— A ver si lo he entendido bien: me estáis diciendo que hace 18 años decidieron crearme en un laboratorio. La finalidad era incluir en mi organismo una cura que, posteriormente, usarían para fines poco morales y mi vida acabaría. Por ende, crearon un mecanismo capaz no solo de extraer información mía sino de ubicarme. Luego apareció Ava, que se hizo pasar por una dulce estudiante y trató de hacerse mi amiga rápidamente. Pero mi cuestión radica en: ¿cómo no os habéis podido dar cuenta? - estaba de pie, al otro lado de la pizarra, mientras me dirigía a ellos.
— ¿De qué exactamente nos teníamos que dar cuenta? - preguntó Taehyung.
— Antes habéis hablado de las características que debe tener el buen líder de una secta: convincente, persuasivo y carismático - todos seguían en silencio - ¿Aún seguís sin caer?
Antes de seguir hablando, Namjoon me interrumpió porque, al parecer, su bombilla también se había encendido.
— La tuvimos delante y no nos dimos cuenta. ¡Claro chicos! Lo que dice Chloe tiene mucho sentido: Ava siempre se ha caracterizado por ser una líder nata. Hasta en la base anterior supo manejarnos a su antojo todo el tiempo. Ella es la líder de LUX o, al menos, la líder visible.
— ¡Eso es! - expresé con satisfacción - Pero otra cuestión que tengo: ¿por qué precisamente fui yo la elegida y no otra persona?
— Esta organización no es nueva, sino que se remonta a más de cincuenta años atrás y, de alguna manera, ha pasado de los hijos a los nietos de los propios fundadores. Algo que valoraban enormemente para probar la lealtad de los propios miembros era haciendo un sacrificio. Uno relacionado contigo. Debían dar a luz a la humanoide perfecta y ese mismo sacrificio, posteriormente, acabaría matándote. Por desgracia, esa eres tú - expresó Dafne, aunque presentí una mueca de dolor por su parte.
— Debían hacer un sacrificio de sangre. Por eso me invitaron a la fiesta porque, en realidad, para ellos sí lo era. Significaría una victoria para LUX y estar un paso más cerca de obtener lo que buscaban - murmuré para mis adentros.
Durante este mes anterior, habían pasado del silencio absoluto a contarme todo lo que no sabía. Era como arrojar luz a las constantes dudas que me habían surgido durante todo este tiempo. Ahora comprendía a ciencia cierta a qué nos estábamos enfrentando y lo peligrosos que eran. Era más consciente de por qué todos se opusieron, en un principio, a la idea de presentarme a la fiesta: la probabilidad de haber salido mal crecía por momentos en mi mente al pensarlo.
El reloj marcaba las dos de la tarde y el sonido de mi estómago me avisaba de que era momento de llenarlo de comida.
— Vamos a hacer una pausa larga y nos reuniremos de nuevo mañana, chicos - explicó al grupo - Ah y Chloe: me alegra que nos hayas dado la oportunidad de explicarte todo lo que está ocurriendo a día de hoy. Mereces saberlo, de verdad.
La abracé en señal de despedida y se perdió por el mismo lugar por el que entró. Fuimos poniendo en orden la amplia sala y preparando la mesa para comer. Mi mente daba vueltas ante la gran cantidad de información que ahora estaba almacenada. Pensaba que aquello era peligroso, pero todo esto superaba con creces lo que me había imaginado.
La comida transcurrió con total normalidad. Conversamos, nos deleitamos con memorias del pasado y dejamos de lado lo que estaba ocurriendo. Si había algo con lo que disfrutaba realmente era con la importancia de despejar la mente evitando hablar, constantemente, acerca de lo malo. El mundo no era un lugar hermoso y me había dado cuenta de ello. Lo que permitía hacerlo bonito era la compañía y los buenos momentos que experimentabas entre tanta maldad humana.
Y, mientras observaba la escena de todos riendo y disfrutando de ese instante pasajero, me di cuenta de que no necesitaba nada más para ser feliz. Allí lo tenía todo.
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Cuando la luz te encuentre
FanfictionLo que parecía normal realmente no lo era y no fue hasta los 18 que pude descubrir que vivía en una completa mentira. Todo aquello que creí real era fruto únicamente de mi imaginación. Sin darme cuenta, mis decisiones no eran cosa mía sino de esos q...