Capítulo 27

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— Si algo he aprendido es que, para que un grupo funcione, la comunicación debe ser recíproca. Me he pasado toda mi vida escuchando a gente decir que era mejor no saber el final de la historia pues, de lo contrario, estaría desprotegida. Sé que soy el nexo, sé que soy lo que buscan ahora mismo. Pero también sé que esto que tengo aquí - me señalé el brazo - puede acercarnos todavía más a ellos.

— ¿Cómo has sabido lo de Centella? - Jimin se dirigió a mí.

— Digamos que no fue muy complicado. Una secta me hace llegar una invitación a un evento cuya sala se denomina NOX y cuyo lema es iluminar a la población. Hace unos años leí algo parecido en unos documentos que estaban sobre la mesa de mi padre. Siempre he sido muy cotilla y revisar documentos confidenciales ha sido toda una afición para mí. Cuando ninguno de los dos estaba en casa, aprovechaba mis ratos libres para acceder al despacho de mi padre. Siempre me han visto como una chica normal que vivía en su propio mundo. Lo que no sabían es que yo también vivía en el suyo.

La sala enmudeció por completo y seguían parados esperando que continuase con lo que estaba contándoles.

— El problema es que mis padres contrataban cada cierto tiempo a personas para que me cuidasen mientras estaba en casa. Eso siempre me había resultado chocante, pues me veían como una niña tranquila; aún así, necesitaban que alguien me cuidase. ¿Por qué iban a hacerlo si no había nada que esconder? ¿O realmente tenían miedo de que me enterase de algo? - había abandonado el atril y ahora caminaba de un lado a otro - Dado que cada vez la presencia de cuidadores era mayor, decidí optar por tomar fotos de todo aquello que iba observando. Centella, luz... Esas eran las palabras más repetidas en esos documentos. No comprendía nada pero, aun así, había algo en mí que me empujaba a querer saber más. Pero, un día, me di cuenta de que mi padre cerraba la puerta con llave al salir y el acceso quedaba restringido completamente.

— ¿Qué hiciste para poder entrar? - Taehyung quería saber más.

— ¿Qué hice? No os lo vais a imaginar - estallé en carcajadas - Tuve que investigar a través de Internet remedios que ayudasen a crear un estado de sueño absoluto.

— ¿Por qué harías eso? ¿Qué sentido tiene en todo esto? - Jungkook no entendía a qué venía aquello.

— ¿Por qué? Venga chicos, ¡no es difícil!

— Para adormecer a esos extraños cuidadores - dijo Ava al instante.

— ¡Biiiiiiiiiiiingo! Me gusta como piensas - le guiñé el ojo y continué - Según Internet, para preparar esa pócima tenía que hacer uso de hiervas aromáticas difíciles de conseguir. ¿A dónde iba a ir si no conocía a nadie ni ningún lugar que me ayudase a lograr mi objetivo? - hice una pausa - Busqué mucho, pasé días revisando y, antes de marcharme a dormir, me preocupaba por limpiar el historial de búsquedas sospechosas. ¿Por qué una niña de 16 años querría saber eso?

— ¿Desconfiaste de tus padres? - la pregunta de Jin me pilló por sorpresa.

— Al principio le quité importancia pero, con el transcurso de los días, sentía que las cosas no estaban en su sitio. ¿Alguna vez habéis tenido la extraña sensación de que hay un pequeño detalle que no está igual que antes? Bien, pues eso me sucedía a mí. Mientras seguía explorando las opciones de encontrar los ingredientes adecuados, opté por instalar una pequeña cámara en mi habitación, a penas imperceptible, con el fin de descubrir quien estaba detrás de todo eso.

— ¿Diste con el culpable? - Namjoon estaba fascinado y su necesidad de saber más iba en aumento.

— ¿No os han dicho nunca que no os debéis fiar ni de vuestra propia sombra? - todos asintieron - Revisé las grabaciones diarias, tanto de día como de noche, y, mientras estaba en el instituto, alguien bastante conocido se colaba en mi ordenador. Se suponía que se había despedido hacía horas de mí para largarse al trabajo pero, cómo no, me sentí traicionada por mi propia madre - puse una mano en mi pecho para dramatizar el momento aunque una carcajada difuminó ese instante - Oh, mi madre, mi maravillosa madre. Esa que te dice te quiero con una falsa sonrisa mientras introduce en tu plato de comida pequeñas dosis de un extraño producto para hacerte olvidar.

— ¿Cómo te diste cuenta de ello si se supone que buscaba borrar recuerdos? - Ava no comprendía ese punto.

— Al principio, pensé que había cambiado sus recetas para darle un toque nuevo. Siempre le preguntaba y se excusaba diciéndome que no, que quizás era mi paladar el que me estaba jugando una mala pasada. Pero yo sabía que mentía porque se detectar al mentiroso. - observé a Jungkook un largo rato - El sabor era muy sutil pero había algo que destacaba. En los momentos en que se ausentaba durante un corto período de tiempo, me dirigía a la cocina y siempre encontraba algunos restos de polvo sobre la encimera. Rebusqué entre la basura pero sabía que no iba a ponérmelo tan fácil. Sabía que el tiempo jugaba en mi contra y que debía actuar lo más normal posible, para que no sospecharan nada. La parte positiva en todo esto es que ella era médico y, muchas noches, no pasaba por casa, pues hacía guardias. Poco a poco fui recopilando restos de ese polvo para saber más.

— ¿Cómo estás tan segura de que era médico? Si te mintieron en otras cosas, esa podría ser otra más - Suga quería ir más allá.

— Su título sobre la pared valida, en cierto modo, su relato. Pero, a pesar de querer saber más, lo único que podría ayudarme era acceder al despacho de mi padre.

Me serví agua e hice una pausa. Necesitaba descansar pero también quería contarles más, compartir mis descubrimientos. Ava detectó mi cansancio y se dirigió hacia el escenario. Apoyó su mano sobre mi hombro en señal de ánimo y me relevó.

— Muchas gracias Chloe por compartir esta pequeña información realmente valiosa. ¿Quieres que continuemos otro día?

Asentí por completo.

— ¡Bien! Podéis retiraros - todos seguían sentados esperando algo - Mañana miércoles te someteremos a la cirugía de la que te hablé para quitar de ti ese extraño objeto que habita en tu brazo.

La información me pilló por sorpresa pero, aún así, agradecí que fueran a eliminar eso de mí.

Cuando la luz te encuentreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora