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Amaro.

Había pasado unas semanas desde que le confesé a la Sofi que me gustaba y este último tiempo ha sido muy bacan, estar con ella me hacía sentir tan bien.

Cuando solo éramos amigos, sentía como si tuviera un peso, ya que sabía muy bien que tenía sentimientos por ella, pero no sabía si ella los tenía por mi y eso me daba miedo, aunque ese miedo ya no estaba. Ahora estaba con ella y créanme que me siento el hueon más feliz del mundo.

Ahora estábamos en la plaza con el Benja y la Fran, aunque la Fran fue con la Sofi a comprar una huea para tomar.

—¿Como te ha ido con la Sofi? —escuché como mi amigo preguntaba.

Mi atención ahora estaba puesta en el.

—Bien, este último tiempo ha sido bacan —mencione como una sonrisa.

El Benja me quedo mirando un momento y vi como sonreía.

—Se nota que te gusta —soltó. —Bueno hace caleta, podría decir desde el día que te agarró a chuchas —al terminar se rió.

Yo lo mire de mala gana, acordándome de ese día.

—No es chistoso, por poco me pega culiao —lo mire. —Y todo por tu culpa, vo me empujaste fuerte.

—Agradéceme hueon, gracias a mi conociste al amor de tu vida.

—Ya el hueon, hablai cada huea, eri igual que la Francisca —solté riéndome.

—Obvio, si es mi polola —dijo orgulloso.

—Cuidado que me pongo celoso —lo mire serio, pero al segundo soltamos una risa.

Mientras nos reíamos, sentimos como unos pasos se acercaban a nosotros y eran las chiquillas.

—¿De que se ríen? —pregunto interesada la Fran.

—De nada que te importe —mencione con ganas de molestarla.

—Ooh el culiao, te gusta huearme —me miró mal. —Controla a tu animal Sofía —le dijo a la Sofía, haciendo que ella y el Benja se rieran, yo solo la mire mal.

—Oye loca, defiéndeme —le dije a la Sofía, mientras esta se sentaba al lado mío.

—Pero si a ti te gusta molestarla —me contestó.

Vi como aún se reía yo solo la mire mal.

—Benja deberíamos terminar con estas dos y estar juntos bebé —mire al Benja, el cual me miraba con una risa.

—Aceptó —mencionó, haciendo que nos ganáramos una mala mirada por la Fran y la Sofi.

—Están advertidas —las apunte. Vi como la Fran solo levanto sus hombros en forma que no le interesaba.

—Estoy re preocupada —escuché decir a la Sofi.

Giré mi cabeza para poder mirarla bien.

—¿Estás segura? —pregunté de forma retadora.

Vi como comenzó a reírse.

—Si —soltó entre risas.

Me acerqué más a ella.

—Cagaste —solté riéndome.

Una vez que ya estuve lo suficientemente cerca, comencé hacerle cosquillas, mientras le dejaba besos cortos por la cara.

¿Otra vez tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora