Seguí analizando a aquella mujer de cabello rizado largo y castaño. Al verla, venían a mi mente recuerdos de un pasado lejano, como si la hubiese conocido anteriormente. Su ropa era bastante bohemia y quizás era la primera imagen en la que pensaría si alguien me preguntaba cómo se veían las ermitañas.
Pero ella tenía algo más. Es como si en su vida pasada hubiera sido una especie de bruja de suma relevancia. No sabría deducir la edad aproximada que tendría pero las arrugas en su rostro y manos, así como su dificultad por andar correctamente, me ayudaban a entender que era más mayor de lo que creí.
— ¿Por qué os ha mandado Dafne a buscarme? - su tono melancólico me permitía saber que había una historia de la que no sabía nada.
— Digamos que me han estado sucediendo cosas extrañas.
— ¿A qué cosas extrañas te refieres exactamente? - preguntó con misterio.
— Últimamente he padecido alucinaciones y el otro día apareció este collar en mi habitación.
Lo extraje de la pequeña bolsa de seda roja que lo envolvía. Sus ojos se abrieron como platos y su mano aterrizó en su boca en señal de sorpresa.
— No puede ser - tragó saliva - Eso... Eso explicara muchas cosas. ¿Me lo podrías pasar?
Se lo di para que pudiera analizarlo más a fondo y sacó uno de sus libros que había en aquella biblioteca de madera astillada, un tanto deteriorada por el paso del tiempo. Tenía ciertas decoraciones pero, a pesar de todo, seguía funcionando para almacenar cualquier objeto de valor.
Blair pasó las hojas velozmente hasta llegar a una de las marcas que había registradas. Lo puso al lado del dibujo que había en aquel libro, a modo comparativo, y comprobó que, evidentemente, era exactamente igual que el que había estado tanto tiempo estudiando, según Dafne.
— Ahora que ya he comprobado que existe, ¿qué más necesitáis saber?
— Necesito que veas esto - respondí.
Me lo puse en mi cuello para que entendiera los motivos de haberla buscado personalmente. La piedra del colgante cobró vida propia permitiéndole ver los mismos efectos de los que me había sorprendido la primera vez que me lo puse. El destello obligaba a cualquiera a observarlo.
Pero, para que el motivo de la visita estuviese todavía más justificado, pedí a Jungkook que se pusiera enfrente mío y me mirara. La piedra cuadriplicó el brillo todavía más, haciendo que las paredes de la estancia quedaran completamente inundadas de la luz extraña que aquel colgante emanaba.
— Nunca pensé vivir para verlo. Pero lo que menos esperaba era la luz que podría llegar a emitir el colgante.
— ¿Sabes acaso qué puede significar? - la intriga iba a más.
Sorbió un poco de su té y se quedó pensativa para pensar la respuesta más factible. Nos miró a ambos y prosiguió.
— Llevo estudiando esta piedra, en concreto, desde hace más de 30 años. Siempre habían jurado que no existía algo así pero, a pesar de todo, mi esperanza por encontrar señales que ratificaran que sí se encontraba en algún lugar, estaba ahí. Esa piedra se trata de una Ágata Celeste. A pesar de que puedan haber más, no todas son igual de especiales. Existen cientos de lunáticos vendiendo piedras de este estilo y hay personas que pagan auténticas fortunas por obtener una. Por ese motivo, hay tantas estafas, pues cualquiera creería que todas son idénticas, pero no todo el mundo es capaz de hallar la diferencia. Porque cuanto más creas ver, más fácil será engañarte - me guiñó un ojo y un déjà vu vino a mi mente, pues recordaba haber dicho esa misma frase antes.
— ¿Qué la hace diferente del resto? - preguntó Jungkook con ganas de saber más.
— Como podrás comprobar, no solo es la luminosidad que desprende, sino los tonos dorados a penas imperceptibles que aparecen cuando le da la luz del sol directamente. No todas brillan de igual forma: solo hay una capaz de brillar con luz propia.
Ambos nos miramos, pues no entendíamos como estaba repitiendo cosas que nosotros mismos habíamos dicho antes. ¿Qué estaba pasando?
— ¿Sucede algo? - Blair nos miró tratando de entender nuestras expresiones.
— Pues sí. A veces repites cosas que hemos dicho previamente - dije confundida.
Se rascó la sien y una fuerte carcajada salió de su boca.
— Me sorprende que todavía no hayáis entendido lo que está pasando.
— ¿De qué estás hablando? - cada vez me enteraba menos de la película.
— ¿Sabes por qué apareció el collar en tu habitación? La finalidad era que él te encontrara y tu finalidad fue encontrarme a mí. ¿Acaso sigues creyendo en las casualidades, jovencita?
Cada vez todo estaba siendo más confuso y llegar al final de esta historia era un dolor de cabeza absoluto. Pero, a pesar de todo, íbamos a obtener todas las respuestas que estábamos tratando de encontrar.
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Cuando la luz te encuentre
FanfictionLo que parecía normal realmente no lo era y no fue hasta los 18 que pude descubrir que vivía en una completa mentira. Todo aquello que creí real era fruto únicamente de mi imaginación. Sin darme cuenta, mis decisiones no eran cosa mía sino de esos q...