Capítulo 38.

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Ignati.

Moscú.

Estaba aprovechando que mi esposa estaba en una reunión de las mafias Italianas, para venir a mi ciudad y quedarme unos días, para estar presente en la boda de mi hermano Hunter. Jade se iba a unir un día después, mientras tanto con los niños ibamos a disfrutar un poco de la familia, bueno ellos van a ser consentidos por sus tios y abuelos.
Pensé que iba ser difícil viajar con dos niños, sin embargo estaba equivocado, Valentino y Amira se portaron demasiado bien durante el viaje en el avión.

Nada mal viajar de esta forma.

Esta bien que tenía la ayuda de Danna, mi madrastra, pero sin dudas ella estaba igual de sorprendida de como tuvimos un viaje tranquilo y sin lágrimas de por medio.

— Son hermosos — dice Danna observando como Valentino esta sentado al lado de su hermana y le sostiene la mano a ella, que justo esta dormida.

— Él la protege demasiado, serán muy unidos — afirmo sonriendo.

— Creo que es un sentimiento que vamos a tener todos con ella, por lo que pasó desde que nació. Amira es una guerrera y nos enseñó de la vida a todos.

Tiene gran razón en sus palabras, había aprendido tanto con ella, desde el momento en que nació de forma prematura, sus largas semanas en cuidados neonatales y lo sigue haciendo ahora con seis meses de edad. Hasta Valentino nos enseñó cosas nuevas desde el nacimiento de su hermana, somos esos padres que día a día van aprendiendo junto con sus hijos lo que es ser padres de verdad porque no existe una guía de como serlo, solo vas teniendo conocimiento desde la vivencia y la práctica.

— Vamos a poner la campera, Valen — digo llamando su atención antes de que se abran las compuertas para bajar.

— Si papi — responde. Me acerco a ayudarlo, veo como mi madrastra toma a mi hija para cubrirla bien del frio.

Hunter había elegido la peor época del año para casarse y donde era temporada de heladas altas.

Con solo bajar la camioneta de mi padre ya nos esperaba, para que rápido los niños ingresen al vehículo y no pasen nada de frio.

— ¡Abuelito, Gauss! — chilla mi hijo al subirse y verlo. Mi padre no duda en abrazarlo, mientras ayudo a Danna a subir con Amira en sus brazos.

El auto se marcha primero, dejando que me suba al de atrás con todas las cosas que traje para estos días. Tomo mi celular, enviándole un mensaje a Jade que estabamos todo bien, y ella contesta con rapidez diciendo que nos extrañaba, además que Vitto se había mandado la osadia de faltar a la reunión.

Vitto es el karma de Geronimo.

—Bienvenido — dice Sasha al saludarme en la entrada de casa.

— Ea lindo volver — contesto viendo que tiene a Lukyan en sus brazos. — Esta grande y cada día se parece más a tí — agrego.

— Podría decir lo mismos de los tuyos, cada día más parecidos a Jade — contesta sonriendo.

— ¡Cuñado! — exclama haciendo que mire de donde viene Vitto con Amira en sus brazos.

— Tú padre quiere matarte — le informo.

— Pues que se joda — contraataca.

— ¿Tú apañas su comportamiento? — inquiero a Sasha.

— Puede que sí.

— Es el mejor hermano mayor. Me dijo que cuando tenga una niña sería el padrino de su hija — me cuenta Vittorio.

— Quiere ser padrino de niñas, Amira es la primera y me pide otra ahijada, como si fuera fácil ...

La Fórmula Perfecta ( 7° SAP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora