Capítulo 89

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Seguíamos allí dentro. A pesar de haber dado con la respuesta, había nuevas dudas amontonándose en mi mente.

— ¿De dónde sacaste esa linterna?

— Digamos que la tomé prestada - dijo girándose para mirarme - La vi en su día en el laboratorio y tuve el presentimiento de que se trataba de un objeto valioso. Y, desde entonces, me acompaña. ¡Nunca sabes cuando vas a recibir un mensaje encriptado!

Me quedé más tranquila, pues me recordaba a esos instantes de las películas donde había un problema y, mágicamente, aparecía la herramienta necesaria para resolverlo. Ahora ya sabíamos hacia donde dirigirnos ya que, probablemente, la idea de Ava era engañarnos para que cayésemos en su trampa. No se acordaba que, nosotros, íbamos siempre un paso por delante. Quizás su plan malévolo era atraernos a su prisión, obtener lo que deseaba y sacrificarnos de alguna forma. Pero no estaba teniendo en cuenta que ya no podía conseguir aquello que anhelaba: había sido eliminado.

Me detuve a mirar a Jungkook. Había algo en él diferente: era como si hubiera cambiado en estos últimos días. Intenté ignorarlo pero era imposible: mis ojos acababan posados en uno de sus brazos. Resultaba extraño, pues iba con una camiseta de manga larga que impedía ver más allá pero, aún así, mi intuición me decía que allí había algo distinto.

— ¿Podrías enseñarme tu brazo al descubierto? - corté la conversación que ambos estaban teniendo.

— ¿A qué viene eso?

— Necesito comprobar una cosa y solo puedo hacerlo si me muestras tu brazo.

Ambos se miraron sin comprender nada de lo que estaba diciendo. Quizás pensaban que era una necesidad extraña que tenía para poder seguir existiendo. Pero no se trataba de alabar su cuerpo, sino de comprobar algo que continuaba generándome ciertas dudas.

Terminó accediendo sin oponer resistencia y traté de mentalizarme para no ponerme nerviosa. Mi deber ahora era ver si estaba en lo cierto o no. Él, en cambio, disfrutaba con la mirada que le estaba echando, pero preferí hacerme la tonta, como si no fuera consciente de la manera en como estaba mirándome.

Cuando terminó de quitarse la camiseta, Namjoon se puso a mi lado derecho para tratar de comprender qué era lo que necesitaba ver con urgencia. Primero me detuve a ver su brazo derecho y, tras no detectar nada que me llamara especialmente la atención, posé mi mirada en su brazo izquierdo. Al principio nada había cambiado pero, tras mirarlo con detenimiento, supe que allí había algo que faltaba.

— Lo sabía. Mi intuición no me ha fallado - dije con alegría.

— ¿A qué te refieres, Chloe? - preguntó Namjoon mirándome de reojo.

— La marca - giré para mirarlo - Su marca ha desaparecido. Justo como pasó con la mía.

Se hizo el silencio. Por sus expresiones faciales pude comprender que estaban tratando de asimilar aquello que acababa de decir. Y, cuando parecía que sus bombillas se habían iluminado por completo, ambos se miraron fijamente.

— Mi oscuridad ha desaparecido finalmente - la voz de Jungkook era inestable.

La emoción que había en sus palabras terminó inundándonos a todos. Cada vez el camino se iba acortando y quedaba menos para llegar a la meta. Eso nos producía satisfacción, pues era el claro signo de que las cosas se estaban haciendo bien. A veces, como individuos, tomamos decisiones a ciegas para tratar de solucionar los problemas del día a día. Desconocemos si estas van a surtir efecto pero, por contra, sentimos la necesidad de hacerlo porque tenemos la sensación de que eso va a ser lo correcto. Y, a pesar de que la probabilidad de ganar no sea muy elevada, seguimos sintiendo que saltar es lo adecuado. Pero hay que aprender a saltar en el momento indicado y sabiendo que, esto, nos va a permitir tener más confianza en nosotros mismos. Aunque, en ocasiones, nos olvidamos de que no se trata de precipitarse únicamente: primero hay que comprobar que haya agua que pueda amortiguar la caída para evitar salir heridos.

El miedo que había en su mirada desde el minuto uno de conocerlo también parecía haberse disipado. En aquel chico podía ver una evolución natural. No solo era su maldición la que había desaparecido para siempre, sino que la coraza que llevaba siempre consigo había acabado rompiéndose por completo. Era como el collar que habíamos logrado quebrar: aunque pensamos que era imposible hacerlo, terminó resquebrajándose en millones de piezas diferentes hasta mostrar su interior.

Su abrazo nos pilló por sorpresa. Estaba temblando y el lamento que pude escuchar a continuación era su forma más genuina de sentirse agradecido. Nos mantuvimos así durante un largo instante y, cuando sintió que era el momento, se separó de nosotros. Decidimos no intervenir, para darle todo el tiempo del mundo a recomponerse. Había millones de emociones en el ambiente y la emoción terminó inundándonos tanto a Namjoon como a mí. Nos secamos las lágrimas como pudimos.

— Solo puedo daros las gracias por ser una parte importante de mí - dijo más calmado - Me ayudasteis a salir de aquel pozo. Me siento más libre y más feliz al saber que ya no voy a tener que seguir tomando nada para seguir reduciendo mi oscuridad.

— Cuando estuviste inconsciente pude sentir que todavía quedaba algo allí dentro. Pero tú luchaste hasta el final, no te resististe. Estabas sufriendo y, aún sabiendo la dificultad de ello, llegaste a la meta. Realmente supiste utilizar todas esas herramientas de las que disponías para liberarte - expresé.

— Pude hacerlo porque te mantuviste a mi lado. Chloe, nunca te rendiste conmigo, a pesar de que sabías que era un caso perdido - dijo mirándome.

— Y jamás me rendiré. Sois importantes para mí y me pondré en peligro si eso significa daros mi tiempo para ayudaros. Eso es lo que hacen los amigos. Estar ahí en la dificultad. Para lo bueno está todo el mundo. Realmente demuestras mucho como individuo cuando eres capaz de arriesgar todo por alguien que también es capaz de arriesgar todo por ti - me sentía feliz.

Seguimos durante un largo rato hablando y rememorando momentos, hasta que supimos que era momento de seguir adelante. Todavía no habíamos acabado: ahora nos quedaba el paso final. El paso definitivo que terminaría marcando un antes y un después en nuestras vidas. Era la ruptura de aquello que se había impuesto sin a penas darnos cuenta.

Cuando la luz te encuentreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora