Capítulo 35.

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Ellie.

Cinco meses lejos de la familia se notaban los cambios, no se si eran ellos o yo la que estaba cambiando, pero ver primero a mis hermanos fue todo. Necesitaba ese abrazo con Nick y Juli, pedirle perdón a Faith por lo mala que fue estos años con ella. Ellos no dudaron en perdonarme, en decirme que siempre están conmigo y que juntos ibamos a salir a delante.
Nick dice que debo demostrar ese gran ave fenix que renacerá de las cenizas y saldrá a la luz todo mi lado bueno que siento que lo perdí a lo largo de los años.
Juli quería verme sonreír y Faith deseaba que pueda estar presente en el nacimiento de su bebé, de la pequeña niña que llegaría a dar más a amor a esta vida.

Sería tía de otra niña.

Tambien mis hermanos querían presentarme a alguien especial para los dos. Por lo que comentaron, la chica se estaba dando la oportunidad de conocerlos, de intentar con los dos y ellos no podían ocultar la felicidad cuando hablaban de ella.

Como todo puede cambiar en meses.

Ahora venía más miembros de la familia a verme, estaba nerviosa y ansiosa de recontrarme con todos. Cuando las puertas de la sala de visitas se abrió, mis ojos se encontraron con Cayden que dejó pasar primero a su hija y luego Viktoria cargando a su bebé haciendo que sienta un nudo en mi garganta. Después de tantos años de despreció, incluso de falta de respeto a la relación de ellos y destrato a su hija, igual estaban ahí acercándose a donde estaba.

— ¡Tía bruja! — grita Minerva eufórica de verme.

Ella corre a mis brazos y no dudo en estrecharla con fuerza, mientras la pequeña hace lo mismo.

¿Cómo puede quererme después de mi destrato?

— Estás hermosa — afirmo acomodando su cabello rubio.

— Siempre — contesta girando mostrando su vestido color rosa.

— Es lindo verte — habla mi hermano.

Me levanto y lo abrazo, rompiendo en llanto mientras Cayden me sostiene. La última vez que nos habíamos visto fue esa noche en el hospital donde me contuvo por mi arrebato contra la persona que me duele todavía nombrar.

¿Qué será de su vida? ¿Se habrá casado?

No debe importarme, que sea feliz, que trataré de encontrar mi felicidad como tanto deseo.

— Lo siento tanto — murmuro entre lágrimas.

— Dijimos que nada del pasado ...

— Cayden — me quejo.

Mi hermano pasa su pulgar secando mis lágrimas. — El presente es más lindo.

Miro a su esposa que carga al bebé envuelto en una manta azul y quiero conocerlo, pero siento vergüenza hablarle a ella, después de todo lo malo que dije y hice en su contra.

— El es Felipe — habla Viktoria al mostrarlo.

— Quiero verlo — escucho a Minerva.

— Lo puedes ver todos los días, deja un minuto a la tía Ellie que lo conozca — interviene su padre.

Ella se cruza de brazos molesta y eso me hace sonreír haciendo que la cargue así ve a su hermano.

— Es parecido a papi — acota la niña.

Miro al bebé que tenía los ojos abiertos y me mira sonriendo. Siento que no puedo perderme esto, de disfrutar de mis sobrinos y poder consentirlos como siempre quise, solo que no podía.

— Definitivamente es un mini Cayden — digo embobada.

— Si, es muy parecido — acota Viktoria.

Ellos se sientan conmigo, no pierdo la oportunidad de disculparme con mi cuñada y también agradecerle de recomendar este lugar. Minerva no pierde la ocasión de sentarse en mis piernas, de preguntarme como iba con mi locura y sus padres la regañan haciendo que lloré de forma escandalosa y Felipe también comience a llorar.

La Fórmula Perfecta ( 7° SAP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora