Amaro.
Celebrar mi cumpleaños no era algo que me emocionara mucho, pero mi mamá me convenció que hiciera algo tranquilo con los cabros acá en la casa. Y me termino convenciéndome.
Estábamos con el Benja en mi pieza, según el había llegado un poco antes para ayudarme pero desde que llegó ha estado echado en mi cama.
—Shh no venías ayudarme culiao —le tire una almohada.
Escuché como soltaba una risa.
—Ya culiao altiro me paro oh —se quejo.
—Quédate ahi no más hueon.
—Puta el culiao —se volvió a tirar sobre la cama.— Oye el Matías dice que viene llegando.
—¿Y que queri que haga? ¿Que lo valla a recibir?
—Supongo, si es tu casa —dijo mientras se paraba de mi cama.
—El culiao siempre llega como si fuera su casa así que da lo mismo.
Comencé a buscar alguna polera en mi en mi cajón de la ropa mientras que el Benja estaba haciendo no se que huea.
—Oye y... ¿esto? —me giré a su dirección y tenía en la mano el libro que la Sofía me había prestado. —¿Es de tu hermana?
—Ah no, es de la Sofi —respondí rápidamente.
El Benja me miró extraño unos segundos.
—¿Se le quedó acá? ¿Cuando vino a tu casa? Pensé que estaban estudiando en la suya.
—No ha venido —seguí buscando alguna polera que ponerme. —Me lo prestó.
—¿Para? —volvió a preguntar. A estas altura parece un interrogatorio esta huea.
—Para leerlo. ¿Para que más son los libros? —mencione obviamente.
Comencé a ponerme la polera por la cual me decidí y pude escuchar a mi amigo soltar una risa.
—¿Tu leyendo? —preguntó incrédulo.
—Si. ¿Que tiene culiao?
—Que es raro, ni siquiera lees las hueas que nos mandan del liceo y te leerás un libro —encogió los hombros.
—Soy hablador hueon —me cruce de brazos.
—Pero si es verdad. Te conozco desde chico y nunca te ha gustado leer culiao —soltó una risa.
—Bueno pero ahora si.
—Mmm... ¿o será que te gusta la dueña del libro? —preguntó con una sonrisa burlona.
—Ooh culiao córtala.
—Ya perdón oh —levantó sus brazos en forma de rendición, para después sentarse en mi cama. —Solo quiero decir que te noto distinto.
—¿Distinto? —pregunté con curiosidad.
—Si distinto —repitió. —Me refiero qué haces cosas por ella que no harías por nadie más. Por ejemplo escuchar música o ver películas que a ella le gustan, leer un libro —levantó el libro moviéndolo suavemente. —¿Cuando en tu vida leerías un libro? Y se nota que esta huea tiene artas páginas.
Lo quede mirando sin saber que responder a lo que acababa de decir y como lo notó creo que iba a dejar el tema ahí cuando se levantó de la cama para salir de la pieza, pero se giró hacia mi.
—Ah y se me olvidaba. Sigues estudiando con ella aun cuando sabes que no necesitas más ayuda y que te ha ido la suficientemente bien para seguir por ti mismo.
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¿Otra vez tú?
Romance[CHILENSIS] La Sofi choca un día con el mino más desordenado del liceo. Al cual, no le interesaba mucho sus notas y lo único que le importaba era andar hueando, pero cuando la conoce a ella, algo lo hace cambiar. ¿Qué pasará? ¿El podría enamorarse...