Jack Grealish

1.5K 36 0
                                    

Jack, un talentoso futbolista de 28 años, estaba viviendo el sueño de jugar en un equipo de élite. Sin embargo, su éxito en el campo contrastaba con las dificultades que enfrentaba en su vida amorosa. Su relación con _____ , una estudiante de arte de 21 años, había llegado a un punto crítico.

Un día, después de un partido agotador, Jack decidió hablar con ______ sobre sus preocupaciones. La relación había estado tensa últimamente, y sentía que algo estaba mal.

- ______, necesitamos hablar - dice suspirando.

- ¿Qué pasa, Jack? - digo mirándolo con una expresión seria.

- Siento que las cosas entre nosotros no están bien. Hace tiempo que no nos entendemos - dice titubeando.

- ¿Y eso es sorpresa para ti? Estás constantemente concentrado en tu carrera, y apenas tenemos tiempo para nosotros- digo frunciendo en ceño.

- Lo sé, ____. El fútbol ocupa gran parte de mi vida, pero es mi trabajo, es mi pasión.

- Pero yo también necesito tiempo y atención, Jack. No puedo seguir sintiendo que siempre estoy en segundo plano- digo frustrada.

- Comprendo que sea difícil para ti, pero el fútbol es mi vida. Si queremos que esto funcione, necesito que lo entiendas- dice tratandose de explicar

- Jack, no sé si puedo seguir lidiando con esto. Me siento sola y descuidada - digo con tristeza y con un gran dolor en el corazón.

- No quiero que te sientas así, _____, pero no sé cómo cambiar las cosas. No puedo renunciar a mi carrera - dice resignado.

- Tal vez necesitas decidir qué es más importante para ti, Jack. ¿Tu carrera o nuestra relación? - digo mirándolo a los ojos.

Jack se quedó en silencio, enfrentándose a una decisión difícil. La tensión en la habitación era palpable mientras ambos se miraban con expresiones de tristeza y resignación.

- No quiero perderte, _____, pero no sé qué hacer - dice sin saber que hacer.

- Creo que ya tomaste tu decisión, Jack - digo con lágrmias en los ojos.

La conversación dejó a ambos con corazones pesados, y aunque Jack continuó con su carrera exitosa en el fútbol, la relación con ______ llegó a su fin. A medida que cada uno tomaba caminos separados, quedaron con el dolor de un amor que no pudo superar las diferencias y las prioridades divergentes.

Quince años después, la vida había llevado a Jack y ______ por caminos separados. Jack continuó brillando en el mundo del fútbol, ganando reconocimiento y admiración, mientras que ______ se convirtió en una exitosa artista. Ambos construyeron familias por separado, pero el recuerdo de su historia compartida seguía presente.

Un día, el destino los llevó a encontrarse en una exposición de arte en la que _____ estaba exhibiendo sus obras. Jack, ahora con una familia propia, se sorprendió al verla.

- ______, ¿eres tú? - dice incrédulo.

- Hola, Jack. Sí, soy yo. Ha pasado tanto tiempo - digo sonriendo con nostaliga.

La conversación fluyó entre risas, recuerdos compartidos y, aunque ambos intentaron disimularlo, no podían ocultar la chispa que aún existía entre ellos.

- Sigues siendo increíble en lo que haces - dice mirando las obras.

- Gracias, Jack. Y tú, sigue ha sido un gran ícono en el fútbol - digo agrecida.

A medida que hablaban, no pudieron evitar recordar los momentos felices que compartieron en el pasado. Sin embargo, la realidad de sus vidas actuales también se hizo evidente cuando compartieron historias sobre sus respectivas familias.

- Tengo una esposa y tres hijos ahora. La familia es lo más importante para mí -dice serio.

- Yo también. Tengo un esposo maravilloso y una nena. La familia es una bendición -digo asistiendo.

A pesar de la alegría de haber encontrado el éxito y la felicidad en sus vidas actuales, ambos experimentaron un atisbo de melancolía por lo que pudo haber sido.

- A veces me pregunto qué habría pasado si las cosas hubieran sido diferentes entre nosotros - dice suspirnado.

- Lo mismo me pasa a mí, Jack. Pero nuestras vidas tomaron rumbos diferentes - digo nostálgica.

Aunque ambos sentían una conexión profunda, sabían que la realidad de sus compromisos actuales impedía que pudieran estar juntos. Después de pasar un rato compartiendo historias y risas, se despidieron con un abrazo lleno de emociones mezcladas.

- Cuida de ti, _____- dice con cierta tristeza.

- Tú también, Jack. Que tengas una vida llena de alegría - digo también con cierta tristeza.

Caminaron en direcciones opuestas, llevándose consigo el peso de un amor que no podía ser reavivado. El encuentro sirvió como un recordatorio agridulce de que, a veces, aunque el amor perdure, las circunstancias de la vida pueden impedir que dos almas destinadas estén juntas.

One shots futbolistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora