Carlos miraba al ojiverde frente a el, quien solo tomaba lentamente el té, sin atreverse a mirarlo de regreso.
Su mente trabajaba a mil por hora, no podía dejar de pensar, tenia solo una pregunta en mente, ¿quien fue capaz de lastimarlo tanto? ¿quien era el que lo tenia tan aterrado? Porque era así, el temía a todo, a todos y desgraciadamente para el, tambien le temía.
Pero lo peor no era eso, la pregunta que lo carcomía por dentro era ¿que le habían hecho? Porque no era una reacción normal, lo sabía, nadie reaccionaba así solo por un vaso roto, entonces, ¿que era lo que había pasado con el? Estaba claro que alguien lo había lastimado, pero ¿quien y por qué? Solo había que mirarlo un segundo, era una criatura hermosa, un ser especial, él lucía como un verdadero angel, su ángel.
Sacudió la cabeza al notar el rumbo de sus pensamientos, no podía considerarlo suyo, ¿que le pasaba? Solo se habían visto dos veces, no tenía el derecho de llamarlo suyo, por mucho que lo quisiera.
Se sorprendió a si mismo por sus pensamientos, el enserio estaba pensando en Charles como algo mas, como una parte suya y sabía que estaba mal hacerlo, pero no podía evitarlo, su mente y corazón se habían puesto de acuerdo por primera vez y ambos querían cuidar, proteger y amar al chico frente a el.
Si, era algo extremo debido a las circustancias, quizá algo loco para cualquier otra persona, pero no para el, no, el siempre había creído en el amor a primera vista, creció escuchando la historia de amor de sus padres y anhelo tener algo así el también.
Su madre se lo dijo aquella vez en que rompió con su primer novia, “sabrás cuando llegue la persona indicada, tu corazón va a acelerarse y no podrás ver a nadie mas que solo a el”, no lo entendió en aquel momento, pero ahora si lo hacía, si, porque ahora lo sentía.
Su corazón daba un vuelco cada vez que los ojos asustados de Charles lo miraban y el estomago se le revolvía al ver miedo en ellos, el no tenía que temerle, no le haría daño, nunca podría, ¿pero como hacerselo saber? O peor aun, ¿como hacer que el le creyera eso?
Tal vez podría comenzar por averiguar que le sucedió, saber que lo hizo sentirse así de aterrado, quizá Arthur podría decirle quien había sido el culpable de las cadenas atadas a Charles, aquellas que le impedían avanzar.
— No estoy loco. — escuchó un suave murmullo.
— Se que no lo estas Charles. — le dio una suave sonrisa. — ¿Te sientes mejor? ¿Estas mas tranquilo?
— ¿Estas molesto por lo del vaso? Yo lo siento, es que me asusté, no quise... — al fin lo miró a los ojos, dejando ver pequeñas lágrimas formándose en ellos.
— Charles, un vaso no es importante, tu si y yo solo me preocupé porque te hubieras hecho daño. — lo miró, soltando un suspiro, notando como una pequeña lágrima recorría su rostro. — Está bien, todo está bien.
Escuchar esas palabras fueron el detonante para que las lágrimas de Charles brotaran por completo, había estado tan asustado, por un momento había regresado al pasado, a la misma situación, pero con diferente escenario.
— ¿Quieres que te muestre algo? — preguntó con una pequeña sonrisa Carlos, conteniendose de abrazarlo, ¿que tan raro sería decirle que no toleraba verlo llorar porque su corazón se rompía? Quizá eso lo haría salir corriendo enseguida.
Los curiosos ojos de Charles se enfocaron en el, mientras daba un pequeño asentimiento, su reacción al incidente anterior le había confirmado que podía confiar en el.
— Ven, te encantará. — sonrió, tomando su mano, llevándolo al techo de la casa, en donde ambos se sentaron sobre la cornisa.
Charles sonrió, cerrando los ojos al sentir el aire frío golpear ligeramente su rostro, causándole un sonrojo y mandándolo de nuevo a sus recuerdos.
— Esta vista no la encontraras en ningun otro lugar. — sonrió el español, mientras Charles abría los ojos de nuevo, enfocándolos en el bonito amanecer.
El cielo estaba pintado de un bonito color rojizo, reflejado en el lago, mientras pequeños rayos de sol comenzaban a iluminar todo el lugar.
— ¿A que es bonito cierto? Solía venir mucho aquí con mi familia cuando era un niño y esta era mi parte favorita, subir al techo y ver el amanecer. — sonrió, dejándose llevar por los recuerdos. — Mis hermanas solían acompañarme siempre y lo disfrutabamos mucho.
— También me gustaba subir al techo cuando era niño, pero vivía en la ciudad, así que solía ir al edificio de enfrente de mi casa, ahí vivía el señor Lee, el siempre me dejaba subir y ver las aves, a veces me daba alimento para ellas. — sonrió, era de los pocos recuerdos buenos que tenía. — Me gustaba sentir el aire en la cara y ver los pajaros volar, a veces imaginaba que en algún universo yo podía hacerlo también, volar y alejarme del mundo.
Charles hablaba en voz baja, no queriendo ser escuchado, pero a la misma vez si, era raro de explicar.
— ¿Por qué querías alejarte del mundo? — preguntó el mayor con duda.
— Porque el mundo no me gustaba en aquellos días. — suspiró.
— ¿Quieres hablar sobre lo que pasó abajo? — volvió a mirar el paisaje.
— ¿Podemos no hablar de eso? — lo miró avergonzado.
— Podemos hacer lo que tu quieras. — sonrió, tratando de transmitirle confianza y lográndolo, pues el monegasco asintió.
— Cuando tenia 7 años, vivía solo con mi mamá y ella, bueno, era una persona con muchos problemas, no superaba el divorcio con mi papá y todo el tiempo estaba molesta. — suspiró amargamente, perdiéndose entre sus recuerdos. — Ella siempre decía que yo era estúpido y yo quería esforzarme para demostrarle que no era así, pero siempre terminaba cometiendo errores, eso siempre ha estado en mi, soy muy torpe.
Hizo una pequeña pausa, tratando de aliviar el nudo en su garganta.
— Un día estaba lavando los platos después de comer y el agua estaba muy caliente y tenia mucho jabón en las manos, entonces el vaso se me resbaló y se quebró. — para ese punto sus ojos ya estaban llenos de lágrimas. — Mamá enfureció tanto y me gritó, después me castigó, ella me encerró dos noches en el sótano de la casa, era pequeño, mucho mas pequeño que un closet y me dejó ahí dos noches.
La voz de Charles poco a poco se fue quebrando, dando paso a que sus lágrimas fluyeran.
— No soy estúpido Carlos, se que fue mi culpa y que merecía el castigo, pero el agua estaba caliente y tenía jabon en las manos.
¡Gracias por leer!❤
Los amo, besos ✨
Comienza el verdadero drama y con ello la historia de la tragica infancia de mi estrellita ✨
Por cierto, ¿vieron la carrera? Lloré por mis Ferrari boys :(
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Ágape ||• Charlos •||
FanfictionEn la cultura griega antigua, la palabra ágape expresa el amor incondicional. Es un amor que tiene como prioridad el bienestar de los demás, es decir, supone aceptar al otro indistintamente de sus imperfecciones. Ágape es un amor profundo y generoso...