11

2.2K 107 1
                                        

Sofía

La semana había pasado rápido y se lo agradecía al de arriba, porque mi cuerpo y mente ya no daban más.

Ahora me encontraba en mi pieza acostada leyendo, mientras escuchaba música. No había nada mejor que eso.

Durante la semana los chiquillos me preguntaron si iría al carrete con ellos, pero les dije que no era tanto de mi agrado y que prefería quedarme en mi casa, así que acá estaba. Desde la comodidad de mi camita, relajada total hasta que el sonido de la puerta abrirse me quito la paz por un segundo.

—Levántate —me ordenó el Pipe, mi hermano chico.

¿Y este quien chucha se creía para mandarme?

—Sale de mi pieza hueon —le tire una almohada. —Y antes de entrar toca la puerta, mínimo.

Vi como rodó los ojos.

—Que eri ataosa hueon —se cruzó de brazos—. Ya po levántate, mi mamá dijo que tenías que venir conmigo si o si.

Se acercó a mi escritorio y tomó el poleron que había dejado hace un rato ahí, y me lo tiro.

—¿Ah donde? —lo mire confundida.

—Ah un carrete, dijo que podía ir solamente si tú venías conmigo.

Se pasaba este hueon.

—¿Disculpa? Eso no pasará —. apunte al libro que estaba leyendo—. Estoy ocupada.

—Que eri fome Sofia —me miró serio—. Ya po, levántate, mi mamá dijo.

De malas ganas me levante y salí de mi pieza, buscando a mi mamá.

—¡Mamá! —grite.

—¿Que pasa? Estoy acá abajo —gritó de vuelta.

Baje rápidamente las escaleras molesta y la encontré sentada en el sillón viendo tele.

—Mamá dime que lo me fue a decir el Felipe a mi pieza no es verdad —la mire un poco molesta.

—Ya le dije a tu hermano, puede ir solo si tú vas —hablo concentrada en la película que estaba viendo.

—Entonces que no vaya, problema resuelto —me di media vuelta para subir las escaleras.

—Pero mamá, dile algo, tú me dijiste que si podía ir —habló molesto el Pipe—. Además, ella salió la otra vez sin ningún problema.

—Tiene razón tu hermano Sofia —mi mamá me miro.

Rodé los ojos ya chata.

—Pero mamá. ¿Y no puede ir el solo? —pregunté.

Negó con la cabeza.

—No, solo si va contigo me sentirá mas tranquila hija —ahora me miro mas calmada—. Se que no te gustan estas cosas, pero solo será un rato bebe. ¿Ya?

Solté un quejido y no me quedó otra que acceder.

—Está bien oh, iré —me cruce de brazos—. Pero teni que esperar a que me arregle.

Mire a mi hermano y después subí a mi pieza.

|•••|

Y después de un rato ya estaba lista, y ya íbamos en el auto. Mis papás nos fueron a dejar, así que llegaríamos en un ratito.

Una vez que llegamos mi papá detuvo el auto y automáticamente mi mamá se giró hacia nuestros asientos.

—Por favor cuídense. ¿Ya? —habló algo preocupada mi mamá.

¿Otra vez tú? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora