Capítulo 40.

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Ellie.

Pensé que podía sentirme incómoda, sin embargo estaba pasando todo lo contrario, porque ni ver a Ignati con sus hijos y esposa me afectó, más bien me puso feliz que sea pleno, le sienta demasiado bien su rol de papá, además esos niños tiene una gran suerte de tenerlo.
Recuerdo que cuando eramos chicos, que pensábamos la idea de si nos gustaría tener hijos, mi respuesta siempre era la misma, no me veía siendo madre, pero él decía que soñaba con tener una gran familia, por lo menos cumplió su sueño.

Tiene su familia perfecta.

Jamás pensé que necesitaba un poco de dosis de la familia, ver correr a mis sobrinos por ese gran jardín, disfrutar de la charla con mis primas, escuchar las tontas bromas de Nick y Juli le hacían a Dylan.
Mi mirada recorría todo, prestando atención a cada una de las personas presentes, hasta que me encontre con los ojos de alguien que hace meses no veía, él me odia mucho y la verdad disfruto molestarlo, en mi estadia en Milán había coincidido con Donovan un par de veces por casualidad.

— Que mala suerte la mía — dice al encontrarnos.

— Odioso — acoto divertida.

Él no me considera una amiga, pero yo si, es un gran amigo. Una vez en Milán tuvimos una charla de muchas cosas, en especial de como fue su historia con Jade y de como se vayan ahora por su hijo.

— Te sentó bien Francia y la francesa — comenta.

— Por cierto a la francesa le gustas, es una buena mujer ...

— ¿Me estás invitando a un trio? — inquiere enarcando una de sus cejas.

— Si quieres, no tengo problemas — declaro viendo como su expresión cambia.

Donovan conocía a Juliette porque en Milán la había conocido esa noche que coincidimos en el bar. Mi amiga es de mente abierta, si pudiera seguro le gustaría tenernos a los dos en su cama.

— Idea tentadora, pero no haría un trio contigo.

— Aburrido — me burlo.

— Te veo más como una hermana, no tendría sexo contigo, ni hoy ni nunca, loca — murmura provocando que sonría.

— Entonces le diré Juliette que si quieres tener sexo con ella ...

— Insoportable — masculla rodando sus ojos.

— ¿Y Domenico? — inquiere.

— Busca cualquier árbol cerca que lo verás junto con Valentino buscando hongos — contesta marcando la esquina donde efectivamente había un árbol y los dos niños estaban ahí.

— Están grandes — murmuro.

— Domenico tiene siete y Valentino próximos a los seis años.

Los miro unos segundos más recordando que Ignati hacía lo mismo. No había árbol que no paraba a buscar o investigar si tenía o no algún extraño hongo en su corteza.

— Donovan — nos interrumpe.

Ella me observa, también lo hago y debo decir que se encuentra más bonita de lo que lo recordaba.

— ¿Pasa algo preciosa? — le pregunta.

— Hola Ellie — saluda.

— Hola Jade — digo. — Déjame decirte que la maternidad te queda estupenda y estás muy sexy — declaro viendo como sonríe a mis palabras.

— ¡Oye! — exclama Donovan como advertencia.

— ¿Qué? — cuestiono.

— Te estás pasando de listilla — comenta frunciendo el ceño.

La Fórmula Perfecta ( 7° SAP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora