Ágape ||• Charlos •||

10. Quedarse a dormir

Charles rio al escuchar nuevamente una historia vergonzosa sobre las imprudencias de Lando, no sabía cuando, ni como había llegado a ese punto, en donde reía cómodamente, sintiéndose un poco libre de todo.

— Ya no sigan, me estan avergonzando. — se quejó el rizado, mientras Daniel besaba su cabeza.

— ¿Y Charles? ¿Hay alguna cosa vergonzosa en tu vida que puedas compartirnos? — sonrió Lewis, entregándole otra copa de vino.

— No, yo, no soy tan interesante en realidad, mi vida fue bastante común. — mintió, no quieriendo arruinar el gran momento que estaba pasando.

— Tonterías, eres la persona mas interesante que está aquí. — Carlos hizo un ademan gracioso, ganándose un par de burlas y empujones. — Lo siento por todos ustedes.

— ¿Enserio no puedes contarnos nada? — Mick lo observó curioso.

— Bueno, es que yo, no tengo historias divertidas, nunca he sido alguien que tiene muchos amigos y cuando era joven, solo me interesaba la música. — se encogió de hombros, ¿cuando había aprendido a mentir tan bien? El odiaba las mentiras.

— Entonces hablanos de tu musica. — Yuki sonrió. — ¿Que tal si nos cuentas sobre como se te ocurrió escribir la obra de arte que es Take me to church?

— Oh bueno, esa fue la primer canción que escribí, tenía 16 o 17, no lo recuerdo bien, pero si recuerdo para quien la escribí. — sonrió nostalgico.

— Uh, ¿el primer amor? — Alex rio.

— No, bueno, es mas complicado que eso, mucho mas... — suspiró. — En realidad es una historia aburrida.

Sonrió con incomodidad y Alex iba a insistir, pero Carlos se adelantó.

— Creo que Charles ya no quiere seguir hablando, el vino ya está en su cabeza. — sonrió. — ¿A que te gustó cierto? Nada mal para ser la primera vez.

— Tiene buen sabor, me gusta. — se encogió de hombros, dandole una sonrisa también.

No sabía exactamente porque era, pero se sentía muy comodo con ellos, con Carlos en especifico, raro para el, siendo que solo lo había visto un par de veces.

Siguieron conversando hasta entrada la madrugada, cuando Sergio y Max decidieron ir a casa porque los niños debían dormir, mientras un risueño Daniel cargaba a un ebrio Lando hasta una de las habitaciones del piso de arriba, todo bajo la atenta mirada de Charles, ¿como iba a volver a casa ahora? Estaba un poco alcoholizado, no tenía auto y no sabía conducir, tres cosas muy malas para el en ese momento.

Solo quedaban en la sala Mick, Lewis, Yuki y Carlos, los primeros dos ya se estaban despidiendo, listos para subir a una de las habitaciones de invitados a dormir, mientras Yuki aun hablaba animadamente con Carlos.

Charles observó su telefono, ¿y si llamaba a Pierre y le pedía que mandara a alguien por el? Negó, descartando la idea, eran las 3 de la mañana, debía ser un delito llamar a alguien a esa hora.

— Buenas noches Charles. — la voz de Yuki lo sacó de sus pensamientos, mientras el mas bajo subía las escaleras.

— Entones, supongo que debes estar pensando como volver a casa. — Carlos sonrió. — No te preocupes, si no te molesta, puedes quedarte aquí, puedo prestarte ropa un poco mas comoda para dormir...

Charles lo miró completamente avergonzado, no quería seguir causando molestias.

— O puedo llevarte a casa si así lo quieres. — ofreció otra opción.

— No quiero molestarte, ya fui mucha molestia por hoy. — lo miró.

— Tonterías, no eres una molestia, no todos los días tengo la oportunidad de estar con una super estrella y mucho menos con uno tan lindo. — le guiñó el ojo, dandole una sonrisa coqueta.

El rostro de Charles se enrojeció por completo, dandole un aspecto completamente adorable, sentía las orejas calientes, al igual que las mejillas, no sabía porque, pero al parecer Carlos tenía ese efecto en el, avergonzarlo tanto que lo dejaba sin palabras y del mismo color que un tomate.

Y es que era cierto, no sabía como reaccionar ante los cumplidos tan directos a su persona, porque nunca le habían hecho alguno antes, Mark no era de ese tipo, al menos no con el, y el había sido el único al que Charles había dejado acercarse tanto a el.

— La verdad es que no se si me gustan mas tus bonitos ojos, tu sonrisa o lo adorable y encantador que te ves sonrojado. — Carlos siguió sonriendo, el alcohol lo había desinhibido un poco, por lo que ahora no era completamente consciente de lo avergonzado que estaba el menor.

— Tus ojos tambien son bonitos. — sonrió Charles, hablando en voz baja.

— ¿Solo mis ojos te parecen bonitos? Porque a mi me parece completamente lindo todo de ti. — tomó valentía, acercando su mano al rostro de Charles, acunando su mejilla. — Se que es irracional y estupido Charles, que solo no hemos visto dos veces, pero algo de ti me atrae, todo de ti en realidad y quisiera conocerte, quiero saber mas de ti, quiero ver que hay bajo esos ojos hermosos, quiero saber quien es Charles Leclerc.

— Temo que no va a gustarte lo que hay, quien soy. — negó, sin separarse. — No hay nada bueno en mi.

— No lo creo, algo me dice que hay un misterio en ti, uno que quiero resolver. — sonrió. — ¿Que ocultas Charles?

Los nervios invadieron al menor cuando y Carlos se acercó un poco mas, dejándolo sin respirar por unos segundos al sentir los labios del español apenas rozar los suyos.

Y con el pánico invadiendolo, se apartó con rapidez, alejandose un par de pasos, rompiendo por completo la pesadez del ambiente entre ambos, reventando la pequeña burbuja.

— Tal vez sea mejor que vayamos a dormir. — habló en voz baja, mientras el español asentía.

— Vamos, te acompaño a la habitación. — sonrió con ternura, lo sabía, había algo en el, eso que lo hacía diferente y ahora mas que nunca quería descubrirlo.

Porque si, tenía un flechazo por el, le gustaba, le atraía como nadie mas lo había hecho y quería tener una oportunidad, lucharía por el, sin importar los obstáculos que tuviera que quitar del camino.

Charles Leclerc había robado su atención, había invadido su mente, había confundido sus sentidos y los había llevado a una sola dirección, el.

¡Gracias por leer!❤

Los amo, besos ✨🏎

Yo creo que mi Carlitos no la tiene facil esta vez o quizá si... ¿que dice el publico?

No quiero apresurar nada, es por eso que quizá sientan que vamos un poco lento aquí, pero les juro que tiene una explicación.