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Sofía.

¿Que huea le digo? —pregunté a la Fran. Nos encontrábamos hablando por videollamada, la verdad la llame apenas me hablo el Amaro.

—Que si po hueona, no seas tonta.

—Ay no se —mencione insegura.

—Sofi anda, no pierdes nada —mencionó la Fran.

Me quede callada unos segundos hasta que volví hablar.

—¿Y que le diré?

—No lo sé, ahí se te va ocurrir. Ya hueona contéstale y dile que si —ordeno mi amiga.

Volví a mirar el chat.

Amarito💘:
estás ocupada? Podemos ir hablar a la plaza que está por aquí por favor?
17:33

yo:
dale, en 10 minutos estoy ahí
17:40

Solté un suspiro una vez que envié el mensaje.

—Ya lo hice —le comenté a la Fran.

—Menos mal, ya hueona para la raja y anda —mencionó tan amorosamente. —Después me cuentas qué onda.

Me despedí de ella y colgué la llamada, busque en mi closet algún poleron para abrigarme ya que hacía frío, cuando encontré uno tome mi celu y baje, no había nadie abajo, supuse que mi mamá estaba trabajando. Cuando iba saliendo de la casa el celular me vibró y era un mensaje del Amaro diciéndome que en un rato más estaría allí.

Apenas salí de la casa los nervios aparecieron en mi, no estaba segura de lo que diría, estuve todo el día pensando en lo que pudo pasar en vez en lo que podría decir al momento de hablar. Después de caminar unos minutos iba llegando a la plaza, no vi por ningún lado al Amaro, así que me senté en una banca de ahí a esperarlo. Me sentí sumamente nerviosa, que comencé a jugar con mis dedos, estaba tratando de pensar que diría.

Solo dale un beso y ya hueona, vo dale.

Sacudí mi cabeza al escuchar ese pensamiento, tampoco podía llegar y hacer eso, bueno en realidad no soy de hacer eso y mucho menos si no sabía si el realmente quería.

Después de unos minutos de estar esperando veo al Amaro acercarse, apenas lo vi el
nerviosismo llegó a mi guatita. Se veía igual de lindo como en la mañana, solo que ahora no andaba con el uniforme, si no con ropa normal.
Luego de unos segundos hicimos contacto visual, el se acercó donde me encontraba y se paró frente a mi.

—Hola —mencionó con una sonrisa algo nerviosa.

Trate de sonreírle, aunque me costó.

—Hola.

Vi como se sentó a mi lado, nos quedamos en silencio durante unos segundo y no podía descifrar si ese silencio era incómodo o no. Quería hablar, pero no sabía con que empezar, estaba buscando las palabras adecuadas, hasta que el hablo primero.

—Bueno haber... yo quería saber si... ¿Está todo bien?

Lo quede mirando un momento.

—Eh... si, está todo bien, por mi parte si —mencione.

—¿Estás segura? Porque bueno... en la mañana no parecía estar todo bien o eso creo.

¿Otra vez tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora