada, yo estoy aquí para ti - dice mientras acaricia mi cabeza.
- Por que no puedo enamorarme de chicos como tu- digo frustrada.
- Ojalá - dice susurrando para que no lo escuche y aún así lo escucho.
- Enzo - digo llamando su atención.
- Si
- Podrías quedarte a dormir conmigo, no quiero dormir sola - digo acurrucándome en su pecho.
- Claro que si - dice acercándome más a el.
Nos pasamos un rato en silencio, los dos abrazados, hasta que me quede dormida en su pecho.
- Buenos días morocha - dice dejando un beso en mi mejilla.
- Buenos días Enzo, gracias por quedarte, te quiero - digo devolviéndole beso en la mejilla.
- Yo también te quiero - dice dándome una pequeña sonrisa.
- Que te parece si te invito a comer ? - digo mientras me levanto de la cama.
- Me parece bien, pero antes tengo que decirte algo ? - dice con un poco de nerviosismo.
- El que ? - digo sintiendo como mi corazón se acelera con nerviosismo.
- Me gustas.
- Yo....
- Entiendo si tu no sientes lo mismo por mi pero quería decírtelo ya que llevo muchos tiempo guardando este sentimiento por ti - dice mirándome.
- Enzo tu también me gustas y no te lo había dicho por que pensaba que no sentirías los mismo que yo y por eso he estado saliendo con todos esos chicos para poder olvidar el sentimiento que tengo por ti - digo acercándome a él.
Entonces Enzo pone sus manos en mi cintura y me acerca a él para juntar nuestros labios en un increíble.