Capítulo 34

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El cúmulo de sensaciones vividas en pocas horas nos obligó a mantenernos en silencio. Nadie decía nada por miedo a ser irrelevante. Seguimos andando hacia adelante tratando de encontrar la salida, pero un sonido constante nos detuvo.

— Parad. ¿Estáis escuchando eso? - Taehyung evitó respirar un instante para oír mejor el pitido.

Jamás había presenciado cómo sonaba una bomba que estaba a punto de estallar, pero el poco cine de acción que había visto me alertaba de que, tal vez, era eso. Ya estábamos al otro lado de la puerta tratando de atravesar el último pasillo antes de llegar al ascensor que nos condujera al exterior. Taehyung se separó un instante de nosotros para tratar de entender la procedencia de aquel extraño ruido. Una humareda empezó a emanar de algún rincón extraño y fue lo que nos avisó de que, tal vez, era mejor huir de allí. Cuanto antes.

Nos precipitamos hacia la salida comprobado que nada se nos había caído y nos montamos en el ascensor roñoso: era la única forma de escapar de aquel pozo sin fondo. El chirrido del hierro oxidado nos impacientó. Al llegar al final, salimos empujados por el olor insoportable a causa del humo inexplicable que había aparecido anteriormente.

No sabíamos exactamente cuánto tiempo quedaba para huir de allí pero empezamos a correr como si no hubiera un mañana. Una mano me agarró fuerte obligándome a moverme más deprisa y fue cuando levanté la cabeza que reparé en que se trataba de Jungkook. Con una corta sonrisa me transmitió que realmente teníamos poco tiempo y él iba a ayudarme para no quedarme atrás. Eso, de alguna forma, me permitía entender que le importaba lo suficiente como para auxiliarme como lo estaba haciendo ahora mismo. Mi mente revoloteó, de nuevo, en el instante en que me defendió.

"Solo te pido que cuando hables de ella, moderes tu vocabulario."

Luego caí en la cuenta de que no era un mero gesto de educación o de respeto hacia mí. Pensé en que ese mensaje debía ser algo más pues, cuando fui descubierta en las sombras mientras boxeaba, me sorprendió que afirmara que se percataba de mí cuando estaba presente. Y, desde entonces, atesoré esos momentos reproduciéndolos una y otra vez en mi mente, hasta que estaba lo suficientemente agotada y el sueño terminaba venciéndome.

Seguimos corriendo como si nos fuera la vida en ello. De repente, el polvo se fue disipando y en la lejanía observamos un todoterreno negro esperándonos.

— Vamos, ya queda menos - Taehyung, a la cabeza, nos motivaba para que no nos detuviéramos.

Los hombres que estaban en el exterior controlando el área con sus imponentes armas empezaron a apuntar y dispararnos. Nos sentimos con la obligación de escondernos en los pocos sitios en que era posible, siendo conscientes de que no nos quedaba mucho tiempo: no podíamos permitirnos salir heridos ahora mismo. Era una misión de vida o muerte.

De repente, una fuerte explosión procedente del lugar del que habíamos escapado se originó y una polvareda se levantó impidiendo la visibilidad. Varios estruendos metálicos se produjeron a continuación y supusimos que el tendido metálico electrificado había quedado destruido.

— Tenemos que seguir - susurró Jungkook en mi oído.

Ambos nos levantamos y seguimos corriendo con tal de encontrar nuestra salvación momentánea. A pesar de los obstáculos y el rumor de los disparos al aire, logramos entrar dentro del automóvil. Me sentía agotada pero aliviada de que, por fin, me encontrara a salvo. Cerramos las puertas, nos pusimos el cinturón de seguridad y nos dejamos llevar. El sonido general de la respiración en el ambiente me permitió comprender que todos estábamos agotados, por lo que no hicieron falta las palabras para comprobarlo.

El trayecto fue mudo pero el estruendo de un gran avión sobrevolando los aires y tapándonos cualquier espacio de luz, provocó que Taehyung se detuviera en seco. Las hélices de aquel medio de transporte al cual no supe cómo denominar, nos ensordeció lo suficiente como para ponernos en alerta y entender que estábamos en peligro.

— Mierda, son ellos. Tendremos que ir por otra zona más escondida que impida que nos topemos con alguien con quien no deseamos encontrarnos - Taehyung rezumaba enfado.

— Probablemente toda la ciudad esté ocupada y no podamos escaparnos tan fácilmente - explicó Namjoon.

— Aun así, sé un lugar donde podemos estar a salvo y podamos pasar la noche aunque sea.

Encontró un atajo. Se trataba de un camino rocoso pero bastante oculto que permitía que nos mantuviésemos camuflados. Pero, tras un trayecto recorrido, Suga alertó de que algo no estaba yendo por el buen camino. Señaló en una dirección y nos sentimos obligados a visualizar aquello que estaba ocurriendo en el exterior.

— No puede ser.

Nos quedamos fríos.

Londres, a lo lejos, lucía destruida. El cielo era ocre y los estruendos de las sirenas en la lejanía confirmó que, realmente, todo había sido ocupado.

El mundo, desde aquí afuera, se percibía distinto. Todo era caos y desolación.

Entonces nos percatamos de que, a pesar de todo, nosotros seguíamos unidos tratando de luchar contra ese grupo de personas que estaban haciendo todo lo posible para destruir cada rincón.

Y, aun así, íbamos a hacer justicia aunando fuerzas.

Porque es así como se ganaba toda batalla.

Cuando la luz te encuentreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora