Sofía.
Habían pasados semanas desde el carrete de Halloween y ya habíamos salido de cuarto, tuvimos nuestra licenciatura y ahora ya estábamos libre. Aunque solo nos quedaba la fiesta de gala que daba el liceo a los estudiantes que salían.
Sentí mi celular vibrar, era el Amaro, avisando que ya había llegado.
Me mire por última vez en el espejo, llevaba un vestido largo de un color azul, con uno tacos de color blanco que hacían juego con la cartera. Me arregle el peinado que me hizo mi mami y las escaleras lentamente.
Cuando llegue abajo noté como mi mamá me miraba feliz.
—Te ves preciosa mi amor —dijo con una sonrisa—. ¿Ya llegó el Amaro?
—Si, está a fuera.
—Bueno hija, anda no más y cuídate, cualquier cosa nos llamas.
Me despedí de ella y de mi papá quien justo había llegado del trabajo. Así que supuse que el Amaro se lo encontró.
Cuando salí el Amaro estaba afuera al lado del auto de su mamá. Estaba con un traje de color negro y traía puesta la corbata que habíamos elegido el otro día. Cuando noto me presencia una sonrisa apareció en su cara.
—Hola amor —dijo mientras se acercaba a mi y me daba un beso corto en los labios—. Te ves muy linda.
Sentí mis mejillas enrojecerse inmediatamente.
—Hola Amarito, tú también te ves muy lindo —le sonreí.
—¿Vamos?
Asentí mientras el se adelantaba en abrir la puerta. Su mami se había ofrecido en ir a dejarnos y el Amaro no dudó en decir que si.
Así que una vez que subí, ella me saludo con una sonrisa al igual que la hermana chica de este.
—Te ves muy linda Sofi —hablo su hermana.
—Gracias Pia —le sonreí.
Me giré para ver al Amaro quien me sonreía, así que tome su mano y nos fuimos al liceo, por última vez.
El camino al liceo fueron de miradas entre los dos y sonrisas que me hacían ponerme nerviosa, y no entendía porque. Sentí que podía pasar mucho tiempo o conocernos muy bien y aún así el Amaro lograría ponerme nerviosa de cualquier manera.
Una vez que llegamos al liceo, mi suegrita linda quería sacarnos una foto y aunque el amargado de mi pololo no quería, no podía decirme que no a mi.
—Siempre terminó haciendo todo lo que tú dices —se quejó.
—Es inevitable, ahora sonríe —hablé mientras miraba la cámara.
—Ahora si —sonrió la mamá del Amaro—. Aay se ven muy lindos.
Yo le sonreí y escuché al Amaro decir gracias mami.
—Bueno yo me voy, así que los dejo tranquilos. Cuídense si —mencionó mientras se acercaba a despedirse.
—Si tia no se preocupe —le sonreí.
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¿Otra vez tú?
Romance[CHILENSIS] La Sofi choca un día con el mino más desordenado del liceo. Al cual, no le interesaba mucho sus notas y lo único que le importaba era andar hueando, pero cuando la conoce a ella, algo lo hace cambiar. ¿Qué pasará? ¿El podría enamorarse...