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Karlos.

La primera vez que desperté pude verla, sentir su voz y tocarla, me hizo tan feliz al estar conmigo a pesar del dolor que sentía ella era como un analgésico para mí sufrimiento.

Hoy volví a despertar, me dijeron que paso una semana desde la última vez, una enfermera que estaba a mi lado poniendo medicamentos para el dolor

Mi visión estaba bien.

Me encontraba solo, le pregunté por mis acompañantes y dijo que estaban en la cafetería y que no sabía que iba a despertar que ya los llamaba.

También le pregunté por mi esposa y dijo que no sabía ya tenía 2 Días sin llegar al hospital que tenía que preguntar a los demás.

Pasaron unos 5min y mi familia y amigos llegaron.

- Karlos mi amor- mi madre.

- Hola mamá.

- Como te sientes cariño.

- Bien mamá ya me siento mejor.

- Nos dijeron que te van a hacer algo para ver si ya bajo tu cerebro.- dijo mi padre

- Está bien- Mire a mi madre que estaba sosteniendo mi mano y le pregunté- ¿Dónde está mi esposa?.

- La llamé hace poco, dijo que está enredado el trabajo pero que la mantuvieramos al tanto para traer a los niños- Dijo sonriendo.

Niños? Que paso mientras dormia.

- Que.

- Karlos- me llamo Erick- Ella dijo que hablo con los niños e intento que no supieran el porque su padre estaba hospitalizado.

- Menos mal, no quiero que piensen que soy malo y que deje a su madre.

- Hermano.

- Dime.

- Como le explicarás a esos niños el porque estás así?

- Bueno es algo que tendré que pensar y saber hablarle así como lo hizo Aranza.

- La llamare- Dijo Esteban el cuál se había mantenido en la parte trasera sin hablar, estaba enterrado en su teléfono.

- Gracias.

Hablamos un rato más y entro la enfermera.

- Señor es momento de irse.- Dijo la enfermera con un camillero y una silla de ruedas

- claro.- subí a esta

Mi mamá me dió un beso diciendo que todo estaría bien, mi hermana me abrazo y mi padre me sonrió moviendo su cabeza en señal de aceptación.

Al llegar a esa sala blanca con olor desconocido, me hizo sentir muy enfermo.

Cuando me subieron a esa camilla y está se rodó hasta llegar a dejarme encerrado en ese lugar y esa luz moviéndose me hizo sentir que moriría en cualquier momento.

Podía escuchar a los médicos hablando sobre como se veía mi cerebro y que tan bien fue el procedimiento.

- Señor karlos lo está haciendo muy bien.

- Siento que me volveré claustrofobico.

- Todos sienten eso la primera vez, tranquilo manténgase así unos minutos más.

Pasaron los minutos y un doctor entro y dijo que ya me encontraba mejor y que me dejarían en observación por unos días más y luego podría irme a casa.

Al llegar al cuarto, el doctor le dijo a mi familia que ya me encontraba bien y está casi brinca de emoción.

Volví a subir a mi cama y me senté en esta.

Mi padre me dió un abrazo y mi mamá un beso mientras mi hermana me sostenia la mano.

- Aranza dijo que está en una junta importante en este momento y que llegara después de su horario laboral.

- La entiendo, ella tiene una vida.

- Se escuchaba alegre de que despertarás.

- Hijo- llamo mi atención mi Madre- Tu crees que ella te dará una oportunidad.

- Madre eso es algo que solo el tiempo dirá.

- Entiendo.

Pasaron unos minutos y Erick llegó con una bandeja de comida.

- Creo que tienes que estar muriendo de hambre, el doctor me dijo que podrías comer y que no.- Dijo poniendo la bandeja en mis piernas sobre la sabanas- Come.

- Los del equipo dijo que vendrían más tarde.

- Va a ser mucho ruido.

- Lo se.

Me comí la ensala de frutas que me dió Erick y el jugo natural.

Pasaron unas horas y llegó ella, su perfume que me hacía recordar esa  noche hace años inundo mis fosas nasales.

- Aranza- Dije y mi madre volteo a mirarme, estábamos solo ella y yo, mi padre y hermana fueron a buscar regalos para los niños y mis amigos estaban hablando con los doctores.

- Ni a entrado y ya sabes que es ella.- Dijo riendo.

Pude escuchar su voz detrás de la puerta
Hablando con Esteban y Erick.

Pude escuchar una voz delicada que podía recordar perfectamente, decirle mami dónde está papi.

Mi respiración se detuvo, volví a respirar cuando la puerta se abrió.

Pude verla, estaba con un traje de oficina de mujer que le quedaba muy bien, era negro con una camisa blanca debajo, pantalones y chaqueta con tacones de punta negros tambien.

- Hola, cómo te sientes - Dijo nada más entrar, estaba sola sin los niños.

- Muy bien, pude escuchar la voz de la niña- Dije intentando saber si fue mi imaginación o no.

- Están afuera con Stefy.

- Stefy?

- Se podría decir que es una hermana para mí.- Dijo y se acercó a mi, mi madre al ver que ella iba a hablar conmigo salió y al abrir la puerta pude ver a uno de los niños dirigiendo la mirada a mi, pude ver cómo se dibujo una sonrisa en el rostro de mi madre y cerró la puerta.

- No les digas el motivo verdadero del porque estás acá, no les dije que ya tenías una familia, no quería darles la impresión de que los olvidaste.

- No se los diría, porque ya no tiene importancia y porque me preguntarían el porque te deje sola sabiendo que eso no pasó.

- Fue difícil hablar con ellos y explicarle todo así que por favor ten paciencia en todo lo que pregunten.

- Son mis hijos la paciencia me sobra.

Iba a darse la vuelta pero la tome de la mano, la jale hasta acercarla a mi y la abracé ella no se movió solo se dejó llevar.

- Gracias por estar conmigo.

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PASA LA NOCHE CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora