Capítulo 85

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Me encontraba dentro de algún sueño extraño y varias voces resonaban en mi cabeza. Muchísimos acontecimientos e imágenes distintas, de estos últimos meses, se iban acumulando y sucediendo de manera veloz en mi mente. Sentí como si la cabeza fuera a explotarme por completo y, tras varios minutos, desperté.

Observé la estancia en la que me encontraba y, poco a poco, fui notando la comodidad de un colchón debajo de mí. Aún me costaba comprender qué había ocurrido y cuánto tiempo había pasado pero, varias personas, iban yendo y viniendo de un lado a otro. Después de un largo rato, presencié a mi lado a alguien que me resultaba familiar. Sostenía mi mano y estaba mirando hacia el suelo, mientras sus ojos estaban cerrados tratando de suplicar que me despertase pronto. Moví un poco mi mano y su reacción fue casi inmediata. Me dio una sonrisa de ternura y pude ver que había estado llorando un largo rato. A pesar del cansancio que se reflejaba en su mirada, sentí que su nerviosismo se había reducido al mínimo.

— ¿Cómo te encuentras? - susurró Jungkook.

— Agotada. Es como si no hubiera dormido en años y siento mi cuerpo muy pesado - sonreí débilmente.

Se acercó y me dio un casto beso en la frente. Acerqué mi mano a sus mejillas y sequé, con la yema de mis dedos, todas aquellas lágrimas acumuladas.

— Han estado haciéndote pruebas para comprobar si todo había ido bien y...

— ¿Y? ¿Buenas notícias? - interrumpí con desespero.

— Estás a salvo - expresó con felicidad.

— ¿Quieres decir que no hay rastro de mi maldición?

— Exactamente - me miraba con profunda admiración - Tenías razón una vez más.

Seguía allí sentado sosteniendo mi mano, como lo había estado haciendo todo este tiempo en que había quedado inconsciente. Desconocía si habían pasado horas o días pero, a fin de cuentas, lo realmente importante era poder haber despertado sabiendo que todavía faltaba un esfuerzo más. Nuestros ojos se observaban profundamente y podía ver en los suyos infinidad de brillos que me hacían creer, una vez más, que tenía todo el universo allí dentro. Parecía concentrado observándome atentamente y evité pronunciar palabra alguna para evitar romper aquel instante único.

Poco a poco y mientras seguía atenta viendo el recorrido que hacía con su mirada, las emociones me invadieron profundamente y rompí a llorar. Sentí que, por fin, estaba liberada después de tanto tiempo luchando porque fuera así. Él me envolvió entre sus brazos y me permitió llorar en su hombro. Me di cuenta de que, en ocasiones, solo necesitamos que alguien nos consuele y nos permita desahogarnos en silencio. En ocasiones, solo deseamos que alguien esté a nuestro lado todo el tiempo necesario para recomponernos.

Por la puerta de mi habitación se asomaron el resto de chicos, así como mi madre y mi tía. Aún me costaba dirigirme a ellas como lo que eran para mí y sabía que me iba a costar mucho tiempo cambiar mi vieja costumbre. De algún modo, había vivido estos últimos 17 años sumida en una completa mentira y adaptarme a mi realidad iba a ser tarea compleja. A pesar de ello, no les guardaba rencor, pues nada de esto había sido culpa suya; en el fondo, su trabajo fue encontrarme y luchar por mí, como había quedado demostrado llegados a este punto.

— ¡Estás despierta! - expresó Jin con una felicidad plena.

— Eso parece - reí sinceramente.

— Has logrado salvarte - Namjoon me miraba con afecto - Pero debo decir que siempre supe que ibas a ser capaz de conseguirlo. Ya nos demostraste tu instinto de supervivencia la primera vez y nos enseñaste mucho cuando no nos abandonaste. Eso dijo y dice mucho de ti misma. No todos pueden ser capitanes: cualquiera abandonaría el barco, mientras se hunde, para anteponer su vida a la de los demás. Solo aquel que sabe el lugar que ocupa es capaz de detenerse para ayudar al resto sabiendo que, cada minuto que pasa, es crucial para aumentar sus probabilidades de salvación.

— Eres todo un ejemplo, Chloe. Estamos orgullosos de ti - añadió Suga.

Estaba agradecida con cada muestra de apoyo que iba recibiendo poco a poco pero, a pesar de todo, aún nos quedaba una última parada antes de asegurarnos de que estábamos a salvo realmente. Estaba siendo una cuesta complicada hasta llegar a la cima, pero debíamos hacer un último esfuerzo hasta lograr destapar la verdad de todo esto que estaba sucediendo.

— Muchas gracias chicos por vuestras palabras. Pero aún no hemos acabado con nuestro plan. Nos queda el paso final y, cuanto antes finalicemos, mejor.

— Debes descansar, Chloe. Aún estás muy débil y no podemos permitirnos un paso en falso ahora mismo - añadió Blair con franqueza - Además, el día 12 de diciembre se cumplen 50 años de la fundación de LUX.

— Espera, ¿me he perdido algo? - estaba confusa.

— Nuestro plan es acudir a la fiesta que organizan cada año. Se trata de un evento para captar nuevos miembros potenciales, con el fin de hacer crecer su formación. Pero antes debemos hacer algo - Dafne lo tenía todo calculado.

— ¿A qué te refieres exactamente? - quería saber más.

— El día 11 acudiremos a su sede. Operan en una vieja mansión en las afueras de la ciudad. Allí debemos liberar a Bridget y deshacernos de todos los cabos sueltos que puedan detectarnos. Y, al día siguiente, el día 12, iremos a la sala que tienen reservada anualmente para hacer este evento. Nosotros estaremos escondidos y, cuanto menos lo esperen, tú aparecerás y navegarás por aquel pasillo central hasta llegar al escenario. Allí harás un número único que les hará creer que, finalmente, te has rendido y te has revelado contra nosotros. La idea es demostrarle a Ava que has hecho lo mismo que ella con nosotros - Dafne daba vueltas de un lado a otro - Finalmente apareceremos todos y les apuntaremos con las armas. Ellos escaparán pero desconocerán que, afuera, estará el FBI para detenerlos. Para ese entonces, la información real sobre la trama, experimentos con personas y demás información que hemos logrado extraer de ordenadores y dispositivos USB, habrá llegado ya a los principales medios de televisión, periódicos y la CIA. Y, aunque cumplan su condena durante muchísimos años, sus sedes repartidas alrededor del mundo habrán sido destapadas y clausuradas. Se liberará a cada víctima real que haya sido partícipe de la secta. La idea es hacerles pagar por el daño causado con sus actos - Dafne irradiaba confianza.

Todos parecíamos estar de acuerdo con que era un plan brillante. Estaba todo perfectamente calculado y sabía que nada podía salir mal.

— ¿No sería más fácil acabar con sus vidas? Ellos han destruido otras y esa debería ser su condena realmente - estaba confusa.

— No puedes utilizar un discurso de paz y armonía y, al mismo tiempo, hacer todo lo contrario. La peor condena para alguien que hace este tipo de barbaridades es cumpliendo la perpetua. Significa vivir encerrado entre cuatro paredes sabiendo que no vas a poder escapar de allí nunca. Significa caer en el olvido y convertirte en otro personaje de la historia negra de este mundo - Dafne se acercó y sostuvo mi mano - Mira hija, me encantaría que dejaran de existir, pero eso sería facilitarles la tarea. No hay nada peor que vivir encarcelado sabiendo que, algún día, llegará su hora y que, mientras llegue ese día, su mente acabará destruyéndoles por completo a causa de la soledad, el silencio y la monotonía que supone ver las mismas cuatro paredes a diario. Créeme: esa es mayor tortura que dejar de pertenecer a este mundo en tan solo un segundo.

Me di cuenta de que tenía razón. La duración del tiempo siempre dependería de la forma en como cada ser humano decidiera invertir esas horas, minutos y segundos de los que cada uno gozaba. Y sabía que, a fin de cuentas, no existía nada peor que una mente desocupada que acababa recordándote a diario aquellos actos realizados. La angustia termina corroyéndote y convirtiéndote en una alma desahuciada, que solo aspira a encontrar una forma de convertir esa mente ociosa en una activa, repleta de acciones que realizar. Porque, aunque muchos lo nieguen, el amor acaba imperando sobre todo lo demás y, aquellos que solo supieron cometer actos viles, terminan siendo exterminados por su propia maldad humana. La ausencia de una ocupación siempre sería la peor de las condenas jamás vividas por un ser humano.

Cuando la luz te encuentreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora