La Fórmula Perfecta ( 7° SAP)

Capítulo 36.

Ignati.

Después de intensa semanas en cuidado neonatal, al fin nos daban el alta para poder llevar a Amira a casa. Ese mismo día que a Jade le dijeron lo del desprendimiento de placentan, seis horas después la llevaron al quirofano para una cesaría de urgencia porque a la bebé le faltaba oxígeno y desde ese momento, nuestra vida se volvió en estar la mayor parte del día en la clínica esperando que nuestra pequeña evolucione de forma favorable.

Es duro, pero también conoces historias de parejas que están en la misma o en peores condiciones que nosotros con sus bebes.

Fueron las ocho semanas más largas de mi vida, entre verla en un respirador para ayudarla a respirar, sus días donde subía y los otros días que bajaba de peso.
Que hoy nos den el alta es un milagro, Amira es una guerrera como toda mujer Sokolova Ferrara.

Nuestra princesa, es la luz y la esperanza de nuestra vida.

La vemos como la sacan de su cunita, esa misma que fue su albergue estos dos dificiles meses y como la enfermera se acerca a nosotros, para colocarla en los brazos de Jade.  Siento un alivio al verlas juntas, solo los padres que pasaron este momento entenderán lo difícil que fue, después de todo tuvimos la gran dicha de llevar a nuestra princesa a casa.

— Ahora empieza otra etapa, papis — nos dice la enfermera.

— La mejor de todas — afirma mi esposa besando la frente de Amira.

— La mejor de todas.

Ambos ansiamos llevarla a casa, que Valentino tenga la oportunidad de conocerla y así estaríamos completos como esa gran familia que somos.

Parecemos dos papas primerizos, pero luego de lo que vivimos quiero poner a Amira en una cajita de cristal para protegerla de todo y todos. Se que eso será imposible, porque no va ser una niña normal, sino que se va a criar y crecer dentro de la mafia, teniendo la libertad de todo, además de elegir si pertenece a 'Ndrangheta o a La Bratva.

— Dile que vayan con cautela — me pide Jade cuando subimos a Amira al auto.

— Con cuidado — le hablo a nuestro guardaespaldas.

Me subo en el asiento de atrás con ellas. Jade esta modo mamá oso, hasta que mis ojos se encuentran con los de ella.

— Si puediera la metería en una cajita de cristal — acota suspirando.

Tomo su mano. — Pienso lo mismo, solo que no podemos hacerlo, no de esa forma y protegerla tanto que sea indefensa para todo ...

— Ella nos demostró que es fuerte desde tan corta edad — murmura Jade pasando su mano por la mejilla de Amira.

Amira nos había dado lecciones de vida desde el inicio de su nacimiento, ella es mi pequeña guerrera y una luchadora como toda mujer de nuestra familia.

Cuando llegamos a casa, solo faltaba que Valentino que estaba al cuidado de Donovan llegue para conocer al fin a su hermanita. Mientras mirabamos a nuestra pequeña dormir, atraje a mis brazos a mi esposa que suspiro cansada en mi pecho, pero ese abrazo era más importante y decía mucho más de lo que nosotros podríamos explicar.

— Lo haremos bien — afirmo.

Jade sentía que todo podría sobrepasarnos, dos niños, miles de obligaciones y dos mafias totalmente diferentes que necesitaban nuestra atención correcta.

— Si en algún momento no puedes con esto ...

— No pienso rendirme contigo y nuestros hijos, sea como sea lo haremos funcionar, somos un equipo, Jade — le recuerdo.