Ambos se habían quedado paralizados con sus brazos en alto en señal de rendición. Realmente no sabía cómo proceder, pero debía ganar tiempo para poder recolectar toda la información relevante.
— ¿Qué estás haciendo aquí? - preguntaron sin comprender la situación.
— ¿Alguna vez habéis jugado al juego del ratón y el gato? Digamos que tengo mis propias reglas. Vosotros me invitáis a ser parte de vuestro show y yo, como buen ratón, accedo. El problema es pensar que el gato es lo suficientemente astuto como para atrapar a su presa. El problema es creer que voy un paso por detrás cuando, en realidad, voy dos por delante - desbordaba seguridad - Probablemente ahora estoy en peligro y ya estén buscándome por no haber logrado caer en la trampa. Yo prefiero observar la situación desde arriba y anticiparme a lo que pueda ocurrir.
Se miraban tratando de encontrar una forma de despistarme. Supongo que me subestimaban como para pretender que fuera a seguir su juego. Pero ya sabéis lo que dicen, ¿no? Hazles creer que les sigues el juego y vencerás.
— ¿Qué quieres de nosotros? - intervino el que estaba a la derecha, cuya voz llena de temor le delató.
Una risa malévola salió de mi boca y me sentía poderosa al darme cuenta de que era yo quien controlaba la situación.
— Buena pregunta - transformé mi tono jocoso en uno peligroso - Ahora mismo vais a sentaros y responder a todo lo que os digo o, sino, haré volar toda vuestra organización en milésimas de segundo. ¿Haríais el favor de ayudarme?
— Eso es imposible. Ella no te lo permitiría jamás. De hecho, sería cavar tu propia tumba.
Mi móvil empezó a vibrar en mi bolsillo y tuve que observar la notificación para ver de qué se trataba. Jimin me estaba avisando de que ya habían logrado recopilar lo que necesitaban y que era hora de huir.
— ¿Pensáis que le tengo miedo a algo? No podrían terminar con mi vida porque soy el nexo en realidad: me necesitáis. ¿Sabéis lo gracioso de toda esta historia? Seguís pensando que soy el ratón indefenso cayendo en las garras de los malvados. Pero, como os dije, siempre logro anticiparme a todo sin a penas hacer ruido. Mientras os distraía he logrado manipularos lo suficiente como para que no os deis cuenta. Hago el truco con la derecha mientras mantengo vuestros ojos fijos en mi mano izquierda. Realmente, soy yo quien ha logrado controlaros para que hagáis exactamente lo que deseaba. Y me alegra saber que lo he conseguido.
Di media vuelta para salir de aquel despacho pero, tras pensarlo un instante, decidí que no era buena idea huir sin más.
— Ella te encontrará. Todos lo harán en realidad - querían amedrentarme.
— ¿Tú crees? - me reí - ¿Se lo vas a decir tú? ¿O tú?
Ambos se mantenían suplicantes. No querían recibir las consecuencias, pero dejarles con vida, precisamente, les daría ventaja a ellos. Mi pistola apuntaba a los dos hombres que se mantenían sentados en sus respectivas sillas. Ellos iban a delatarme y era algo que no íbamos a permitir. Sin pensarlo más, apreté el gatillo. Dos veces. Fueron tiros limpios y ambas balas impactaron directamente sobre sus sienes. Si alguien se convertía en testigo de un hecho peligroso que pudiera llegar a meterme en un serio problema, lo mejor era quitarlo de en medio, pues así conseguiría que nadie hablara más de la cuenta. No sabía cuán relevantes eran esos dos hombres pero, a pesar de todo, ya sabían demasiado y era la decisión correcta.
Revisé los cajones, archivos y hasta el ordenador que permanecía intacto sobre el escritorio, pero no hubo nada de especial relevancia. Tan solo pude sustraer una pequeña arma guardada en uno de los cajones y un mensaje sobre la pantalla del portátil, me alertó de que estaba en serios problemas. Hablaba sobre mí y acerca de que alguien me había visto merodeando por las instalaciones. Anoté en un post-it la dirección de correo que remitió ese mensaje al destinatario que, ahora, no presentaba signos vitales. También escribí algunas palabras aleatorias del mensaje que me llamaron la atención, seguido de varias contraseñas a algunos sitios web que también constaban en el mismo. Si íbamos a investigar a fondo de qué iba todo aquello, debíamos tener la suficiente información como para entrar a lugares de difícil acceso. Después de pensarlo varias veces, decidí que era mejor llevarme el portátil, pues seguro que había más información oculta de la que se podía ver a simple vista.
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Cuando la luz te encuentre
FanfictionLo que parecía normal realmente no lo era y no fue hasta los 18 que pude descubrir que vivía en una completa mentira. Todo aquello que creí real era fruto únicamente de mi imaginación. Sin darme cuenta, mis decisiones no eran cosa mía sino de esos q...