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Francisca.

El día de ayer el Benja me había pedido pololeo, todo fue muy lindo y obviamente le dije que si. Se que al principio todo esto me daba miedo, aún me da, pero si no me arriesgo nunca sabré que pasará.

Ahora me encontraba buscando al Mateo por todo el liceo, quería hablar con el. Sabía que estaba enojado conmigo desde que hablamos por llamada y lo entiendo, pero no debía porque ignorar a la Sofi. Después de caminar por un buen rato lo encontré sentado en unas bancas con sus amigos.

Avance rápidamente hacia su dirección, su mirada se fijó en mi y vi como rodeó los ojos, para después levantarse de su asiento e irse de ahí, lo seguí.

—Mateo espera —lo llame, pero aún así no volteo. —Oye espera —dije mientras afirmaba su brazo.

—¿Que quieres? —dijo mientras se soltaba suavemente de mi agarre.

—¿Podemos hablar?

—No, no quiero escuchar tus excusas de "Ay es que no me corresponde a mi contarte" y bla bla —imito mi voz.

—No vengo hablar de eso —me cruce de brazos.

—Bueno tampoco me interesa —se dio la vuelta para irse de ahí.

Avance rápidamente y me puse frente el impidiéndole que avanzara.

—¿Puedes dejar de ser cabro chico y poder hablar un momento?

—Habla.

—Primero te pido disculpas si algo te molesto ese día de la llamada y entiendo que estes molesto conmigo, pero la Sofi no te ha echo nada —le dije.

—No estoy enojado con ella —respondió.

—¿Entonces porque la ignoras? Pensé que era solo a mi.

—Porque creo que alejarme es lo mejor —dijo secamente.

—¿No hablaras con ella sobre lo que sientes? —pregunté y vi como negó con la cabeza.

—¿Y porque?

—Porque Francisca mírala —dijo mientras con su mirada apuntaba hacia donde se encontraban los chiquillos y ahí estaba la Sofi junto al Amaro, riéndose de algo. —Le gusta y mucho, no es tan difícil darse cuenta. Puede que no te haya contado nada sobre eso, pero no seas ciega y fíjate cómo ella lo mira. ¿De que sirve decirle?

Mire a la Sofi y al Amaro sonriendo, y devolví mi mirada hacia el Mateo quien aún los miraba con una tristeza.

—¿Ni siquiera para sacarte ese peso de encima Mateo? —pregunté.

Comenzó a negar con la cabeza.

—No, ni siquiera para eso —hizo una pausa. —Lo mejor es alejarme... Alejarme de-de las dos.

Lo que mirando unos segundos, tratando de asimilar lo que acababa de decir.

—¿De las dos? ¿De mi también?

—Si.

—¿Pero po-porque?

—Porque eres su mejor amiga —respondió.

—Pero también soy tu mejor amiga —me excuse.

Comenzó a negar con la cabeza lentamente.

—Pero siempre tirarás más hacia el lado de ella y lo entiendo. Se cuanto la quieres y todo lo qué haces es por eso —contesto.

Lo quede mirando unos segundos. Muy en el fondo de mi sabía que tenía razón, que siempre me tiraba más hacia la Sofi que hacía el, pero eso no cambiaba el hecho que los quería a los dos por igual.

¿Otra vez tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora