Capítulo 36

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Habíamos terminado de cenar. El reloj marcaba las doce de la noche pero aún era muy temprano para acostarnos. Sabía que estaba en un lugar seguro pero, a pesar de todo, estaba intranquila y sabía que me costaría mucho conciliar el sueño.

— Así que, ¿cuál es el plan?

— Recoger nuestras cosas y huir mientras podamos - respondió Namjoon.

— Y, ¿dónde tenéis pensado huir? - quería saber más.

— A nuestro refugio.

Quería saber más. Por algún extraño motivo no me daban toda la información que necesitaba. No sé si desconfiaban de mí o buscaban protegerme de algún modo, pero mi mente clamaba a gritos que dijeran exactamente cómo íbamos a proceder.

Me levanté de golpe, sorprendiéndolos a todos con mi gesto.

— Mirad, sé que queréis protegerme, ¿vale? Lo comprendo. Sigo sin entender qué tengo de especial, pero necesito ir allí - iba de un lado a otro - Antes de salir de aquí necesito ir al lugar donde me invitaron. No sé, podemos infiltrarnos para que no nos vean y recoger todo lo que podamos. Vamos, necesito que esta vez confiéis vosotros en mí.

— No podemos correr el riesgo de que vayas tú sola.

— ¿Quién dijo que tengo que ir sola? Os podéis dividir en dos: unos que vayan conmigo a cubrirme las espaldas mientras el resto recolectáis aquello que pueda resultar clave - argumenté - Venga, os prometo que va a salir bien.

Todos se miraban sin saber qué responder. Pude entender que estaban en desacuerdo.

— En lo que llevo de tiempo aquí me he dado cuenta de que todos se han esforzado por protegerme de lo que sucede ahí afuera. No comprendo la magnitud real del asunto, pues se me ha privado desde el principio a ser conocedora de ello. Pero ya me he cansado. Me he hartado de tener que ir de un lado a otros y fiarme de quienes dicen querer el bien para mí. Sé que el miedo a veces te fuerza a esconderte pero, si buscas lograr algo, debes ser valiente y enfrentarte a las dificultades. Solo así es como logras ganar y cambiar el mundo. Si acostumbramos a vivir en una burbuja, sois injustos con aquellos que están sufriendo y, por ende, les permites que se salgan con la suya. No hago esto por nadie más que por mi misma. Poco a poco van ganando terreno y sé que el objetivo final soy yo: pero no quiero hacerles el favor de dejarles ganar. Esto es una guerra y ganará el más fuerte, no el que encuentre el mejor lugar para esconderse. ¿Pensáis hacer eso toda vuestra vida? ¿Vais a permitir que ellos os echen?

Nadie esperaba que tuviera esa actitud. Todos, en mayor o menor medida, comprendíamos que estábamos en una situación de vida o muerte. Y, para lograr ganar, había que aunar fuerzas.

— Como bien vosotros me dijisteis, ellos no se van a detener, no van a parar jamás. Así que pienso pararles yo.

— ¿Qué has pensado exactamente? - Preguntó Taehyung.

— Voy a matar a quienquiera que esté detrás. Pienso hacer justicia: por aquellos a los que se ha llevado, por aquellos que han muerto y por la ciudad que ellos solitos se han encargado de destruir.

En sus rostros pude ver que estaban orgullosos. Al principio, estaban desanimados pero esto les permitió recobrar la fuerza, la motivación, la esperanza.

— Bien, ¿cuándo empezamos? - Jungkook se levantó mostrando su apoyo.

No podía creer que había logrado convencerles de que lo mejor era combatir el problema para solucionarlo. A pesar de haber vivido engañada durante toda mi vida, de alguna manera, siempre había tratado de encontrar la parte buena a todo. Y algo que jamás había olvidado era el no rendirme.

Taehyung sacó su móvil del bolsillo: jamás había visto uno de esos. Era muy moderno y pensé en que, quizás, era el que usaban de forma ocasional para contactar con otros sin llegar a ser rastreado por alguien.

— Cambio de planes. Tomaremos el avión mañana - explicó a la persona que se encontraba al otro lado de la línea.

Colgó y, posteriormente, todos se giraron para que les mostrara de que forma íbamos a llevar a cabo este plan. Si algo bueno había logrado en el día de hoy era conseguir que ellos también dieran su brazo a torcer e hicieran caso a mi petición.

— Según estuve viendo, el espacio donde van a llevar a cabo este plan se encuentra en un lugar a las afueras. Supongo que asistirán algunos representantes de la organización, pero no las cabezas pensantes. Mi idea es adentrarnos sin que se den cuenta, robar aquella información que pueda resultar de gran ayuda para nosotros y, quizás, hacerle cantar a alguno - expliqué.

— ¿Piensas recurrir a la violencia? - preguntó Jin.

— Solo si ellos no responden a nuestras preguntas. Necesitamos saber más acerca del paradero de los demás. No será tarea fácil pero habrá valido la pena más que marcharnos de aquí. De esta manera, lograremos comprender cuál será el paso siguiente que tendremos que dar.

— ¿Cómo piensas infiltrarte sin que nos descubran?

— Muy sencillo - les miré con una gran sonrisa - digamos que tengo mi método personal.

Saqué de mi bolsillo parte del polvo blanco que utilicé para adormecer a los señores de negro que me cuidaban cuando venían a casa. A pesar de no ser consciente de que volvería a utilizarlos, sabía que siempre estaba bien traerlos conmigo allá donde fuera, para anticiparme a lo que pasara en un futuro.

— ¡Eres una genia! - Exclamó Namjoon.

— Espera, ¿lo tenías todo pensado? - Jungkook estaba estupefacto.

— Digamos que siempre me gusta ir un paso adelante - le guiñé el ojo e hizo una leve sonrisa.

De forma sutil, escuché como Jin maldecía por el leve gesto entre ambos y me contuve de reírme.

— Una pregunta, ¿cómo funcionan exactamente? - Suga tenía curiosidad al respecto.

— Incluyes una pequeña cantidad de este polvo en un vaso con agua y te echas sobre la piel dos gotas.

— ¿No hay peligro de que nos afecte a nosotros por llevarlo puesto?

— Estaba pensando en que, al dividirnos en dos, se lo aplicarán solo dos personas de cada grupo distinto. Además, solo surte efecto cuando te sitúas a pocos centímetros de tu víctima.

Taehyung acercó dos vasos de agua diferentes donde verter parte del contenido y levantó la cabeza para mirarme.

— ¿A qué hora es el evento en cuestión?

— Según la información que me hicieron llegar, a las seis de la tarde se iniciará y se alargará hasta bien puesta la noche - miré mi reloj - Ahora mismo son las cuatro, por lo que ya va siendo hora de que nos preparemos.

Todos se equiparon con sus armas, pues siempre era necesario llevar algo encima por si era necesario usarlo en caso de que todo se complicara. No sabía qué tipo de información podríamos recabar, pero alguna pista nos ayudaría a saber a donde nos conduciría todo esto.

Cuando la luz te encuentreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora