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ARANZA.

Se que no está bien, no tenía nada de esto planeado con el, ni con nadie en un futuro próximo pero lo que sea que haya ingerido me está haciendo volver a 5 años atrás donde no pensé en nada solo en el y su estúpida cara bonita, soy una mujer que piensa antes de actuar pero el me está volviendo loca.

- Ah Karlos- No puedo parar de gemir su nombre tendré dolor de garganta a la mañana siguiente eso es seguro.

Su lengua hace cirtulos y sube y baja no puedo, no sé cuánto tiempo llevamos.

Recuerdo que nuestra primera vez fue igual pero está vez tiene algo distinto.

- Karlos, siento que me orino- Que pena, porque me pasa esto.- Para.. ah ..ah ..no podre- Dios sus dedos.- Noo karlos.

Mis piernas no dejan de temblar siento como mi interior palpita tan fuerte que siento me me orino.

- No no no aaah.- No puede ser, me orine.

No puedo con la vergüenza.

Me tape el rostro con las manos, siento como saca su rostro de mi entre pierna.

- No te avergüences amor- Dijo al acercarse a mi rostro- No es orina ya antes te había pasado, solo te llegaste- Dijo quitando las manos de mi cara.

Mantenía los ojos cerrados, no quería verlo, ya me había pasado puedo recordarlo pero en este momento no se que estoy haciendo.

- Ok - me salió en un susurro, podía sentir su respiración en los labios.

- Ok- Dijo.

Tomo mi rostro entre sus manos y me beso, un beso tan cálido pero a la vez con tanto deseo.

Nos separamos por la falta de aire y con mi vista borrosa ví como se desabrochaba su camisa aún mal puesta y se la quitaba, podía ver ese cuerpo tan hermoso que tiene, Dios esos músculos no son de este planeta le sientan tan bien.

- Te gusta lo que vez.

- La verdad es que si.

Sonrío, procedió a quitar sus zapatos y a bajar su cierre, la habitación en ese momento estaba tan callada que podía escuchar todo lo que hacía, cuando su cierre bajo sentí como mi corazón dios un salto.

Termino de quitarse el pantalón y se subió encima mío pero no dejo caer su peso ante mi, se sostuvo con sus brazos, bajo hasta acercar su boca a mi oreja y dijo.

- Por favor no te olvides de esta noche porque yo no lo haré.

Y cuando menos me di cuenta me estaba besando, en ese momento sentí lo duro que estaba pues se acomodo como si fuera una pieza de rompecabezas en mi entre pierna.

-Aa Ay Dios- dije cuando se cómodo aún tenía su ropa interior pero su miembro se sentía a la perfección.

- Tranquila, no muerde.

En otra ocasión no me hubiera dado risa pero de verdad ese momento junto me salió del alma esa risa.

- Bobo- le dije y seguimos besandonos.

Cuando el beso se torno de deseo a desesperación supe que iba a pasar, se separó y bajo su boxer dejando ver su hombría, está igual que la primera vez, Como es posible que la mayoría de los recuerdos me vengan ahora que lo estoy viviendo nuevamente.

- No me estoy cuidando- Se me salieron solas esas palabras.

- Pues no te preocupes, para eso están las pastillas yo te la compro.- Dicho eso volvió a dar se pasó y acomodarse entre mis piernas, tomo mis manos las poso encima de mi cabeza, mientras su otra estaba cerca de mi cintura, bajo hasta estar a centímetros de mis labios.

PASA LA NOCHE CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora