Ágape ||• Charlos •||

45. No soy Jules.

— ¿Como te sientes? — Kimi preguntó con preocupación, tomando asiento en la silla de al lado, quedándose cerca, observando al menor fingir que seguía dormido.

— El doctor dice que estoy bien. — murmuró en voz baja, sin mirarlo, estaba avergonzado por haber sido descubierto.

— Eso ya lo se, pregunté por tu estado de ánimo.

— ¿Es normal que los psicólogos visiten a sus pacientes en el hospital después de que fracasaron por tercera vez en matarse? — soltó amargamente, mirándolo al fin.

— No, pero tengo un compromiso contigo Charles, así que no me voy a rendir, aunque tu te rindas. — negó.

— ¿Por qué no puedo simplemente morir Kimi? Estoy cansado, estoy harto, ya no quiero estar aquí. — el rubio sintió su corazón encogerse al escucharlo, pero se mantuvo sereno, observando al joven frente a el quebrarse.

— No vas a morir porque eres joven, tienes mucho por vivir aun, tienes personas que te aman, que te quieren, no es justo que les hagas pasar por esto, no lo merecen y no lo mereces tu. — tomó su mano. — Charles, debes decirme que fue lo que pasó, habíamos avanzado, se que así era, ¿que fue lo que detonó todo de nuevo?

— No quiero hablar de eso. — negó. — Quiero estar solo.

— Carlos habló conmigo, me dijo lo que pasó, me dijo que lo echaste de tu casa y le dijiste que no querías volver a verlo, ¿el hizo algo?

— ¡No quiero hablar de eso! — gritó. — ¡No quiero hablar de nada, quiero que te vayas, quiero que todos se vayan y me dejen en paz!

— No voy a irme. — negó, quedándose a su lado. — No te voy a dejar solo, porque tu no quieres estar solo, no importa lo que digas.

— Tu no sabes lo que quiero, no me conoces, que te contara mi estúpida vida no nos hace cercanos y mucho menos amigos, así que vete ya. — volvió a gritarle. — Largo de aquí, vete como todos lo han hecho.

— No me voy a ir, te voy a ayudar aunque tu no lo quieras. — lo miró a los ojos. — Voy a luchar por ti.

— ¡No soy tu hijo! — le gritó. — Yo no soy él, tu no vas a salvarme, tu no vas a ayudarme, porque ni siquiera pudiste hacerlo con el, lo dejaste solo y murió, es tu culpa, no vas a enmendar tu error conmigo, yo no soy él.

El monitor soltaba un molesto sonido constante, tanto, que la enfermera entró, mirando al psiquiatra de mala manera.

— Salga de aquí por favor, el paciente está muy alterado, voy a sedarlo para que descanse. — le informó la mujer.

— ¿Puedes ponerle suficiente para que no vuelva a despertar? — el menor soltó con burla.

— Charles basta. — Kimi negó.

— No quiero que vuelvas, ni tu, ni nadie, ¿lo entiendes? Saldré de aquí y voy a irme a cualquier estúpido lugar del mundo donde no tenga que volver a ver a ninguno de ustedes. — sintió su cuerpo adormecerse lentamente.

Kimi suspiró cuando vio a Charles dormir de nuevo, mientras la enfermera lo miraba negando.

— Tiene que salir señor. — le informó.

— Solo deme unos minutos ¿si? Está solo y lo odia, aunque no lo admita, se que usted cree que es cruel, pero no es una mala persona, está sufriendo mucho, necesita que alguien se quede, el necesita que alguien luche por el. — sintió su garganta cerrarse.

— No está solo, su familia está afuera, pero él pidió una orden para que no pudieran entrar aquí. — lo miró. — Sus compañeros de trabajo también están al pendiente de el, pero tampoco quiere verlos, lo siento, pero si el pide que no lo dejemos entrar de nuevo, no tenemos opción...