36. La gala.

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El día de la gala de beneficiencia había llegado y Charles observaba todo el lugar con curiosidad.

Estaba decorado de forma hermosa, con tonos rojos y dorados, tenía un pequeño escenario improvisado en el centro de todo, siendo rodeado por una pista de baile enorme, los candelabros dorados eran hermosos y los detalles en oro de las paredes relucian, brillando con la luz.

Sin duda le recordaba a un salon de algun castillo, hermoso, elegante y ostentoso.

Pierre llegó hasta él, trayéndole un cóctel y sonriendo al ver todo.

— A George le encantaría esto. — lo miró.

— Debiste traerlo. — sonrió el monegasco. — Seguro se habrían divertido.

— Lo se, pero el prefirió quedarse en casa y ver películas. — se encogió de hombros. — Además, alguien tenía que cuidar a ese perro llorón.

— No es tan llorón. — negó el monegasco.

— Claro, aulla como si lo estuvieran asesinando. — hizo un gesto de fastidio. — Me provoca migraña.

— Es solo un poco ruidoso, pero es porque es un cachorro, se le pasará con el tiempo. — rio. — Espero...

El celular de Pierre comenzó a sonar y el mencionado hizo una mueca de fastidio.

— ¿Por qué no puedo tener un día de paz? Ahora vuelvo — giró los ojos, contestando la llamada. — Señor Horner, ¿que tal?

Charles lo vio alejarse y parlotear, seguramente sobre algo acerca de alguna colaboración o concierto, últimamente llamaban mucho para eso, Seb le decía que era algo de su éxito.

Se concentró en el show, había una especie de itinerario de presentación, el era el 5 en la lista, así que se permitió relajarse, pasar el rato con tranquilidad y disfrutar de la noche, tal y como Carlos se lo había dicho.

Pierre volvió justo antes de que fuera su turno para subir al escenario, quejandose acerca de algo que solo el podía entender.

— Es tu turno. — lo miró.

— Lo se. — rio.

— No te pongas nervioso, participaremos en muchos de estos a partir de ahora. — sonrió el francés.

— ¿Muchos? — lo miró confundido.

— Si, ayudan a tu imagen y tu ayudas a las personas que lo necesitan, todos ganamos. — se encogió de hombros. — ¿Estas listo?

— Lo estoy. — asintió.

— Ok, entonces, solo vas a cantarle una o dos canciones y podras ir a casa. — Pierre sonrió, acomodandole el traje. — El tipo pagó mucho por una especie de concierto privado, es un gran fan, me pidió conocerte cuando termines de cantar, así que buscame al bajar del escenario ¿si?

— ¿Concierto privado? — preguntó con asombro y confusión. — Creí que era un evento de beneficiencia.

— Si, en realidad lo es, pero el es quien lo patrocina, así que lucete Charlie, quiere escuchar Beautiful Boy. — leyó. — Bastante raro, pero bueno...

— Muy raro, a nadie le gusta esa canción. — negó, haciendo una mueca de cansancio. — Quiero irme a casa.

— Vamos Charlie, solo son un par de canciones. — el francés sonrió. — Te compraré una pizza al terminar.

— Carlos correrá hoy, quiero llegar temprano a casa para verlo. — sonrió emocionado. — Y si acepto la pizza como recompensa.

— ¿Ves? Terminemos con esto y vayamos a casa, también estoy cansado. — admitió, suspirando. — Y volaremos el lunes, necesito descansar, no me dejes aceptar mas eventos cuando estés en medio de una gira, por favor.

— Entendido. — rio.

— Vamos, muestrales tu talento. — le guiñó un ojo, sonriendo.

Charles asintió y subió a la pequeña tarima, situandose frente al piano, antes de dar un suspiro un comenzar a cantar Beautiful boy, la canción que escribió para su papá.

Terminó de cantar un par de canciones mas y bajó del improvisado escenario, recibiendo decenas de aplausos, mientras sonreía en agradecimiento, ahora podría irse a casa.

Una vibración en su bolsillo derecho lo distrajo y sonrió al leer el mensaje, era Carlos, anunciando que la carrera estaba por empezar.

Respondió, deseándole suerte y pidiéndole que ganara la carrera para el, Carlos inmediatamente aceptó y le pidió que se quedara viendo hasta las premiaciones, diciéndole que tendría una sorpresa para el.

Se apresuró a ir donde Pierre, quería irse ya, estaba emocionado por ver a su hermano y a su novio correr.

Lo encontró rápidamente, estaba hablando con una pareja que se encontraba de espaldas hacia el, por lo que se acercó con prontitud, llamando su atención.

— Oh, aquí está la estrella. — Pierre sonrió, señalándolo. — Señor y señora Jones, les presentó a Charles Leclerc, Charles, ellos son William y Suzette Jones.

La sonrisa en el rostro del monegasco comenzó a desaparecer, mientras entraba en un estado de shock, mirandolos fijamente.

Las nauseas lo invadieron, así como la ansiedad y el desespero, ¿por qué estaban ahí? ¿por qué ahora? Quería vomitar, quería desmayarse, quería correr, escapar, quería desaparecer.

Debía ser una pesadilla, un juego macabro, una alucinación, pensaba Charles mientras la observaba, era igual que antes, ahora pequeñas arrugas cruzaban su rostro, pero ella seguía igual, sus ojos que aparentaban ser dulces, tenian en ellos la misma maldad, su ligera sonrisa curveada le seguía transmitiendo terror, era ella, no era un sueño, no era una alucinación, era Suzette, había vuelto a su vida, habia regresado para joderlo nuevamente, justo cuando había decidido dejar todo atrás y mejorar.

Ella y William habían regresado para recordarle lo que el siempre seria, un demonio incapaz de ser alguien mas, algo defectuoso, algo dañado, ellos habían vuelto para hacerlo ver que jamas podría mejorar, porque ellos fueron quienes lo crearon, ellos fueron quienes lo convirtieron en esto, ellos formaron un monstruo.

— Nos conocemos desde hace años Pierre, ¿no es así Charles? — William sonrió, acercandose a abrazarlo, para despues susurrar en su oído. — Es un placer volver a verte Charlie.

— ¿No vas a darle un abrazo a tu madre Charlie? — preguntó la rubia, mirándolo con una sonrisa.

El monegasco se apartó bruscamente del hombre, dandole un empujon y comenzando a alejarse, caminando lo mas rapido que sus piernas le permitían, dejando atras todo.

Lo sabía, todo estaba saliendo bien, era demasiado bueno para ser cierto.

Entró al baño, recargándose sobre el lavamanos, tratando de tranquilizarse, de respirar, ¿por qué tenían que aparecer? ¿Por qué justo ahora? ¿Por qué la vida se empeñaba en que el siguiera sufriendo? ¿Que acaso no había sido demasiado ya? Estaba agotado, cansado de todo, de esa horrible pesadilla en la que vivía.


¡Gracias por leer!❤

Les dije, demasiada felicidad :(

Actualización doble y posiblemente triple :)

Los amo, besos ✨

Ágape ||• Charlos •|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora