Capítulo 27.

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Ignati.

Somos los responsables de nuestra propias decisiones, ella había tomado las suyas y yo las mías. Aunque un momento de nuestras vidas el camino estaba unido para que seamos una consolidada pareja el mismo destino nos demostró que sería imposible. Creo que por eso Jade apareció en mi vida, en el momento que sentí que Ellie no podía ser eso que necesitaba y yo tampoco para ella, por eso todo cambió de planes.
Ojalá hubieramos hecho las cosas diferentes, pero aunque diga todo está bien y piensen que no tengo sentimientos, lo que sucedió esa noche es un punto de quiebre en todo.
Lo que pensaba de ella, lo que sentía y hasta como la veía cambiaron por completo, a tal punto que siento repugnancia por Ellie. Quiero estar lejos de todo, no tener que cruzarla y espero que esta nueva oportunidad que le da la vida para vivir la tome de la mejor forma, que se recupere de todo lo que suceda y sane por completo su alma.

Desde que me enteré todo lo sucedido no quiero acercarme a ella, pero tenemos la boda de Sasha y Mackenzie, lo que hace inevitable que pueda evitarla ese dia. Después de todo Ellie es la prima de Inzie, una de sus damas de honor y no podemos evitar cruzarla porque vamos a estar juntos en el mismo cortejo acompañando a los novios ese día.

— Papi — dice Valentino ingresando a mi despacho.

— ¿Qué sucede hijo? — cuestiono.

Él con cara de enfadado camina por la oficina y se sube a mis piernas para cruzarse de brazos mostrando su molestia.

— Mami dice que no puedo tocar nada porque estoy castigado — me cuenta bufando.

Quiero sonreír, solo que no lo hago. Jade lo tiene castigado no solo por liberar a Donovan sino también por todo lo que hizo, desde ponerle hongos inducidores del sueño a los guardaespaldas y hasta desactivar las conexiones de seguridad de toda la misión Ferrara, no solo exponiéndose al peligro sino a todos. Debo mostrarme como un padre que le pone límites, pero mentiría si no dijera que no estoy orgulloso de él  porque nadie a su edad es tan inteligente para hacer lo que hizo.

— Solo si estás conmigo podemos ingresar al laboratorio — le recuerdo.

— Está también es mi casa, quiero jugar en el laboratorio — contesta.

Estabamos en Moscú, la boda de Sasha e Inzie era en las próximas horas. Veníamos de unos días de pura fiesta, Vittorio, mi cuñado, había cumplido quince años y hizo su juramento de sangre delante de todas las mafias Italianas, dejando en claro que él es el próximo Il capo de tutti capi, quien seguirá el legado de los Ferrara.

— Hoy no, hijo, mañana iremos.

— ¿Por que hoy no? — consulta frunciendo su ceño.

— No se puede, hoy es la boda de tus tíos y debemos mantener todo en calma — acoto acomodando su cabello rubio

— ¿Mañana podremos? — pregunta.

— Si mañana iremos — confirmo.

— ¡Mi papi es el mejor! — exclama con una gran sonrisa mientras me abraza con fuerza.

Jamás voy a arrepentirme de tomar este compromiso, de sostener la mano de Jade y juntos criar a este pequeño rayo de luz en nuestra vida. Valentino podía ser una copia exacta de los Ferrara, tiene gestos que son demasiados parecidos a Donovan y desarrolló una inteligencia muy igualita a la mía, además de esa fascinación por los hongos y el como manipularlos. Es una combinación perfecta entre nosotros tres.

— Hijo — mi padre ingresa a la oficina.

— Hola abuelito Gauss — lo saluda Valentino.

Mi padre sonríe. — Hola querido nieto — le responde.

La Fórmula Perfecta ( 7° SAP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora