Extra 2: Tu no eres mi papá.

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— ¿Donde estabas? — Carlos observó a su ahora joven hija llegar.

— Fui a una fiesta. — se encogió de hombros. — Matty me trajo.

— Son las 3 de la mañana Marina, ¿quien te dio permiso de estar hasta tarde? — Carlos la miró molesto.

— Ya no soy una niña, tengo 17 años, soy capaz de tomar decisiones. — se defendió.

— Capaz de tomar decisiones mis cojones. — Carlos soltó furioso. — Estas castigada.

— No puedes castigarme solo por ir a divertirme. — renegó molesta.

— Soy tu padre Marina. — Carlos sentía como lentamente la vena de su frente se inflamaba, al igual que su enojo crecía.

— Le avisé a mamá. — se encogió de hombros.

— ¿Mamá? — Charles preguntó confundido.

— Si, mamá Isa. — respondió mordaz.

— ¿Desde cuando hablas con ella? — el monegasco estaba sorprendido, la española no había dado señales de vida en muchos años, le parecía completamente extraño que apareciera ahora.

— No es tu asunto. — la chica le respondió tajante. 

— ¡Marina! — Carlos la regañó.

— ¿Que? Es la verdad, lo que yo haga no le concierne. — respondió a la defensiva.

— Mar, cariño, hija, ¿por qué no?...

— ¡Tu no eres mi papá, tu solo eres mi padrastro! — gritó furiosa, interrumpiendolo. — No me llames hija, no eres mas que un usurpador.

— ¡Mar! — la reprendió Oliver. — No le hables así a papá.

— ¡No es mi papá, el es solo el hombre que hizo que mamá nos abandonara! — se defendió. — Es un cualquiera que se le metió entre los ojos a papá e hizo que dejara a mamá.

— ¡Marina, basta! — Carlos le gritó molesto. — Y disculpate con tu padre ahora.

— No lo voy a hacer. — negó, mirando a Charles. — El no es mi padre y lo odio, ¡te odio!

La joven subió las escaleras molesta, azotando la puerta de su cuarto, cerrando con llave.

— Ángel, ella no... No lo dice enserio. — Carlos se acercó a el, abrazándolo, dejando un beso en su frente, secando sus lágrimas.

— ¿Estas bien papá? — Oliver preguntó con cautela, sintiéndose avergonzado por el comportamiento de su hermana.

— Ella me odia. — Charles respondió, comenzando a llorar. — Mi bebé me odia.

— No te odia pa. — Oli se acercó a él, abrazándolo. — No le hagas caso, ella no siente nada de lo que dice.

— Hablaré con ella. — Carlos se adelantó.

— No, está molesta, dejame ver si puedo arreglarlo. — Charles lo detuvo.

Se acercó hasta la habitación, tocando ligeramente la puerta.

— ¡No quiero ver a nadie! — gritó Marina.

— Lo se Mar, pero debemos hablar. — el monegasco respondió con tranquilidad. — ¿Lo recuerdas no cariño? Siempre hablamos de lo que nos molesta.

No escuchó respuesta, solo el sonido del click al quitar el seguro.

— ¿Puedo entrar? — asomó su cabeza por el marco de la puerta. — Copito quiere saber si estas bien...

— ¿No vienes con papá Carlos cierto? ¿No viene tras de ti a defenderte de todo? — aun estaba molesta.

— Quería venir, pero creo que esta es una conversación solo para nosotros dos. — el ojiverde se adentró en la habitación, sentándose al borde de la cama, mientras el perro se recostaba en el suelo. — ¿Vas a contarme porque estas molesta?

— No quería ir a esa estúpida fiesta. — comenzó. — Iba a ver a mamá, ella prometió que cenariamos juntas, dijo que sería algo de chicas...

Hizo una pausa, sintiendo sus lágrimas acumularse en sus ojos.

— Ella simplemente llamó y dijo que tenía que hacer otras cosas, que no podía verme esta noche. — soltó a llorar. — ¿Que es mas importante que verme? Soy su hija...

— Mar...

— No, todo esto es tu culpa, si tu no te hubieras interpuesto entre papá y ella, ambos estarían juntos y yo tendría a mi mamá conmigo. — reprochó.

— Cariño, Isa no es tu mamá, ella solo es la mujer que te trajo al mundo. — Charles tomó su mano. — Mi amor, no es que no te ame, seguro que si lo hace, pero ella no estaba lista para tener hijos, no se sentía feliz con eso y todos merecemos ser felices.

— No me ama, si lo hubiese hecho, ella no se habría deshecho de nosotros. — lo miró a los ojos y Charles solo se acercó mas a ella, secando sus lágrimas. — Nadie me ama, ni siquiera papá, el sólo ama a Oliver, porque el es perfecto, es buen hijo, es bueno en deportes, es inteligente y sensible y yo, yo solo soy yo.

— Yo te amo. — Charles sonrió. — Tu eres mi bebé.

— No me amas, no soy tu bebé. — negó, llorando aun mas. — Solo me cuidaste porque amabas a papá...

— Si, amo a Carlos, amo todo de el y eso te incluye a ti y a Oli, ambos son parte de el. — sonrió. — ¿Por qué crees que no te amo cariño?

— Soy grosera y cruel contigo, te dije que te odio... — se permitió acurrucarse en sus brazos, nunca lo admitiría, pero amaba la calidez que sus brazos tenían.

— Eres una adolescente. — rio. — No esperaba que fueses fácil...

— Pero Oli...

— Oli es una persona diferente a ti, Mar. — sentenció. — Y no quiero seguir escuchando que te comparas con el, ambos son diferentes y a ambos los amo por ser quienes son.

— Yo... — Charles la volvió a interrumpir.

— Y aunque a ti no te guste, yo soy tu papá, yo estaba ahí cuando naciste y fui el primero en sostenerte, te amé desde entonces, así que eso me convierte en tu padre jovencita. — le sonrió.

— ¿Por qué me amas? Yo no soy buena.

— Me recuerdas a mi Mar, tampoco creía ser merecedor del amor de nadie, pero descubrí que todos lo somos y siempre hay alguien dispuesto a amarte, con todos tus defectos y virtudes. — acarició su cabello. — Carlos te ama, yo también y según entendí, a Matty pareces gustarle...

— ¿Y que hay de Isa?

— Ella te quiere cariño, pero no podemos obligar a nadie a que nos ame, por mucho que queramos que así sea. — sonrió. — ¿No te es suficiente mi amor?

— Si. — secó sus lágrimas. — Lo siento papi, lamento haber dicho que te odiaba, no es cierto, te amo.

— También te amo cariño. 

— ¿Entonces ya no estoy castigada? — sonrió, haciendo ojitos de cachorrito.

— Casi logras convencerme. — rio. — Pero no, el castigo lo puso su padre señorita, no hay nada que yo pueda hacer ahí.

— Tal vez podrías, puedes convencerlo... — rio. — El nunca te dice que no.

— Podría, pero ve a pedirle disculpas por este berrinche y veremos que pasa.

La chica asintió, levantandose rápidamente, dejando un beso en su mejilla.

— Te amo pa.

Y con eso salió corriendo, yendo escaleras abajo, dejando a Charles con una sonrisa y a Copito confundido.

— Son adolescentes Copito, nunca los entenderemos...



¡Gracias por leer!❤

Los amo, besos ✨🫶🏻

Ágape ||• Charlos •|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora